No podía creer lo que tenia frente a mí, Inés se encontraba en el suelo con el cráneo totalmente destrozados y todo lo que contenía este, con sangre esparcida en parte del suelo y la restante se encontraba sobre mí, pero, en este momento, no es lo que más me llama la atención, sino, el hombre que se encuentra frente a mí, mirándome amenazadoramente, indicándome, que no me moviera, si no, habría consecuencias, pero no podía, todo mi ser gritaba al unisonó una sola cosa:
Corre Alison, ¡Corre!
Sucia de tierra y con sangre en diferentes partes de mi cuerpo, me apresure a llegar a mi casa ignorando las miradas de las personas y sin la mas mínima intención, de tapar el mísero estado en el que me encontraba, solo corría, corría y corría, ignorando el ardor de mis pies, ignorando el dolor de mis pantorrillas, ignorando absolutamente todo, solo quería llegar a casa, y rogar de que esto sea un mal sueño.
Mire ligeramente hacia atrás, y fue un error enorme, a mis espaldas había una camioneta negra persiguiéndome, y era evidente de que me alcanzaría pronto, solo sentía el pánico recorrer cada centímetro de mí, no pensaba en otra cosa que correr y llegar a casa, Al elevar el rostro, pude ver como solo faltaba una calle para llegar a mi casa, de pronto, la esperanza resurgía en mí, me acerque rápidamente a mi casa, recordando que no tenía la llave, con pánico, golpeaba la puerta con fuerza, rogando a dios que por arte de magia alguien este adentro, no quería que me atraparan, pero nada sale como deseo; una mano me tomo de la cintura con fuerza y depositaba algo en mi nariz, sentía como mis facciones y cuerpo se relajaban y mis parpados se sentían más pesados, de un momento a otro, no sentía nada.
°°°°°
Trataba de abrir mis parpados, pero, me resultaban increíblemente pesados, mi cuerpo dolía a horrores, y la esencia a cloro inundaba toda mi nariz, trate de abrir los ojos, pero la deslumbrante luz blanca me cejo por completo obligándome a cerrarlos de nuevo, cuándo intente abrirlos nuevamente, no sabia en donde estaba, y los recuerdos de ayer volvían como una granada, yo era una granada a punto de estallar, y solo rezaba que lo que sea que suceda aquí termine.Mire a mi alrededor, la habitación era totalmente blanca, dándole un toque pulcro y espacioso, en medio de esta se encontraba una silla plateada, y atrás de esta una puerta de metal totalmente blanca.
Me mire a mí misma, o lo que se puede observar en primera Persona, mi ropa seguí sucia y manchada de sangre; sin pedirlo, imágenes de ayer se colocaron en mi mente, la vivida imagen de Inés seguía frescamente impregnada en mi memoria, negándose a irse, el remordimiento me carcomía por dentro y la culpabilidad no se hizo esperar. Menee la cabeza intentando que esos pensamientos se disiparan, aunque supiera que lo hacía en vano.
Mirando nuevamente la habitación, me fije que estaba sentada en un sofá de una plaza, totalmente de cuero blanco, aunque no se notaba mucho, por el color rojo que se impregnaba en este.
Al escuchar un chillido, dirigí mi vista hacia el frente y supe que no saldría de aquí tan fácilmente.
-¡Oh!, ya veo que despertaste- dijo un hombre de aproximadamente veintisiete años de edad, vestido de traje- Estoy aquí para hacerte una propuesta, así que dime Al, ¿Te apuntas?- Dios, en que me metí.
- ¿Q-qué tipo de pro-propuesta? – Si existe un Dios que me ama allá arriba, te ruego que me ayudes- No les seré de utilidad- dije tratando de zafarme de toda esta locura.
-Bueno, Lamento decirte, que si eres de utilidad Alison, quieras o no- Dijo este con una sonrisa- Mi nombre es Kyle, Kyle Goez- espera, ¿el no es..?.- y soy el director de la organización DMS- Ya sabía que había algo raro en esa organización – Y tu eres la chiquilla que se infiltro al sistema- Dios mátame ya, Jasón me estuviera diciendo '' Te lo dije'' en este momento.- Rosalía o rosa, tal vez la conozcas- Asentí en afirmación- ella era una de las candidatas para nuestro "trabajo", aparte de ser pareja de uno de nuestros hombres de confianza- abro los ojos como platos, porque, si no me equivoco, su novio es..., Arme todo el valor que tenia reunido por el momento me dispuse a hablar, rogando que estuviera equivocada.
-Y...-Al ver que mi voz se escucho rasposa, carraspee mi garganta en busca de aclararla, este al ver mi dificultad, me ofreció un vaso de agua que por el momento no me había fijado que traía, pero lo puse a un lado, no quiero ni imaginar que le pusieron al agua y no me atrevo a probarla para ver que tiene- ¿Cómo se llama ese "hombre de confianza"?- Por favor, que no diga ese nombre.
Me mira extrañado, pero, no tarda en responder- Su nombre es Lewis, Jasón Lewis- Y, en ese preciso momento, sentí como todo se venía abajo.
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Sicaria
De Todo-Por qué será que llueve tanto? - pregunto ella molesta. -Tal vez el cielo se puso triste al no ver tu hermosa cara de princesa feliz- dijo el con ternura en sus ojos. -Ayúdenme!!, por favor no hagan esto- dijo el hombre atado en la silla al final...