¿Por qué le gustaría? | BokuAka

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Género: G, angst.

Temas: Primer amor, homofobia.

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Experimentar cosas nuevas era algo que Bokuto amaba. Había una emoción distinta e indescriptible en ocasiones cada vez que estaba a punto de probar algo nuevo, o justo después de haber hecho lo que nunca antes había logrado. Era parte de su hiperactividad; si algo le atraía lo suficiente, lo intentaba. Era parte de sus apuestas con amigos igual de ocurrentes; si algo parecía lo suficientemente imposible para el resto, se desafiaba a sí mismo a realizarlo y triunfar. Era parte de su curiosidad; si algo le intrigaba lo necesario, buscaría una respuesta basada en hechos reales y propios, de preferencia.

El propósito de todo esto era, en parte, la acumulación de anécdotas geniales. Le gustaba tener qué contar, fuese divertido, interesante o descabellado. Podía llenarse de orgullo al relatar cómo se libró de una situación arriesgada, agregar dramatismo con efectos especiales actuados o casi fallar en el intento por las risas que ahogaban sus palabras en lo más gracioso. Había quienes disfrutaban oír sus historias, como también había quien volteaba los ojos con ellas y cuestionaban su veracidad. Podía llegar a sentirse ofendido si lo acusaban de mentiroso por lo que juraría con toda seguridad que era cierto, pero ya se estaba acostumbrando a las diferentes reacciones recibidas y memorizaba quiénes se entretenían más con sus cuentos.

Sin embargo, eso no era lo único que lo motivaba a experimentar. Había muchas cosas que obviamente no dejaría que cualquiera se enterara de ellas y cosas en las que deseaba tener una segunda primera vez para mejorar su recuerdo, otras demasiado personales o privadas y algunas que alguien más le pidió mantener en secreto. Lo que más le encantaba era la sorpresa de esos estrenos que no había previsto, porque muchos de ellos resultaban ser los más satisfactorios de todos, a pesar de que fueran de la mayoría que no relataba por lo inexplicables que eran las sensaciones vividas.

La primera experiencia más reciente era una que llevaba años esperando, pues no era una que pudiese planear ni forzar. Desde la secundaría escuchaba de muchos amigos y compañeros que se enamoraban. Varios acababan en situaciones muy incómodas, pero era lindo ver las expresiones de quienes tenían éxito. Bokuto se preguntaba cómo sería el amor para él, si de verdad lo consideraría tan maravilloso como lo pintaban o si se sentiría defraudado por todas las expectativas sin cumplir. Por años esperó que alguien lo flechara, y cuando por fin se encontró con sus latidos acelerados por algo distinto al ejercicio, se percató de que fue muy diferente a lo que había imaginado.

Para empezar, Akaashi no era curvilíneo. De acuerdo, no todas las chicas tenían que serlo, a varias más bien rectas conocía, pero se refería a que el cuerpo no coincidía con el que se suponía que debía atraerle. Pensar así lo hacía sentirse imbécil; todo en el chico era digno de ser descrito como precioso, y no quería decir que solo su cuerpo lo fuera, porque lo intangible también lo era. Su voz, su personalidad y el aura que emanaba le daban razones para admirarlo en todos los sentidos. Si tenía que ser preciso, le gustaba su persona, más que solo un rostro o forma de ser.

Probablemente ya llevaba semanas así el día que se dio cuenta de sus sentimientos. Poco después del inicio de su tercer año, notó cuánto buscaba su compañía y lo diferente que era estar con él que con cualquier otro amigo. Solo con Akaashi le provocaba estar tan cerca como fuera aceptable, solo a Akaashi quería contarle todo el contenido por compartir en su interior, solo junto a él sentía la libertad de hacer y decir lo que le viniera en mente sin miedo a ser terriblemente criticado. No hubo una acción suya que lo hiciera descubrirlo; fue una suma progresiva de pequeños detalles que, al unirlos unos con otros, daban ese resultado.

¡Uno más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora