Uno

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Akio Fudou

Fudou nunca creyó terminar así, imaginaba muchos futuros oscuros para el, pero aquello era en verdad algo que jamás en su vida cuando era joven pudo haber imaginado. Si de chico le hubieran dicho que terminaría así, no le hubiera creído ninguna palabra.

—¿Fudou? –llamó Fuyuka con su suave voz.

Casado con la hija de quién fue su entrenador, trabajando como policía federal en la ciudad de Tokio teniendo como jefe a Osamu, hermano de Reina, quien siendo honesto le ayudó más de lo que creyó, Toramaru siendo no solo ayudante de Goenji quien, así como Reina, terminaron siendo sus mejores amigos; Utsunomiya era su secretario. La cereza del pastel era que se convirtió en la persona más confiable de todas.

¡El! ¿Cómo llegó a todo eso?

—Si amor –respondió bajando de la nube en la que estaba navegando entre sus recuerdos.

Si bien después de ganar el torneo frontier internacional, siguieron con sus clases normales de estudiantes comunes sin dejar de entrenar, cada uno volviendo a sus respectivas escuelas.

Agradecía que ya no pasarán cosas extrañas como extraterrestre y eso. De alguna manera, se mantuvo en contacto con la mayoría de sus compañeros de equipo, y no solo con ellos, sino también con lo que conoció como Teres de Argentina, Dylan y Marck amigos de Domon e Ichinose, entre otros. Pero hubo una a la cual le hablaba con más frecuencia.

Fuyuka. Fuyuka Kudo.

—Recuerda que la semana que entra tenemos que pasar por mi padre para ir de vacaciones a Inazuma Town –sazonando el caldo de pescado que preparaba.

—Fuyu, lo sé, tranquila –alzándose de la silla giratoria tras su escritorio, donde había estando escribiendo en su computadora el reporte que le debía a Toramaru de la semana pasada.

Camino saliendo de la habitación que usaba como oficina personal al pasillo hasta dar a la cocina, sonrío al verla, la conocía como ella lo conocía a él.

Temblaba cuando se ponía nerviosa además de olvidar donde estaba cada cosa. La abrazo por la espalda y dio un beso en la nuca.

—Tranquila amor, todo estará bien.

—Fudou...

Regresando al tema de como termino siendo ahora lo que es y con quién está, regresemos en el tiempo, donde aún era un muchacho dedicado al estudio por qué, era un rebelde que mantenía sus calificaciones altas.
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Las flores de sakura adornaban las calles, la gente transcurría por las calles como todos los días laborales, entre ellos uno de cabello castaño y de corte mochicano con las manos en los bolsillos del uniforme de Teikoku.

Con los audífonos en volumen considerable, caminaba al instituto con total calma ya que aún era temprano, en contrandose en el camino a su despistado ex capitán Endou, con su siempre sonrisa.

—¿Qué haces tan temprano Endou? –se burlo más que pregunto, ya que Endou siempre era de los que llegaba por suerte a clases.

—Quede con los chicos de primaria ¿quieres acompañarme? Aki y Fuyuka llegarán después.

Sonrío negando con la cabeza, no en respuesta, sino por cómo era la personalidad de Endou, lo que tuviera que ver con fútbol siempre estaba atento.

Inazuma History'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora