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~La gran noticia~

El joven de tez blanca se pavoneaba por la casa muy feliz, incluso más de lo normal...

Entre sus manos habitaba una pequeña pero larga cajita de ancho delgado, aquella cajita fué colocada en el horno de la cocina, aquel lugar era un supuesto buen escondite que Yoon Gi había encontrado, sin más antes de llamar a su esposo fué por una cajita de zumo de naranja para calmar las carcajadas que soltaría al verle cara de idiota del moreno, reposó su trasero sobre la mesa y sin más empezó con el dulce llamado.

–ESTÚPIDO Y SENSUAL KIM NAMJOON.– después de semejante grito se escuchó un fuerte sonido de algo rompiéndose, era en efecto un jarrón pues el sonido era de delicada porcelana estrellándose en el suelo.

–NO ROMPÍ NADA LO JURO.– otro grito pero por parte del moreno se escuchó de un tono avergonzado, el sonido de las piezas ser recogidas y una que otra grosería de Namjoon se escuchaban hasta la planta baja, Yoon Gi iba a castigar a alguien hoy si era el jarrón que su suegra le regaló.

Yoon Gi no hizo más que suspirar, ya se estaba acostumbrando a convivir con el Dios de la destrucción, el amo y señor Kim Namjoon, destructor de culos y cosas.

Unos pasitos tímidos se oían bajar por la gran escalera llegando ahora a parar aún más sigilosos por la cocina en donde Yoon Gi aún lo esperaba de brazos cruzados y una cajita de zumo frutal todo seco sobre la mesa.

–Si lo que rompiste fué el jarrón que me dió tu madre juro que mi rodillo de amasar estará por ese hoyito negro, Kim Namjoon.–

El nombrado paso saliva en seco y negó rápidamente así el pálido no le estuviese posando la fría mirada de "TE VOY A MATAR, TE VOY A DESTRUIR", a pasos tranquilos carraspeó acercándose a Yoon Gi decidido a cambiar de tema, luego iría a llamar a su madre para pedirle otro jarrón igual antes de que el pálido profanara su preciado culo con el rodillo de amasar.

–¿Para que me llamabas amor?, ¿ya le quitaron el virus a la laptop?.– preguntó una vez enfrente del pequeño cuerpo sentado en la mesa mientras su mejilla se aplastaba gentilmente en el abdomen de Yoon Gi entre un cálido abrazo.

No Namjoon, aún no le quitan el virus a la laptop, espero y aprendas a dejar de ver porno estúpido pervertido.– reprendió Yoon Gi dándole una palmada algo fuerte a la cabeza de Namjoon quien soltó un quejido casi en un lloriqueo fingido, se preparaba para reclamar aunque esa era la verdad.

YA TE DIJE QUE ESTABA VIENDO VIDEOS DE CONEJITOS AMOR.–

–Lo que digas marranito.– respondió burlesco acariciando la cabeza de su esposo suave y lentamente haciendo que este dejara de tensarse. –Negro de mi vida, negro de mi amor, tengo una sorpresa y no es bajarte mi calzón.–

Namjoon no evitó reír ante lo que su pareja había dicho, elevó su mirada topándose con una buena apreciación del rostro de Yoon Gi, quedó abobado tan sólo unos segundos y suspiró dedicándole una bonita sonrisa perforada por sus hoyuelos.

¿Ah si?, ¿qué es?, aunque yo opino que no hay nada mejor que bajarte el calzón...– respondió pícaro elevando sus cejas sujestivamente una y otra vez.

¿VAS A QUERER LA PUTA SORPRESA O NO?.– preguntó levemente molesto pues desde que entró sólo estuvo temiendo a morir en manos de Yoon Gi por los cachiporrazos que le iba a meter por el culo.

Namjoon asintió tímido, Yoon Gi por otro lado mencionó tener "hambre" Por lo cual dijo que le preparara algo antes de darle la sorpresa le señaló el horno indicándole que fuera hasta él para que sacara la sartén guardada ahí. –B-bebé, ¿seguro que no intentarás cocinarme comó Hansel y Gretel cocinaron a la bruja?.– preguntó desconfiado mientras miraba hacia atrás en dirección a su pareja.

Yo no cocino porquerías.–

–Me ofendes Kim Yoon Gi.– entrecerró sus ojos frunciendo levemente el entrecejo, se volteó nuevamente y abrió el horno sin más encontrandose con la cajita. –¿Ordenaste una caja de la Deep web, amor?.–

Yoon Gi se dió un golpe mental y resopló para calmarse antes de matar a su esposo.

¿Por qué no la abres?, pueden ser fotos porno mías.– bromeó Yoon Gi con una sonrisa ladina mientras miraba los desesperados movimientos de su esposo al abrir la caja, un enorme silencio se posó sobre la escena exparciendose por la casa entera.–¿Mi amor?...–

–IRÉ POR CIGARROS, YA VENGO.–

Habló el moreno casi en un fuerte sollozo de alegría mientras permanecía ahora de cuclillas con la prueba en manos, gotas caían de sus mejillas hasta mojar la caja, ahora habrían otro par de piesitos o más corriendo por la casa.

~KimJin533~

🌻Dulce bolita de masa🌻 «NamGi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora