Apareció un nuevo bicho extraño, en esta situación ya todo se tornó demasiado oscuro cuando el bicho en cuestión comenzó a insultarlo, Cristian dejó de soportarlo, todo este tiempo había estado tomado de la mano de la chica, la soltó esta vez, desató en furia total hacia el bicho nuevo aparecido, quien no era mas que un bebé gigante, quizás un poco textual la descripción pero no era otra cosa que ello, LORD MC seguía cubierto en su manta gritando "hijo, hijo, hijito...", quizás no sepamos cómo logró ser padre de un bebé que es 73 veces (si, las conté) más grande que él, pero tampoco sabemos si es realmente el padre, en fin, no nos contaron esa historia, Cristian no pudo soportar más su enojo y decidió atacarlo directamente cuando él bebé comenzó a amenazarlo con sus rugidos. Los agujeros negros, el campamento, LA SOCIEDAD SUCIEDAD, la marcha, ya no pudo con nada de esto, se estaba revelando por primera vez, y sabía que no debía ser crucificado por ello, entendió que su vida al menos una vez era valiosa, y comprendió de pronto el sentido de todos estos sueños: el cual era ninguno, y que no debía meterse donde no debía, pero no corte "No te metas en mi territorio, perdedor" *Léase con tono de doblaje latino*, sino más bien como un modo abstracto de definir que no debemos pensar en todo, todo el tiempo... en cuestiones generales, no demasiado trascendente para un exterior, pero si para la mente de Cristian.
Como era predecible, cayó en otro agujero negro, este no era uno de tantos, más bien era el último, en él pudo entender su vida desde otro punto, había caído en un viaje un poco mas sentimental esta vez, la chica ya quedaba atrás, vio a Jacinto y Gabriela, sus padres, atormentados por las discusiones y sin poder aguantarse el uno a la otra, vio a su banda, sin lograr firmar jamás un contrato con Hopeless, y entendió que nada de esto tuvo un propósito real, el campamento, pelear con Wayne, todo fue en vano... al pensar esto, Wayne había aparecido nuevamente con un sable de Star Wars, quizás era la última batalla, no se rindió y con un honor que remitiría a Gokú, se atrevió a atacar en el aire, mientras la caída era inminente; un despliegue de acción absoluto aunque sin relucir demasiado porque posiblemente nadie le podría poner Linkin Park de fondo a esta pelea, porque no pueden verla con otra cosa que con la mente ahora mismo, de todos modos, imaginen, para eso les escribo, imbéciles, los odio.
La batalla los llevo a otro plano existencial, y esto fue lo más complicado para asumir en la mente de Cristian, la luz era demasiado fuerte, no entendió lo que estaba pasando hasta que fue muy tarde, era la luz del sol, ¿Habría terminado todo este ciclo finalmente?, cuando terminó en la ciudad de la axion había sol, pero un sol extraño, un clima espacial similar al inframundo del GTA San Andreas, en cambio, cuando uno ve realidad, puede sentirla, y este fue el caso; Cristian ya habría salido al mundo real con éxito, ni siquiera lo intentó, pero ninguno de estos viajes fue su intención realmente, salvo el de aquella ciudad extraña donde conoció a otros personajes no fundamentales, de todos modos, el lugar era una ruta, una bastante circulada, su caída era evidente, aun no podía entender en qué forma llegó, pero sí entendía que la realidad era fuerte y dura, tan dura que cayó sobre el vidrio de un auto, un auto rojo muy peculiar, el golpe simplemente lo derribo de tal manera que explotó, ¿cómo decirlo?, reventó, debido a su forma física que a último momento se resolvió; era una mosca, quizás Cristian murió sin saber que fue una mosca en sus últimos segundos, pero el caso habría sido el siguiente:
Cuando se pudo ver quienes manejaban el auto, no eran más ni menos que los propios Jacinto y Gabriela, aun discutiendo fuertemente sobre las infidelidades, el asiento trasero estaba completamente vacío, ya era de día, suponiendo que habrían dormido en la posada que pudieron haber encontrado; pero Cristian no estaba, quizás se fue en algún momento de la posada, o quizás todo esto fue real y le pasó enserio, pero nunca se lo vio en ese auto luego de su encuentro con el mítico árbol Roberto, esto le demostró que algunas exigencias personales - como pretender que ellos dejen de discutir - eran tan poco importantes para sus padres que verían sus sentimientos como una simple mosca que revientan en su auto al pasar, sin siquiera notarla, jamás pondrían el parabrisas por una sola mosca, así de insignificante habría sido todo para un simple mortal en un simple auto.
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Soy feo y quiero morir
Teen FictionLa hilarante historia de Cristian, un joven emo, quien es secuestrado por un árbol luego de intentar orinar el mismo