Teléfono Roto (Stony)

Día 3: Corazón metálico

Narra Tony:

Un nuevo día comienza mientras observo la estrella, nuestra última esperanza como lo fue en su momento el capitán. Aquella esperanza que yo me encargue de destruir en pedazos y que ahora recompondre pase lo que pase.

El alba frívolo aparece ante mí como diciéndome que me queda poco tiempo antes del final. Espero que sea uno feliz porque sino mi vida será una sin sentido de la que estoy seguro buscaré el final.

Entre nosotros separados por las ideas nos une un ruego silente:

"Aguanta Steve"

-¿ Cómo entraremos? Porque eso es una entrada ¿no?- la cara de Clint se contrae mientras habla. Creo que piensa que estamos perdiendo el tiempo mientras permanecemos aquí como perros sin dueño. Porque eso es lo que somos. Algunos como yo llevan demasiado tiempo sin su dueño, abandonados y eso se nota por la muda furia mezclada con tristeza que porta su mirada.

- Hace tiempo mi padre me dijo que si alguna vez el no conseguía encontrar a Steve pero yo si que la respuesta a todo estaba en el escudo. Quizá esa sea la clave para abrirlo- dije captando la atención de todos los fugitivos quienes se miraron entre sí para luego suspirar.

-El capitán no tiene el escudo consigo. Dijo que estaba con su corazón pero todos pensamos que lo había perdido o escondido hasta que volviera a ser el Capitán América- responde Sam al final recibiendo miradas de sorpresa de aquellos que en su momento estuvieron en mi bando.

- El escudo lo tengo yo- entonces todos me miraron con sorpresa recordando las palabras del capitán. Yo era su corazón y él el mío pero por nuestras idioteces nunca nos permitimos hablar del tema. Si solo hubiéramos hablado tal vez esto jamás hubiera pasado.

De nuevo nos sumimos en un silencio revelador. Probablemente estén analizando lo que implican las palabras del capitán pero eso no me importa ahora.

Ordeno a Viernes que traiga el escudo y casi al momento llega una de mis armaduras con el. Portandolo con sumo cuidado como el objeto preciado que para mí era.

Con la mirada de todos los vengadores puesta en mi me acerco a la estrella que a cada paso mío comienza a brillar con más fuerza entonces de la estrella sale un pequeño pedestal con un hueco circular en el medio. Coloco allí el escudo y de pronto los anillos florales que conformaban el escudo se abren dejando paso a unas escaleras de caracol iluminadas con los colores de América.

-Mira que me salió patriótico el viejo- comento y logró escuchar alguna risilla discreta.

- Igual a uno que yo me sé. De tal palo tal astilla dicen - Natasha me guiña el ojo y se ríe ante mi cara estupefacta.
La ignoro descaradamente y comienzo a bajar los primeros peldaños con los nervios a flor de piel. Si aquí no está la respuesta no sé donde más pueda estar.

La bajada se hace eterna, no sé si es por la constante penumbra o la inquietud de no saber que ocurre o tal vez sea ese silencio que reina lo que hace que cada paso que avanzó sea como una losa en mi metálico y roto corazón.

Al fin llegamos a nuestro destino. Una enorme puerta de aquellas que se usaban en los refugios anti-nucleares pero algo más moderna teniendo en cuenta que esto hubiera sido construido durante la segunda guerra mundial.

Un pequeño ordenador se enciende en cuanto el último vengador termina de bajar las escaleras. La cara de un joven Howard se muestra antes nosotros.

- No sé quién habrá encontrado este lugar pero lo más probable es que halla sido Tony pues es a él al que le di todas las pistas. Si es cierto y eres tú Tony el que lo ha encontrado significa que continuaste con mi búsqueda y a diferencia de mi lograste resultados. O tal vez fue SHIELD el que lo logro no importa. Para abrir esto debes poner la contraseña. Pero supongo que debo darte una pista Tony. La contraseña es una fecha. El día qué todo comenzó. Bueno ahora te toca pensar hijo mío