Caramelos

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Gaius era conocido por todo el campamento como Gaius el boca dulce, apodo bien merecido y que incluso sus enemigos conocían, el famoso ladrón que trabajaba por dulces y oro. Pero solo el campamento sabia cuanto amaba a su mujer y a su hijo. Esa mañana el pequeño Iñigo caminaba tranquilo por el campamento de los custodios, cabello naranjo siempre bien peinado y su ropa bien ordenada los distinguían del resto de los niños que jugaban por ahí, su madre Olivia estaba entrenando junto al resto, mientras que su padre Gaius cocinaba unos cuantos dulces.

-Eso huele bien papá, que es esta vez?- Gaius se sorprendió un poco de oír la voz de Iñigo, pensaba que solo le gustaba el arte de bailar, jamas pensó que le interesara la cocina de los dulces-

-Es una receta que ha pasado de generación en generación en mi familia, tal vez no lo sepas hijo, pero provenimos de una basta linea de ninjas, la sangre de ninjas experimentados corre por nuestras venas- Gaius seguía cocinando mientras decía eso con orgullo, sin embargo cayo en cuenta de algo- Quieres aprender hijo mio? creo que ya es tiempo- Gaius observo como los ojos del pequeño se iluminaban-

-De verdad me enseñaras papá?- Iñigo sonrió al ver la cara de satisfacción de su padre, parecía un buen modo de pasar tiempo con su padre-

-Escucha bien lo que harás...- Gaius subió a a iñigo en sus brazos para que el también pudiera ver la olla-

Gaius le enseño a Iñigo la receta de sus ancestros, luego le dejo repetirla, aunque Iñigo parecía no ser tan diestro como su padre en el arte de cocinar cosas dulces Gaius deicidio darle una probada.

-Pues... esta... algo ácida la formula- Gaius trato de digerir aquel espanto de dulce ácido, pero el intento no estaba mal, solo le falto medir mas la azúcar-

-Crees... Crees que algún día me salga como a ti?- Gaius le sonrió a su hijo, quien se veía bastante agobiado-

-Claro que si hijo, solo debes practicar, y yo estaré aquí para ver tu progreso- Iñigo sonrió ante las palabras de su padre, tal vez algún día lo vería sentirse orgulloso de su avance-

Miles de años en el pasado... Reino sideral...

-Pense que esa peste provenía de Asugi, pero al parecer viene de ti- Saizo observaba a Laslow cocinar dulces con bastante entusiasmo-

-No seas amargado Saizo, que tal si le compartimos un poco de estos dulces a tu hijo, eso seguro le hace feliz- Lazlow había prendido a llevarse bien con Saizo, aun así Saizo seguía encontrando repulsivo el gusto por los dulces, no lo aprobaba del todo-

-Solo por que te esfuerzas haciéndolos te ayudare con tu cometido de invitar dulces al resto- Saizo vio como Laslow sonreía agradecido con el, de algún modo le agradaba ese papanatas, Laslow tenia algo que le daba ganas de verle feliz, tal vez a Saizo le estaba afectando estar tanto tiempo con el-

-Ten, hice este para ti, solo quiero saber tu opinión- Laslow parecía esforzarse por saber la opinión de Saizo, el ninja decidió aceptarlo y probar un poco-

-Interesante- Saizo hizo que Laslow se desconcertara, no sabia si era un interesante bueno o uno malo- no solo huele como los dulces de Asugi, también saben igual, tal vez... ligeramente mejor- Saizo pareció sorprenderse de este echo, acaso Asugi y Laslow tenían el mismo recetario de dulces?-

- Genial, gracias Saizo, eso me alewgra- Lazlow volvio a su trabajo con buen humor mientras Saizo lo seguia-

Tal vez Iñigo perdió a su padre antes de poder lograr la receta, pero Lazlow pudo mostrar le a su Tatara algo abuelo, y con eso le bastaba.

Fictober 2018Where stories live. Discover now