LA SOCIEDAD SUCIEDAD, no era algo tan bien visto, ¿Cómo presentarlos?, fue difícil para Cristian deducir lo que estaba pasando, por ende podemos ser claros en cuanto a la definición, eran una sociedad de personas-barro, oséase, gente que se baña y se pega constantemente barro a toda su piel, es gente que vive así y quien no se bañe con barro, será duramente criticado y tratado de hereje.

Cristian salió del hospital y divisó una hermosa señorita, era ella, la única persona en todo el pueblo de la subdivisión de LA SOCIEDAD SUCIEDAD que no estaba cubierta de barro, la cual era absolutamente discriminada por los pasillos, Cristian la veía y su primera impresión fue ella caminando por las calles, desnuda ya que el barro no podía cubrir su esplendoroso cuerpo, por lo cual se enamoró a primera vista de la bella señorita, a quien no podía dejar de mirar con claras facciones de embobado por la visión que tendría, en fin, estaba en un flechazo absoluto.

El estaba en su habitación de reposo para huéspedes, tenia un tarro de barro al lado suyo pero no quería cubrirse, porque bueno, sabía en el fondo que no tenía que hacerlo si quería sostener su moral para seducir a esa señorita, casualmente esta chica era enfermera, por alguna extraña razón, y justo en ese momento entró, aun sin ropa pero con la ropa de médica y su coso para escuchar los latidos puesto (perdón, se que soy escritor y se supone que soy culto y eso pero no me acuerdo como se llama el coso ese, y buscarlo en Google sería lo que hago siempre, pero este es mi libro y si quiero poner este paréntesis lo pongo), el se quedó anonadado al verla llegar y no le dejó mediar palabra, porque inmediatamente la besó con pasión, fue tanta la pasión que ella cedió y devolvió la misma pasión al unísono. 

Soy feo y quiero morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora