Sicaria

Capitulo 6.

Después de ese recorrido, me dirigí nuevamente hacia el baño, porque, tener el sentimiento de suciedad impregnado en mi, sin contar el olor putrefacto, no son para nada gratificantes.

Al entrar, Me dé sise de mi hermosa ropa, ahora manchada de sangre y la coloque en el zafacón del baño, ya no la volvería a utilizar, cuando me dirigía a la bañera pare un segundo para ver mi reflejo, ¡oh Dios Mío!, me veía demacrada, mi estado era simplemente terrible, tenía los ojos rojos al igual que la nariz, tenía un gran moretón morado-verde, tomando en cuenta mi tono de piel, en la parte baja del cuello, probablemente hecho por uno de los secuestradores, varios rasguños y cortadas en mis brazos y piernas. Mi cara, por otro lado no tuvo la misma mala suerte, aunque no salió tan bien que digamos, tenía una pequeña hinchazón en la mejilla derecha, pero, con un poco de hielo o una ducha fría se baja un poco, la mitad del cuerpo lleno de sangre y ni hablar del cabello, tenia de un todo un poco, al igual que estaba tieso por la sangre seca, finalmente, mi aspecto es totalmente repugnante.

Revisando el baño, pude encontrar un equipamiento, con ropa, acondicionadores, lociones, Jabones, y una interminable lista de cosas más.

Me decido a entrar a la ducha después de observar mi miserable estado (otra vez), Tome la tableta al lado de esta, busque el funcionamiento, a la que esta indico las instrucciones en múltiples pasos, fascinante, creo que podría vivir en este baño, claro, si es que tengo la oportunidad de seguir con mi vida después de todo esto.

Después de restregarme hasta que por fin se me quita la sangre, salí de la ducha en toalla y des-doble la ropa que me habían dado, esta consistía en unos pantalones camperos de color negro, una camiseta blanca, una chaqueta militar, tres tallas más grandes que yo y unas botas militares.

Después de colocarme la ropa interior, que se encontraba allí, deje la toalla en el canasto y salí del baño ya cambiada, decidí colocarme en un sillón de la habitación a esperar, ¿qué cosa?, ni puta idea.

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Después de más o menos una hora, se escucho un golpe en la puerta y hay me Di cuenta que vinieron por mí, me acerque a la puerta y la abrí dejándome ver a un chico alto parado en el lumbral de la puerta.

-Alison?- me pregunto este claramente sorprendido.

-La misma- respondí con el ceño fruncido, ¿por qué se sorprende?

-Bien...- Dijo rascándose la nuca, en una reacción nerviosa.

- ¿Estás aquí para buscarme?- pregunte probablemente ya sabiendo la respuesta

Este asintió en afirmación a mi pregunta, dando así inicio a una caminata por estos extensos pasillos.

-Entonces, Tú fuiste la que mato a Rosa- dijo con cierta molestia en su tono de voz, cosa que no me agrada para nada.

-¿Eso es una pregunta o una afirmación?- pregunte con la ceja alzada, bueno, el intento de una.

-Un poco de las dos, cuando la noticia de la muerte de Rosa inundo todas las instalaciones, junto con el ingreso de una nueva "Recluta", todos pensamos inmediatamente que tenían algo que ver, o ¿me equivoco?- Dijo este mirándome.

-En gran parte, yo no la mate, pero, en estos momentos es lo menos que me importa,-dije yo con semblante serio, ahora mismo, lo que quiero es ir a casa y que todo nunca hubiera pasado, sabía que la vida estaba siendo una perra conmigo, pero, no me imagine que llegara a tales extremos, mi familia lo es todo para mí.

-Bien, hemos llegado a la boca del lobo- ¿Qué?

-¿llegamos?, ¿llegamos a donde?- pregunte alterándome ligeramente.

-A la oficina de Kyle, o ¿crees que te quedarías en esa habitación todo el tiempo?- dijo este incrédulo, a lo que yo opte por encogerme de hombros.

-Pues, quién me busca, no debe esperar- digo yo tratando de que esto pase lo más rápido posible.

Este sonrió ante mi simulado "Entusiasmo ", a lo que este toco la puerta se lo que parece ser la oficina de Kyle, al escuchar un "pase" el chico que se encontraba en estos instantes frente a mí, puso un dedo arriba en signo de buena suerte que internamente agradecí.

-Ah, por cierto, me llamo Liam, espero verte de nuevo Al.- dijo este, antes de desaparecer por aquellos extensos pasillos.

Después de verlo irse, tome un gran suspiro, y abrí la puerta despacio, encontrándome con una oficina, de colores totalmente neutros, variando entre el negro y blanco.

-Siéntate- ordeno Kyle levantando ligeramente el rostro- Tenemos mucho de que hablar.