Capítulo 8

270 11 1
                                    

Capítulo 8

Laguna de la hacienda Montesinos

Ivana: Bueno pues esta es la famosa laguna Montesinos, ¿qué le parece?

José Miguel: Es bonita, con razón el ganado insiste en venir para acá para beber agua

Ivana: Pues es lo que yo digo, los animales tienen su instinto, además queda mucho más cerca y pues es lógico que vengan.

José Miguel: Y no los culpo

Ivana: Pero Rosendo me ha contado que insistes en que los llevemos a nuestro lado

José Miguel: Ya no me importa si mis reces se meten en esta propiedad

Ivana: Sí, pero lo malo es que ya llego la dueña y tal vez en una de esas nos puede matar alguna. Si es que no te vende la hacienda claro está.

José Miguel: Pobre de ella si se atreve

Ivana: ¿Habla en serio?

José Miguel: Sí, si Valentina Montesinos no quiere que mi ganado entre en su propiedad que levante una cerca.

Ivana: Pues eso sí

José Miguel: Nada más falta que yo le tenga que hacer ese favor

Ivana: Me gusta que piense así, pues creo que usted y yo ya empezamos a concordar en muchas cosas

José Miguel: ¿Cómo cuáles?

Rosendo: Noto que la tal Valentina no nos cae bien a ninguno y seguramente más adelante usted y yo nos vamos a entender mucho mejor (lo dice coquetamente)

José Miguel: Lo único que usted y yo tendremos en común será la hacienda, solo eso. Ahora vamos a la empacadora.

Ivana: De acuerdo.

San Pedro (tienda de Mauricio)

Mauricio: (se acerca a Valentina) Mucho gusto Valentina, Mauricio Rojo el prometido de Gaby.

Valentina: Encantada Mauricio

Alonso: También me da mucho gusto conocerte Mauricio, Gaby me había hablado mucho de ti, (le pregunta a Valentina) ¿verdad mi amor?

Valentina: Sí, sí claro nosotros ya nos vamos.

Gaby: Hasta pronto, que les vaya bien.

Valentina: Fue un gusto verte y tenemos mucho, mucho que platicar (se van)

Alonso: Gracias por no haber desmentido a Gaby

Valentina: Perdón, pero a mí lo que me gustaría saber es, ¿por qué paso todo esto?

Alonso: Es que Mauricio es muy celoso y no soporta que su novia tenga amigos.

Valentina: Sí, conozco muy bien a mi amiga y hacen muy bien en marcarle el paso.

Alonso: De verdad créeme que ella y yo sólo somos amigos, por lo menos a mí no me interesa en lo absoluto, espero que ahora no vayas a ser tú la que se meta en problemas por mi culpa.

Valentina: ¿Problemas?

Alonso: Sí, aquí la gente es muy chismosa y de pronto pueden pensar de verdad que tú y yo somos novios

Valentina: No, no yo no creo que llegue a tanto, además yo no tengo quien me cele, pero bueno yo me despido

Alonso: Mucho gusto Valentina (se queda mirando a todos lados)

Valentina: ¿Pasa algo?

Alonso: Es que la gente con que venía al parecer se fue, ¿sería mucha molestia que me dieras un aventón a Los Cascabeles?

Valentina: Por mí no habría problema, pero vengo a caballo, claro que bueno si a ti no te importa.

Alonso: En lo absoluto, pero sabes Valentina, los caballos me dan terror, pero me inspiras tanta confianza que sé que nada me pasará.

Valentina: Bueno, pues siendo así vamos, te sujetas bien de mí.

Empacadora

José Miguel revisaba todo el trabajo que se hacía, mientras hablaba con los empleados e Ivana lo miraba casi comiéndoselo con la mirada.

San Pedro (casa de los padres de Gaby)

Cuando Mauricio y Gaby se dirigían al restaurante, se encontraron con la madre de él que los convenció de ir a comer a la casa.

Enriqueta: ¿De verdad no te sirvo más Gaby?

Gaby: No, de verdad, estuvo muy sabroso todo, pero no muchas gracias.

Enriqueta: Espera a probar el postre que compro Mau, que suerte tendrás cuando te cases con ella.

Mauricio: ¡Mamá! (tono de reproche)

Gaby: Es verdad mi amor, seré la mujer más afortunada al casarme contigo.

Enriqueta: No es porque sea mi hijo, pero con ella te sacaste la lotería.

Moisés: ¡Enriqueta por favor!

Enriqueta: ¿Ya fijaron la fecha de la boda?

Gaby: Habíamos pensado que como en dos meses, pero tal vez necesitamos más tiempo, digo para que todo salga espectacular.

Moisés: ¿A qué no saben quién estuvo hoy en el banco?

Enriqueta: ¿Quién?

Moisés: Valentina Montesinos, la hija de Leonor y Federico, parece que regresan a vivir a su hacienda.

Enriqueta: ¡No me digas!

Mauricio: Precisamente hoy la conocí, me la presento Gaby.

Gaby: Hace tiempo que no la veía, pero desde niñas éramos inseparables.

Mauricio: Y también conocimos a su novio, ¿verdad mi amor?

Enriqueta: ¿Valentina tiene novio? (mira a Moisés confundida)

Mauricio: Sí, es un muchacho muy simpático y me encantaría que saliéramos los 4 en plan de amigos ¿no te parece?

Gaby: Me encantaría

Hacienda Montesinos

Juan intentaba arreglar la camioneta cuando Sabino aparece

Sabino: ¿Qué estás haciendo Juan?

Juan: Aquí intentando arreglar esta carcacha, hace falta cambiarle varias piezas

Sabino: ¿A poco tú le haces a la mecánica?

Juan: Digamos que me defiendo

Sabino: Entonces apúrate en arreglarla, tú me dices que piezas necesitas y yo me doy una vuelta al pueblo para conseguirlas

Juan: ¿Entonces urge verdad?

Sabino: Sí, cuando llegue Don Federico y Doña Leonor van a necesitar en que moverse

Juan: Oiga Sabino, ¿por qué se fue de este lugar Don Federico?, si según usted él quería tanto la hacienda.

Sabino: Él sí, pero a Doña Leonor nunca le gusto

Juan: Pero si ella es de por acá ¿o no?

Sabino: Bueno, cuando nació Valentina, la patrona decía que su hija no iba a recibir una buena educación en un pueblucho como este, por eso se fueron a la capital.

Juan: Entonces, ¿solamente contó su opinión? ¿Don Federico no dijo nada?

Sabino: El patrón es un hombre muy noble, su debilidad siempre ha sido su mujer, la adora, aquí el problema es que Doña Leonor es una mujer de mucho carácter, ya la conocerás es de temer.

Juan: ¿Así de plano?

Sabino: Mira Juan, con decirte que ni siquiera se dio cuenta que, al intentar hacerle un bien a su hija, le hizo un gran mal llevándosela.

Juan: ¿Por qué?

Sabino: Porque Valentina se descontrolo mucho cuando se fue de la hacienda.

Los Cascabeles

Valentina y Alonso iban rumbo a Los Cascabeles en el caballo de ella, cuando Isabel los ve llegar juntos quedando sorprendida.

Alonso: (se baja del caballo)

Valentina: Llegamos Alonso, ¿no se te hizo muy pesado?

Alonso: No para nada, y gracias por traerme, me da pena haberte desviado

Valentina: Por favor claro que no, la verdad es que me queda de pasada.

Alonso: Ojalá nos veamos pronto, pero ven en coche, porque como ya te dije, no se montar.

Valentina: Si piensas quedarte en San Pedro algún tiempo lo que deberías hacer es aprender.

Alonso: Tienes toda la razón Valentina, ¿y tú podrías enseñarme?

Valentina: Pues cuando quieras.

Alonso: Gracias nuevamente y vete antes de que mi primo te vea aquí, es capaz de salir con una pistola y dispararte para que te vayas (ríe)

Valentina: No, mejor dime una cosa ¿José Miguel siempre ha tenido ese carácter?

Alonso: No, pero es una larga historia que ya te contare cuando nos volvamos a ver.

Valentina: Claro...

Alonso: No puedo hablar por mi primo, pero a mí me da mucho gusto que seas nuestra vecina.

Valentina: Lo mismo digo Alonso

Alonso: Gracias de nuevo y hasta pronto (toma su mano y la besa)

Valentina: Nos vemos (se sube a su caballo y se va)

Los Cascabeles (sala)

Alonso: Hola mamá

Isabel: Cómo estás hijo, oye te vi llegar con Valentina Montesinos, ¿dónde te la encontraste?

Alonso: ¿Ahora también te molesta que tenga amistades con la vecina?

Isabel: Claro que no

Alonso: Tu misma me pediste que saliera con personas sin compromiso, y Valentina no tiene ninguno.

Isabel: Ay Alonso, por qué siempre te pones a la defensiva hijo, nada más estoy haciendo un poco de platica.

Alonso: Es que todo lo que hago te parece mal

Isabel: Eso no es verdad Alonso, pero te confieso que me sorprendió verte llegar a caballo, siempre les has tenido miedo a esos animales.

Alonso: Sí, pero esta vez venía muy cómodo con Valentina.

Isabel: Hijo, ¿te interesa esa muchacha?

Alonso: Digamos que me parece muy guapa y atractiva, ¿a ti te importaría si llegará a tener una relación con Valentina?

Isabel: No, claro que no, me parece que es una buena muchacha.

Alonso: En eso estoy de acuerdo contigo, es simpática, educada y muy linda, sobre todo eso, ¿qué más se podría pedir?; y para mi buena suerte, José Miguel no piensa igual que yo (se va)

Los Cascabeles (Empacadora)

Mientras en la procesadora de Los Cascabeles, Ivana le explicaba todo el proceso de trabajo a José Miguel.

En la Hacienda Montesinos Don Ernesto fue hacerle la propuesta de compraventa a Valentina.

Valentina: Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?, me dijo Sabino que quería hablar conmigo.

Ernesto: Sí, buenas tardes, soy Ernesto Galeana (le estrecha la mano)

Valentina: A sus órdenes señor Galeana, pase (pasan a la sala) ¿en qué le puedo servir?

Ernesto: (se queda mirando pensativo la casa)

Valentina: ¿Sucede algo?

Ernesto: Perdón, es que realmente estaba recordando.

Valentina: ¿Nos conocemos?

Ernesto: Yo sí, te conocí cuando eras una niña pequeña, por eso ahora me atrevo hablarte de tú. ¿Te molesta?

Valentina: No, no, claro que no, pero por favor siéntese.

Ernesto: Gracias (se sienta) soy el administrador de la familia Villalba, bueno mejor dicho de José Miguel Villalba.

Valentina: ¿Le ofrezco algo?

Ernesto: No, por ahora no, gracias, solamente vine a entregar un documento de parte de José Miguel.

Valentina: ¿Y qué es?

Ernesto: Permíteme (saca el documento de su maletín) aquí está (se lo entrega) es una propuesta para comprar tu hacienda.

Valentina: Fui muy clara con él cuando le dije que la hacienda Montesinos no está en venta, así que por favor regrésele su propuesta.

Ernesto: Perdón, pero es una excelente oferta, ¿por qué no la revisas?

Valentina: Perdón que se lo diga, pero no me interesa, sea cual sea la cantidad no voy a vender mi propiedad ni a José Miguel Villalba ni a nadie. Sabe, realmente no entiendo la necedad del señor Villalba, no creo que le hagan falta mis tierras, con las suyas le basta y le sobra.

Ernesto: Bueno, digamos que es un capricho, lo siento por ti Valentina, vas a tener que ser muy paciente, porque te aseguro que José Miguel hará lo imposible por salirse con la suya.

Valentina: Sí, sí, ya me he dado cuenta que es un hombre testarudo, impositivo y acostumbrado hacer lo que quiere.

Ernesto: Pero te aclaro que ese no es el verdadero José Miguel, lástima que no lo conociste antes.

Valentina: ¿Antes de qué?

Ernesto: Digamos que antes de que llegara a Los Cascabeles; Valentina para serte sincero creo que haces muy bien en conservar esta propiedad, uno no debe desprenderse de sus raíces, así como así.

Soy tu Dueño (Historia invertida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora