Capítulo 5
En el centro de salud, Valentina jugaba con una lapicera que estaba en el escritorio de la enfermera, mientras esperaba noticias de José Miguel.
Amparo: (se dirige a Valentina) Ahorita sale, su novio.
Valentina: No, no es mi novio, pero gracias.
Amparo: Entonces lo que sea de usted, y tuvo suerte de que contáramos con el suero antiofídico, ese tipo de mordeduras son tan comunes por aquí, que realmente se nos agotan.
Valentina: Como usted dice, tuvimos suerte (se apoya en el mesón)
Amparo: Me permite, el que sigue (sale José Miguel)
Valentina: ¿Cómo te sientes?
José Miguel: Mejor, y le aclaro una cosa, no crea que voy a estar eternamente agradecido por lo que hizo.
Valentina: Eso es lo último que hubiera esperado de ti (ríe)
De camino a Los Cascabeles, Valentina intentaba meterle platica a José Miguel, pero el prácticamente la ignoraba.
Valentina: Es un lindo día ¿no te parece?
José Miguel: Ya le dije que deje de tutearme.
Valentina: Disculpe usted señor (ríe)
José Miguel: Una más de sus burlas y me bajo.
Valentina: Por favor, dudo que pueda caminar, pero para que vea que se entender, ya me estoy portando seria.
José Miguel: Déjeme advertirle una cosa.
Valentina: La que usted quiera
José Miguel: Que no se le vaya a ocurrir volver a meterse a mi casa, así como así.
Valentina: Esta bien, pero eso no se lo puedo asegurar (ríe), mire ya voy seria se lo prometo.
Los Cascabeles
Isabel: Debí de haber acompañado a José Miguel, hace mucho que se lo llevó esa joven, y es la hora que no llegan.
Ernesto: Seguramente no tardan en llegar.
Benita: ¡Don Ernesto!
Ernesto: ¿Sí?
Benita: Le hablan por teléfono, es de México.
Ernesto: Si, gracias Benita.
Benita: Pase al despacho.
Ernesto: Con su permiso (se va al despacho)
Isabel: ¿No has sabido de José Miguel?
Benita: Nada (llega Alonso)
Alonso: ¿Mamá?
Isabel: ¿En dónde estabas?
Alonso: Le pedí a Nazario que me llevara a conocer los sembradíos, ¿hice mal?
Isabel: Ya casi es hora de irnos.
Alonso: Estaba haciendo tiempo para evitar otro fatal encuentro con mi primo.
Isabel: Ay hijo, no sabes lo que le pasó a tu primo.
Alonso: ¿Qué cosa?
Isabel: Lo mordió una serpiente de cascabel.
Alonso: ¿Y cómo fue?
Isabel: No sé, estaba en el despacho trabajando y apareció la víbora no sé de dónde.
Alonso: ¿Y qué hicieron?
Isabel: Afortunadamente llego una vecina y se lo llevo al centro de salud del pueblo, estoy esperando que regresen de San Pedro.
Alonso: No sabía que tuviéramos vecinos.
Isabel: Sí, se llama Valentina Montesinos, y fue un milagro que llegará, porque si no sabrá Dios que tragedia hubiera ocurrido.
Alonso: Bueno, entonces tendremos que cancelar nuestro viaje a México para acompañar a José Miguel.
Isabel: Nada de eso, nada ha cambiado Alonso, tú y yo nos vamos, solo hay que esperar que llegue tu primo, para asegurarnos que esta fuera de peligro, mientras yo voy a cerrar mi maleta y tú alístate (se va su habitación)
Despacho
Ernesto: No, no, no, lo que necesito es que verifiques inmediatamente esa información; no, tampoco me importa el tiempo que tardes entiéndelo, aquí voy a estar llámame.
Alonso va hasta los establos para enfrentar a Rosendo.
Alonso: ¡Rosendo!
Rosendo: Dígame
Alonso: Te tengo noticias.
Rosendo: Ya me acabo de enterar que la viborita le pego su buena mordida al perfumado.
Alonso: Eso parece, pero en mala hora se apareció una vecina entrometida.
Rosendo: ¿Una vecina?
Alonso: Sí, una tal Valentina Montesinos, fue ella quien ayudo a José Miguel, incluso se lo llevo al pueblo. Lo ves Rosendo, de nada sirvió tu maravilloso plan.
José Miguel y Valentina llegan por fin a los Cascabeles, y un poco más atrás de ellos los observaba Ivana, quien quería a José Miguel para ella y para nadie más. Valentina se bajó antes de la camioneta y ayudó a José Miguel a bajar también.
José Miguel: De aquí a la puerta puedo caminar solo.
Valentina: Bueno, no dije nada.
José Miguel: Gracias, por todo señorita Montesinos.
Valentina: De nada señor José Miguel (se acerca Ivana)
Ivana: José Miguel, ¿te ayudo?
José Miguel: No gracias, puedo solo.
Valentina se sube nuevamente a su camioneta y se va justo cuando José Miguel se dio la vuelta para decirle algo.
Ivana: ¿Pasa algo José Miguel?
José Miguel: No, nada, vamos.
Casa de Sabino
Chuy: Y luego la señorita Valentina, lo ayudo a subir a la camioneta y se lo llevó para que terminaran de curarlo.
Sabino: De verdad que esa muchacha no aprende, para qué anda de ofrecida con esas personas, por qué no se da cuenta que se está metiendo con Sansón a las patadas.
Juan: ¿Por qué lo dice Don Sabino?
Sabino: Porque ya tuvo una discusión muy fuerte con ese señor y luego discutió con Rosendo, pero eso por lo visto a Valentina no le importa.
Chuy: La señorita Valentina no le tiene miedo a Rosendo, y si ayudo al señor José Miguel es porque le gusta.
Sabino: No digas tonterías chamaco, que le va andar gustando ese alacrán.
Juan: Pues quizás en una de esas lo enamora y se casa con él.
Sabino: Esa es una tontería más grande que la que dijo tu chamaco.
Juan: Pero, por qué si tarde o temprano todos nos casamos y además la señorita Valentina es muy bonita que cualquiera podría enamorarse de ella.
Sabino: Pues, Valentina será toda una mujer, pero ella no nació para el matrimonio, si lo sabré yo.
José Miguel e Ivana entran a la casa y se encuentran con Benita que venía desde el comedor
Benita: Mi niño ¿cómo te sientes? ¿puedes caminar, ya no te duele?
Ivana: Pues al parecer si puede caminar porque no quiso que ni yo ni esa mujer lo ayudáramos a entrar (José Miguel la mira algo molesto), mejor me retiro tengo mucho trabajo, cualquier cosa que necesites me manda a buscar (se retira)
Baja Isabel junto a Alonso e Iluminada que traía las maletas
Isabel: ¿Qué pasó hijo te atendieron?
José Miguel: Cuanta pregunta, sí, estoy bien
Alonso: Que bueno primo, ¿eso quiere decir que ya no hay peligro?
José Miguel: Supongo que no
Isabel: Entonces ya me puedo ir tranquila, nada más estábamos esperándote para despedirnos. Adiós hijo, y que Dios vele por ti (lo abraza)
Despacho
Ernesto: ¿Cómo?, no, no, no, eso no puede ser, es imposible; sí, sí, entiendo, gracias (cuelga el teléfono)
Sala
Isabel: Vámonos Alonso
José Miguel: Esperen, tía no se vayan por favor.
Isabel: Gracias José Miguel, pero no tiene caso que nos quedemos.
José Miguel: Tía, te lo estoy pidiendo por favor, o qué quieres, que me ponga de rodillas y me humille para que puedas perdonarme.
Isabel: No, por supuesto que no hijo, no hace falta que digas más, somos tu familia y vamos a estar contigo siempre (se dirige a Alonso) Alonso, hay que llevar el equipaje a las recamaras.
Alonso: Sí mamá
Entre Iluminada y Benita subieron el equipaje de Alonso e Isabel, que también subieron con ellas, José Miguel se acercó al cuadro de sus padres.
José Miguel: Mamá, papá, perdónenme
Don Ernesto sale del despacho buscando a Isabel cuando se topa con José Miguel.
Ernesto: Isabel, yo... José Miguel ¿cómo sigues?, tu tía me conto del accidente que tuviste.
José Miguel: Ya estoy bien.
Ernesto: Me da mucho gusto
José Miguel: Tenemos varios pendientes, voy a cambiarme para ir al banco con usted
Ernesto: Sí, por favor espera, es que puede que este no sea el mejor momento para hablar, pero es sumamente importante que te enteres
José Miguel: ¿Qué pasa?
Ernesto: Debes regresar a México cuanto antes.
José Miguel: ¿Por qué?
Ernesto: Por culpa de la estafadora de Camila Valtierra
Los Ángeles, California
Desconocido: Aquí la tiene jefe (despierta a Camila que estaba sedada)
Dante: ¿Pensabas que te ibas a escapar de mí?
Camila: Dante mi intención...
Dante: Tu intención era escaparte con las ganancias que ambos obtuvimos
Camila: Créeme que mi intención...
Dante: Camila, yo de ti creo cualquier cosa, tanto que permití que huyeras con el botín, mientras yo me la pasaba muy divertido en la sombra.
Camila: Yo...
Dante: Error número 1, robarle a un compañero lo que es suyo; error número 2, traicionar mi confianza dos veces.
Camila: Tienes razón, pero no todo está perdido
Los Cascabeles
Ernesto: José Miguel, hace más de un mes que tú le firmaste como aval de un crédito para la compra de un edificio
José Miguel: Es verdad
Ernesto: Esa mujer no cumplió con el pago, y como está desaparecida, el banco ahora te está reclamando a ti como deudor.
José Miguel: Camila Valtierra, ¿por qué tiene que seguir destruyendo mi vida?
Ernesto: Ahora entiendes por qué es urgente que vayas a México
José Miguel: No iré, resuelva usted ese asunto como lo considere mejor
Ernesto: Bueno, pero tendrás que firmarme unos documentos para la demanda.
José Miguel: Sí, firmaré lo que sea, y ocúpese de contratar al mejor, óigalo bien, al mejor detective privado para dar con el paradero de Camila Valtierra, y entonces cóbrele hasta el último centavo que me debe. Quiero ver hundida a esa mujer para siempre.
Los Ángeles, California
Camila: Yo te juro que voy a reponerte con creces el dinero que te debo, te lo juro...
Dante: Estas frita, yo no creo que José Miguel Villalba respalde a la mujer que lo dejó plantado en el altar.
Camila: Hay un modo para que recuperes tu capital, conozco una propiedad que vale mucho más de lo que te debo, voy a negociar con el antiguo dueño para que me regrese el enganche que le di, por lo menos obtendrás el triple, te lo ofrezco a cambio de mi vida.
Los Cascabeles
Ernesto: José Miguel, si no se te ofrece algo más me voy a México inmediatamente a cumplir tus encargos, perdóname que te hable de otra cosa, tengo entendido que Alonso y tu tía Isabel abandonan la hacienda, yo me ofrezco a llevarlos.
José Miguel: No hace falta, van a quedarse aquí en Los Cascabeles, abogado Galeana ¿la propuesta de compra de la hacienda Montesinos esta lista?
Ernesto: No, todavía no José Miguel, Ivana me estaba ayudando...
José Miguel: Necesito que antes que se vaya liquidemos ese pendiente, usted es el que debe ir a presentar la propuesta.
Ernesto: Bueno, voy a necesitar un par de días, para entregar información de los linderos en el registro público de la propiedad y hacer lo avalúos de los inmuebles, sus tierras y recursos, le pediré a Ivana que me ayude con eso.
José Miguel: Sí adelante
Ernesto: Voy a llamar a mi oficina para que vayan adelantando lo del amparo
José Miguel: Sí, haga lo que considere necesario, y ya arreglamos para después lo de la ida al banco.
Ernesto: Como tú digas, me voy a trabajar nos vemos mañana (se va)
José Miguel: Voy hacer que muerdas el polvo Camila Valtierra.
Habitación de Alonso
Isabel: Afortunadamente las cosas se resolvieron, pero no quiero que algo así se vuelva a repetir.
Alonso: Mamá, me has repetido lo mismo 10 veces
Isabel: Sí, pero ojalá se te meta en la cabeza, que no puedes estar saliendo con una mujer que tienen compromiso, si esa tal Gabriela tiene novio, por favor evita volverla a ver.
Alonso: No, no, yo no lo sabía, además solo fue una vez.
Isabel: No lo dudo, pero en los pueblos pequeños como San Pedro, la gente no piensa igual que en las grandes ciudades y a veces se malinterpretan las cosas.
Alonso: Yo puedo tener todas las amigas que quiera, o qué, quieres que me vuelva un ermitaño como mi primo.
Isabel: No hijo, no exageres
Alonso: No, el único exagerado es él
Isabel: Ya que estamos hablando de José Miguel, quiero pedirte que limes asperezas con él
Alonso: Así como anda, imposible.
Isabel: Inténtalo hijo, yo sé que hay mucho cariño entre ustedes, sería muy triste que se distanciaran por una tontería, por favor Alonso, no olvides que José Miguel y tú siempre han sido como hermanos, han compartido tantas cosas
Alonso: Sí, hemos compartido muchas cosas...
Despacho
Benita: (entra)
José Miguel: ¿Se te ofrece algo?
Benita: Sí, no, bueno sí, pero no.… sí
José Miguel: Estoy muy ocupado, dime que quieres
Benita: Me siento muy orgullosa de ti, yo sé lo que te costó pedirles perdón a tu tía y a tu primo.
José Miguel: Por favor Benita, no quiero hablar de eso, tengo muchas cosas más importantes de que preocuparme.
Benita: Y hablando de otra cosa, que bien se portó la tal Valentina ¿verdad?, se ve que es una mujer con carácter, y por si fuera poco con un sentido del humor que hace reír hasta las piedras.
José Miguel: A mí me parece una niñita orgullosa, arrogante y oportunista.
Benita: Pero, ¿por qué dices eso?
José Miguel: Porque seguramente está buscando la manera de quedar bien conmigo, para después sacar provecho, como le dije que quiero comprar su hacienda.
Benita: ¿Por qué de entrada tienes que pensar mal de ella?, no todas las mujeres son como tu ex novia Camila Valtierra.
José Miguel: ¡Pensé que había quedado claro que estaba prohibido mencionar ese nombre!
Benita: Esta bien, no te enojes (se va a la puerta y antes de irse le dice algo más), pero yo sé que Valentina, es diferente (se va)
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Soy tu Dueño (Historia invertida)
FanficEs la historia de la telenovela "Soy tu dueña" pero invertida, espero les guste