No quiero olvidarte

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Mi nombre es Samanta Lee.
Me encuentro en la edad de 18 años, sí, esta jodida edad en la que la vida se vuelve cosa seria.

El verano pasado me encontraba por California con mi tía Annie, ella es muy cercana a mí, cada navidad envía el mejor regalo solo para mí.
Pero este verano no podré ir, prometí a Karime y Dely asistir a un campamento de cinco días en la playa.

Faltando sólo un mes para el campamento Karime y Dely no dejan de hablar de lo bien que la pasaremos. Yo por lo tanto, no veo la forma de decirle a tía Annie que no estaré con ella este verano, se sentirá fatal.

Hoy por la mañana ha sonado la fastidiosa alarma, que hace que despierte con la mayor pereza de ir a al colegio, son las cinco y treinta am, tomo el móvil apenas viendo la radiante luz que emana y apago la alarma, lo coloco lo más lejos de mí posible y vuelvo a cerrar los ojos.

¡Beeeep, beeep!

¡No hay manera en el jodido infierno que no dejen dormir!
-gruño tomando el móvil-.

Apenas puedo soportar la luz del móvil desenfocada con los ojos entre cerrados .

Volviendo a la vida, puedo ver el mensaje de Karime, esta niña es una descarada, pero aún así la amo.

"Amiga ya levántese y entre a bañarse, la espero en el cole ;)".

Odio que tenga razón, ya están por dar las 6:00am y yo sigo sin una pisca de ganas de levantarme.

Después del motivante baño que me he dado, bajo a la cosina a prepararme un sándwich, la casa parece está abandonada con sólo una loca que la pueda habitar, Yo.
No quiero despertar a mamá así que sólo entro a su habitación y me despido de ella con un silencioso beso en la frente.

Yeiner, mi estúpido hermano mayor se encuentra aún dormido. ¿Qué es que a éste tipo se le olvida que tiene que llevarme al colegio?.
Tomo su almohada y se la arrojo en el rostro

-Vamos idiota que se me hace muy tarde-.

-Basta samanta, te haría bien caminar.
-Responde adormilado-

- ¡Eres un grandísimo bobo!.
- exclamo y salgo de su habitación- .

Apenas lo hago sale detrás de mi, pone su brazo sobre mi hombro y me dice:
"Eres una pequeña irritante" -Río-

Enciende el auto y entro subiendo la ventanilla, está mañana hace frío.
En el camino Yeiner maneja cantando, me gusta verlo alegre. Volteó a verlo y él rápidamente lo nota.

-¿Qué me miras boba? -Ríe-

-Inusualmente hoy no te veo tan detestable hermanito. -Reímos los dos-

Llegamos al colegio y me bajo del auto despidiendome con un beso en la mejilla, aveces él suele ser algo arrogante pero sin importar qué, el siempre está ahí para mí.

-¿Otra vez tarde amiga?
-Karime me recibe con una sonrisa-

-Calla boba, -le digo mientras me acerco a ella y caminamos hacia nuestro aburrido salón-

En el camino empieza con su interesante charla de chicos y cómo ya se encontró un nuevo pasatiempo

-¿Ahora quién es el desafortunado?
-la miro con intriga y una sonrisita de traviesa-

-Nadie interesante, sólo James Welk
-dice mirándome y alzando una ceja-.

-¡No!. -James welk es el chico más popular de todo el colegio, tiene unos ojos color miel y su estatura haría que Karime se pusiera de puntitas para abrazarlo, ni siquiera podía imaginar Como es que él le hiciera caso, digo Karime es hermosa pero a veces suele ser algo atrevida-

Entramos al salón riendo y ahí estaba nuestra querida Dely, con su cabello rubio y su perfecta sonrisa. Juntas hacíamos el trío de amigas más confidenciales y carismáticas del colegio

-¿Qué pasa chica? hoy amaneció más bonita de lo que era ayer -Le digo mientras me acerco al pupitre más cercano a ella-

Las tres reímos mientras colocabamos el libro de historia el el pupitre,  empezó la clase y Karime pasa por el suelo un trozo de papel hasta hacerlo llegar a mis pies, apenas el maestro se pone a escribír en la pizarra dándonos la espalda hago un movimiento rápido y lo tomo.

"Chris no deja de observarte"

Rayos, los nervios se apoderaron de mí, busqué a Chris con la mirada y al girar mi cabeza hacia atrás, ahí estaba él, mirándome firmemente hasta que se percató de que me había dado cuenta.
Mis mejillas no tardaron en cambiar a color "Tomate" -Morí de vergüenza-

Al terminar la clase salimos a la cafetería, no quería sentir miradas al salir del salón y menos si una de ellas iba a ser de Chris.
Me apresuré y apenas entramos al pasillo me invadieron las bullas de Dely y Karime, ¡Dios! Esas dos.

Tomamos lugar en la cafetería, Justo cuando creí sentirme menos incómoda entra Wendy pulverisandome con la mirada.
Esa chica es una envidiosa, realmente me cae tan mal que cualquier pretexto sería bueno para quitarme estas ganas de arruinar su perfecto maquillaje de un golpe. La odio désde que la única vez que un chico de verdad me gustó me lo arrebató como una gata desesperada, y sólo para que a los días cambiará de juguete.

Llegó con su grupito de amigas, todas tan detestables como ella.

Traté de calmarme e ignorar su presencia a dos mesas de la mía.

-¡Samanta!
-Me habló Karime sacandome de mis pensamientos-.

-Ya, ya, disculpen. -Les respondí poniendo los ojos en blanco-.

-¿Es qué acaso esa chica nos va a amargar a nuestra amiga cada vez que se aparezca?
-Exclamó dely-

Amaba a estas niñas.

- ¡Ay! Son unas pequeñas maricas.
-Reímos-

- Y bien, ¿Ya nos dirás que pasa con Chris? -Dice Dely con una sonrisa de pervertida-

-¿Realmente que quieren que pase?. Absolutamente nada, saben en que posición estoy después de todo lo que me pasó.

-Vamos samanta no puedes estar así toda la vida, Necesitas divertirte.
-Exclamó Karime.

Realmente no quería saber más nada de chicos, desde que me dí cuenta que era una pérdida de tiempo en su totalidad. Pues bien hace dos años atras era tan sólo una niña buscando amor, queriendo conocer de lo que tanto hablaban a mi alrededor, esas canciones de amor y el romanticismo en las peliculas,  "Enamorarse".
Y digamos que no me resultó del todo.
Siendo tan sólo una patética niña llena de inmadurez, me emocionaba cada vez que llegaba un chico a mi vida y sin saber nada quería llamarle "Amor", sí, les decía te amo sin nisiquiera sentirlo. Lo único que quería era sentir esas mariposas en el estómago pero al último lo único que llegaba a sentir era una amargura de desilusión.
Buscaba y buscaba algo verdadero pero sólo terminaba llorando en mi habitación, todos eran unos idiotas.

-¡Samantaaaa!
-dice Karime moviendo mi hombro-

Desvío la mirada hacia ellas y no pude evitar sollosar.

-Lo siento chicas. Creo que será mejor entrar a clases.