🌻Dulce bolita de masa🌻 «NamGi»

L

~Repite conmigo...~
#especialbebés.

–Vamos Hye Jin... ¡Yo se que si puedo hacerte decir papá!.–

–¡Api!.–

–No, Hye Jin... PA-PÁ.–separó por sílabas el moreno que a pesar de ser demasiado temprano se tomó el trabajo y cargo de hacer hablar mejor a su hija o por lo menos dijera el ansiado «papá»; pero no... Ella sólo decía «api» en referencia a su papi Yoon Gi. –Una vez más mi amor, repite conmigo... PA-PÁ.–volvió a silabear manteniendo la esperanza pues era la única atrasada respecto a su habla.

–A... A... ¡Apa!.–pronunció con todas las ganitas del mundo sonriendo perforada por sus hoyuelitos en cada lado de su mejilla.

–No era lo que esperaba pero estoy satisfecho~.–le dedicó la misma perforada sonrisa tomando a la pequeña bola de nieve en sus brazos dejándole tiernos besitos en sus mejillas hundiendo sus labios en ellos mismos. Hye Jin reía retorciendose en los brazos del mayor. –Lo hiciste bien caramelito, ¿quieres galletas?, papi hizo galletas de osito Ryan.–se levantó del suelo con su muñequita en brazos dejando ahí los libros de aprendizaje, cubos de letras de madera y tarjetillas de letras también.

–¡Tí!–respondió la nena de ya 2 años en brazos de su padre sintiendo saltitos al bajar las escaleras, a lo lejos miró a su papi sacar aún más galletas, a sus dos hermanitos tirar harina y jugar, a Holly traer su pelaje blanco en lugar de café y a su peluche Ryan... Tirado en el piso y ensuciando por la misma harina.–RIAN.–chilló molesta abriendo sus brazitos hacia el peluche para ser bajada de una vez, iba a llorar y lo sabía.

–HOLLY, FUERA PERRO MALO.–ordenó un enojado Yoon Gi mientras recogía las bolsas de harina, suspiró u chasqueando su lengua buscó la calma antes de todo.–Nam, llévate a los niños yo-... –

–¡PAPÁ!.–Lloriqueó Hye Jin pronunciando la palabra a la perfección, Namjoon calló a lo igual que Yoon Gi mirando atónito a su pequeña en brazos del moreno.

–¿Cómo dijiste...?.–

–Papá... ¡Bajame!.–

–MI BEBÉ.–

–PAPAAAÁ.–

–SÍ CARIÑO, SOY TÚ PAPÁ.–

–NOOOOO.–

–Creo que quiere que la bajes, señor de cerebro sexy.–comentó entre risas el albino que olvidó el enojo, sus ojos brillaban por la felicidad de que la única nena que estaba atrasada en cuanto al habla ya podía pronunciar bien aquella principal palabra.

Un "lo siento bebé" Se escuchó por lo bajito apenado y temblando bajando a su pequeña niña quien rápidamente se fué a recoger a su Ryan a sacudirlo por debajo de la mesa. Ella felíz lo tomó en sus brazos abrazandolo fuertemente susurrando un audible "te encontré".

La traviesa Hye se subió a una silla, tomó unas cuantas galletas y en silencio subió a su respectivo cuarto que compartía con sus otros dos hermanos que jugaban y correteaban para no ser alcanzados por su papi que quería bañarlos por la harina que estos tenían hasta por las orejas.

Momentos después...

De un minuto a otro ella logró dormirse.

Si no fuese el albino quien se dió cuenta de que algunas galletas faltaban y junto a ellas uno de sus retoños no hubiera subido a buscar hasta encontrarla plácidamente dormida, algo en su pecho revoloteando incesante dándole una tonelada de ternura ante lo que sus ojitos luminosos veían.

–Descansa pequeña princesa.–susurró bajito acercándose a dejar un beso en la mejilla de su pequeña de piel suave cómo nube y blanca cómo la nieve.