¿quién eres?

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¿Quién eres?

Desperté en este sitio, en medio de dos mundos que se conectan y entre los cuales sólo es posible cruzar en el momento justo, tras el primer destello del sol; Aquel destello verde  sólo visible para quienes creen o tienen algún pendiente antes de partir al más allá.

Estoy en la frontera entre esos mundos atrapado en la nada. Tengo la certeza de que, durante mi vida en algún momento llegué a escuchar sobre aquellas almas que tienen algún pendiente: "las almas en pena". Es posible que yo sea una de ellas.

Cuando aquí amanece allá inicia la noche. Puedo verlo del otro lado de esta barrera es como si llegase al límite del mundo, de mi mundo, y sólo me es posible observar sin   tocar nada.

Nadie puede verme, pero yo puedo ver a esas almas cruzar hacia este umbral y seguir sus caminos rumbo a lo que hay del otro lado, ¡la luz!, una luz cegadora que se cierne a mis espaldas.

He intentado cruzar hacia ese extremo, pero a medida que avanzó esa luz se aleja. Por eso he decidido permanecer aquí, solo, contemplando a esas almas y a veces  caminando entre los vivos sin que me escuchen, sin que me vean, sin poder tocarlos. Sólo soy un espectador atrapado y solitario, ¿quién soy?.

Ha pasado tanto tiempo que incluso lo he olvidado. De alguna manera sé que en otro momento fui uno de ellos, un ser vivo. Tengo estas memorias borrosas que día con día se desvanecen; incluso he estado tentado a dejar de avanzar y permanecer inmóvil, pero el hecho de vagar entre ellos me ayuda a lidiar con la soledad.

-Estoy solo...

¿Siempre lo he estado?

¿Por siempre lo estaré?

Me atormentan-.

¿Cuán grande debió ser mi pecado?, que se me castiga de esta manera, ¿quizás es ese pendiente lo que no me deja avanzar?, ¿cómo podría saberlo?

Y de pronto, el destello se hace presente. Ha llegado la noche en el mundo de los vivos. Puedo sentir esa pulsación en mi pecho, puedo sentir, es curioso...

¿A qué parte del mundo vamos ahora?

De repente, mis ojos se cruzan con ella.

Delante de mí, justo cuando el destello aparece, una joven de cabellos dorados cruza hacia mi lado y estoy tentado a seguirla.

Hace mucho que un alma no llamaba mi atención, pero ella...

Los finos rasgos de su cara me resultan familiares; sus ojos yacen opacados mientras camina hacia aquella luz; pero un halo de oscuridad se cierne bajo sus pies.

Lo he visto antes... cuando aquella oscuridad se extiende, el alma es arrastrada hacia un vacío: "la nada".

¿Cómo es que lo sé?

Sólo sé que ese es el destino para los que atentan contra su vida. Ya en otras ocasiones intenté vanamente frenar a esas almas, pero resultó inútil... ellos tampoco pueden verme, mucho menos escucharme.

No resisto ver a esa joven caminar hacia ello, ¡no puedo! Y de algún modo, sé que debo intentar detenerla.

- ¡debes regresar! - le grito con fuerza mientras intento sujetar sus hombros.

Esta vez, algo distinto ocurre. Sus ojos parecieran estar mirándome. La veo mover los labios, ¿Me ha escuchado?,

  Permanezco delante de ella.

- ¿Puedes verme?

Sus labios susurran palabras que no logro escuchar.

- ¡Debes regresar, no cruces, no es tiempo, vive, vive! - le grito suplicante. Mis manos pueden sentirla, la sacudo y la arrojo hacia el otro extremo antes de que el destello finalice.

Y de algún modo, todo es diferente a partir de ese momento.

Aquí el tiempo transcurre de una manera distinta. A veces siento que puedo detener el tiempo o alargarlo o quizás es esta soledad lo que me hace tener estas impresiones.

Cruzo con ella la veo retorcerse, yace recostada en una camilla. - Uno, dos tres - repite aquel hombre, mientras unas planchas de metal tocan el pecho de la joven de cabellos dorados - ¡Vamos, quédate con nosotros!

Puedo verlo ahora, estoy en una sala de operaciones. Un silencio sepulcral se forma en el lugar y de pronto ese sonido se hace presente: bip... bip... bip.

- ¡Tenemos pulso! - escucho decir mientras no dejo de mirarla.

¿Quién eres?

¿Por qué has logrado escucharme?

¿Cómo es que pude salvarte?

.......................

.......................

Desperté sola en aquella habitación. El sonido de las máquinas a mi alrededor me hizo darme cuenta de que estoy en el hospital.

- Fracasé - suspiré tras intentar vanamente mover mis brazos. Quizás es por el sedante que siento mi cuerpo más pesado.

¿Fue un sueño?, Estoy segura de que caminaba hacia la luz cuando lo miré...

Apareció delante de mis ojos. Era un joven alto, de complexión media, con los cabellos más negros que haya visto jamás. Sus ojos azules se fijaron en mí. Quise preguntarle quién era, pero sólo le escuché decir "debes regresar..."

Quizás estoy alucinando, pero entonces, ¿por qué puedo verlos?

A mi alrededor veo personas deambulando. Algunos cruzan a través de la pared y hay una niña sobre mi cama; mueve sus labios, pero yo...no puedo escucharla.

Mi corazón late como un loco, puedo sentirlo, al igual que el dolor, el intenso dolor en mis adormiladas piernas. ¿Es real o sólo una alucinación a causa de los sedantes?, ¿sigo viva?

Veo una sombra dirigirse hacia mí. Cierro mis ojos, estoy temblando. Desearía estar muerta. Y entonces esa luz se hace presente, una luz que emana de él.

¿Por qué no lo había notado antes?

Yace detrás de mí y aquella sombra oscura desaparece. Elevo mis ojos por sobre mi cabeza - ¿Quién eres?

- soy Darien - le escucho decirme.

•|| Continuará.

Gracias por su atención.

Alma rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora