Love is not over

*Sarah*

Sarah Miller, es una chica de 16 años nacida en California, Estados Unidos un 22 de Octubre. Ella tiene un "gran" hermano mayor, Vernon, "el chico perfecto e inteligente" ya saben, siempre destacando y dejando en sombras a su pequeña hermana.

A la edad de 5 años los padres de Sarah decidieron mudarse hacia Corea del Sur por el trabajo de su padre, y así lo hicieron, dejaron su ahora antigua vida en California para ver hacia un nuevo y espléndido futuro, o por al menos así lo creía la pequeña niña.

Cuando Sarah ya tenía 6 años, y manejaba un poco mejor el coreano,  sus padres la inscribieron en una  pequeña escuela cerca de su casa, escuela a la cual su hermano también asistía.

Todo parecía ir bien en su vida, de verdad le gustaba ir a la escuela y, si bien no era la mejor estudiante, ya tenía una amiga, llamada Rosé. Pero fue a la edad de 13 años fue cuando las cosas comenzaron a empeorar.

Sarah al principio no lo entendía, solo se preguntaba -¿Por qué mi hermano es tan popular? ¿Por qué pareciera como si a papá y mamá solo les interesara él?- pero luego de un tiempo, lo notó, empezó a darse cuenta de como, cada vez más, sus padres la dejaban de lado y, a diferencia de cuando era más pequeña, ya no le preguntaban como se sentía o como había estado su día, ahora todo se centraba en su hermano y la "perfección" de este.

Cada día le empezaba a molestar más la constante preocupación de sus padres por su "amado hermano", sentía que realmente ella no importaba en la vida de estos, que ahora todo giraba en torno a Vernon y como todo lo hacía mejor que ella.

De verdad se sentía inservible y buena para nada, todos lo días lloraba para desahogarse y dejar de lado toda esa ira que tenía acumulada hacia su familia, aún sabiendo que llorar no lo solucionaría. Aunque no lo pareciera, ya que siempre estaba alegre y animada para tratar de no preocupar con sus problemas a su amiga, Sarah había desarrollado una gran depresión y cada día se hacia más grande.

Su hermano comenzó a tratarla de una manera hostil, como  si le diera asco tener a una persona así como hermana, comenzó a insultarle por lo bajo mientras sus padres no estaban, y esto, sin duda, no ayudó de ninguna forma a subir su ánimo, si no que solo lo empeoró. Ahora realmente se sentía como una auténtica mierda. Aún así solo se limitó a seguir con su miserable vida como si nada hubiera pasado.

Pero su "felicidad" no duró mucho tiempo, todo terminó el día de su cumpleaños número 14 , el cual coincidía justamente con una competencia de basketball a la que su hermano debía asistir, la cual, como era de esperarse, ganó. A pesar de todo Sarah aún tenía la pequeña esperanza de que su familia recordará su cumpleaños. Esperanza que aumentó cuando vio a sus padres entrando a la casa cargados con lo que parecían ser regalos.

Sin embargo, cuando ambos hermanos bajaron para recibir a sus padres, se dio cuenta de que todos esos regalos no eran para ella, si no que eran para Vernon. Con dolor al observar la escena de sus padres felicitando y entregando esa gran cantidad de regalos a su hermano, se limitó a simplemente esperar a ver si alguien recordaba su cumpleaños, pero nada. Nadie recordaba que ella también existía.

En ese momento decidió regresar a su habitación y no hacerse más daño viendo aquella escena. Ahora más que nunca se sintió sola, lamentándose haber nacido en esa familia, con miles de interrogantes en su cabeza y unas cuantas lagrimas saliendo de sus ojos. Y sin previo aviso alguien abrió la puerta de su habitación, alguien a quien jamás esperó.

Era su hermano. Vernon estaba parado en el umbral de la puerta de su habitación. Sarah sintió algo extraño en él y, aún sin haberle dicho que pasara, este ya estaba dentro de la habitación. Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Vernon, una sonrisa que Sarah logró ver.
-_ ¿Acaso algo te parece divertido?
-_ Claro, me parece divertido verte, verte tan horrible, tan destruida, tan débil.

En ese momento Vernon tomó a Sarah de su brazo y, sin importarle de si ella era su hermana, la arrojó al suelo con extremada fuerza.
-_ Ahh ¿qué te ocurre?.-llorando-¿Por qué me haces esto?
-_ Porque allí es donde perteneces, no eres más que una basura!!

Dicho esto, Vernon solo salió de la habitación como si nada hubiera pasado. La chica estaba totalmente destruida, de verdad quería morir en ese preciso instante y ya no volver a sentir ese jodido sentimiento nunca más. Necesitaba hacerlo, necesitaba una salida, y su mejor idea fue tomar una navaja y cortarse por donde pudiera, solo necesitaba sentir un poco más de dolor.

Y sin siquiera darse cuenta, cortarse se había vuelto un hábito cada vez que este sentimiento se hacia presente. Pero siempre la misma pregunta rondaba su mente....

-¿Por qué Vernon me odia tanto?