Compilación de mis one-shots (y algunas historias cortas) favoritos de Haikyuu!! que he publicado en ao3. Diversas parejas y temas indicados en el título e inicio de cada parte, respectivamente.
Notas: LE TENGO TANTAS GANAS A ESTA OT3 DESDE HACE TANTO QUE APENAS SE ME OCURRIÓ QUE PODÍA USARLOS PARA ESTE TEMA TUVE QUE TOMAR LA OPORTUNIDAD 😤 Ya, respiro. Primera vez que escribo de un trío y vaya que es divertido, o tal vez sean solo estos tres locos los que me encantan 😂 Eeen fin, ya solo queda otro tema más y listo (el de mañana, que es mi cumpleaños, por cierto; me gusta celebrar publicando), aunque sucede que hubo uno que he atrasado dos veces porque me bloqueé y ya me rendí, pero que quiero subirlo igual cuando pueda, así que haré una adición tardía cuando por fin me salga ;-;)9
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Bokuto sabe que la vida universitaria es mucho más salvaje. Se ha preparado para enloquecer en casas que se quedan pequeñas para la cantidad de invitados —y autoinvitados— de la fiesta. Se ha mentalizado que sus nuevos amigos podrían ser un tanto más atrevidos que sus antiguos compañeros de Fukurodani. Le han convencido de que tarde o temprano la cafeína reemplazará al sueño en su sistema. Se topará con todo tipo de personas.
Bokuto no se había imaginado que sería Kuroo, un viejo amigo al que conoce muy bien —o eso creía— quien le diera su primer impacto universitario.
Es su primer cumpleaños desde que vive en un apartamento compartido con su bro, por lo que él le ha organizado una celebración a lo grande. Ha conseguido reunir a los miembros del club de voleibol —a los menores, porque no es como que aún se hayan ganado la confianza y la paciencia de los mayores—, a sus amigos en común que han hecho en estos meses y a algunos extra. La música estuvo a cargo de varios voluntarios que prestaron sus reproductores para conectarlos a los parlantes y el licor también ha sido donado.
Hablando de eso, ¡cuántas ganas de ir al baño le han dado! Es divertido cómo les hace ser más activos aún, pero cómo odia las interrupciones donde deba correr a vaciar el tanque, mucho más si estas lo despiertan por lo que resta de la madrugada.
La fiesta finalizó hace hora y media, dos tal vez. La gran mayoría se ha marchado de regreso a sus dormitorios, quedando solo ellos dos y Oikawa en el lugar. No es la primera vez que están solos ahí. El armador se ha vuelto un amigo inesperado desde que se enteraron de que comparten equipo, así que han sido varias noches en las que se han desvelado juntos con cualquier tontería.
Hasta donde recuerda, Oikawa fue el primero en caer por su mínima resistencia al alcohol. Después de una ronda muy sincera de Verdad o Verdad —Kuroo no quiso arriesgar la integridad de su hogar— y de bailar a destiempo un karaoke desafinado sobre un puf, el equilibrio se cansó de fracasar y lo mandó a dormir boca abajo ahí mismo. De Kuroo no sabe más que haberlo visto sin camisa en la cocina mientras se dirigía a su habitación a dormir. A lo mejor ya está soñando en su cama, como hacía él antes de que su vejiga no aguantase mucho más.
Su prisa por ir al baño le hizo ignorar lo que, pensándolo bien, se escucharon como jadeos en algún lugar. Es cuando el alivio de liberar la carga en el sitio correcto se extiende por su cuerpo que se percata de la inconsistencia con sus conocimientos difusos. Nadie más que él debería estar despierto. ¿Oikawa se habría levantado? Puede ser, puede ser. Lo mejor será no molestarlo más de lo que ya debe estar con indicios de resaca en su sistema, por lo que decide volver a su habitación en todo el silencio que sus pies le permitan.
