¡No le digan a Bruce!

Persuasión.

Capitulo 3.- Persuasión.

Gotham City

Mansión Wayne

Sábado 14, 8:30 a.m.

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En la habitación de Tim, estaban los 4 chicos planeando como convencer a Alfred para que acepte ir a los cursos de repostería, no sería tanto tiempo, solo sería esa misma tarde, la tarde de la fiesta, pero como era hasta cuidad metrópoli, y los cursos terminaban tarde, decidieron pagarle una habitación de lujo para que descansara.

-No entiendo por qué esta absurda junta es en mi habitación- Tim estaba un poco nervioso, tenia unas galletas que Alfred le dio en secreto y no quería que sus hermanos las encontraran y también estaban invadiendo su espacio personal a costa de su voluntad.

-Por qué... es la más limpia, iluminada, grande, alejada de la cocina y por qué no voy a dejar que vayan a mi habitación-Contesto Jason, acostado en la cama. Al igual que sus hermanos, el tenia... ciertas cosas, que era mejor no las descubrieran. No le saldría nada barato sobornarlos para que no abrieran sus bocatas

-Un momento, ¿¡es la más grande!?, hablare con mi padre al respecto- Respondió Damian, con un ligero toque de celos e indignación mientras fruncía ligeramente el ceño

-Es que me quiere más que a todos ustedes- hablo Tim con superioridad.

-Soy su hijo de sangre, y ustedes solo son unos arrimados.

-Al menos fuimos una opción, no un accidente, ¿verdad chicos? - Tim se dirigió a los demás.

-Si/No- Dick y Jason hablaron al mismo tiempo.

-Bueno, bueno, eso no importa, soy el favorito y punto, después podrán aclarar quien es el favorito después de mi, ahora debemos aclarar que les toca comprar a cada quien - Hablo Dick.

Todos lo miraron atento y con cierta burla en sus expresiones.

Dick se dirigió a Jason y Tim- A ustedes les tocan, las sodas, papas fritas, globos, manteles, luces y la música.- Volteo a ver su hermano mas pequeño y dijo- A Damian y a mí nos tocan la comida, las invitaciones, más decoraciones, algunas golosinas.

Los chicos estuvieron de acuerdo y cada uno salio de la habitación para dirigirse a la sala, si querían convencer a Alfred de irse esa misma tarde no podrían irse cada quien por su lado como normalmente hacían.

-Pensé que los encontraría boca bajo en la piscina, pero veo que me he equivocado- Comento Alfred con su usual sarcasmo al encontrar a los chicos viendo una películas de terror, bueno casi, Dick tenía los ojos tapados con sus manos, Jason estaba dormido, Tim estaba atento y Damian solo la veía por obligación, ha peleado con cosas más espantosas.

-Oh, no Alf, estamos pasando un rato como hermanos- Hablo Dick, estaba asustado y su voz temblorosa lo delataba aunque tratara de ocultarlo.

-Me alegra que los jovencitos se presten un rato a ser "normales" en lugar de dormir todo el día y estar despiertos toda la noche- Comento Alfred y salió de la sala para hacer sus tareas diarias.

-Es ahora o nunca- Susurro Tim mientras intentaba despertar a Jason, pero no lo consiguió, así que dejo que Damian lo intentara.

Dick se levantó de un salto y corrió tras Alfred. Lo ultimo que vio de sus hermanos antes de salir de la sala, fue al pequeño demonio preparándose para dar un golpe.

-Alf, los chicos y yo, como recompensa por haber puesto un calcetín rojo en la ropa blanca, y muchas otras cosas que te ocasionaron problemas en las ultimas semanas, queríamos darte de regalo un pequeño curso de repostería para demostrar que lo sentimos- Dick fue lo más adorable posible, tal vez siguiera funcionando a pesar de ya no ser un niño de 10 años.

-Oh, eso es muy amable de su parte, me encantará aceptarles sus disculpas. - Dijo Alfred y sus ojos se suavizaron un poco dejando ver el amor que les tenia a sus chicos.

-No sabes lo mucho que significa para nosotros Alf, esencuidadmetrópoli- Eso ultimo lo dijo bajito y rápido.

-Podría repetírmelo otra vez, amo Richard.

-Es en cuidad metrópoli, no está taaan lejos, y te pagamos una suite para que te quedes- respondió Tim por su hermano mientras salia de la sala con sus hermanos siguiendole.

- ¡Son hoy en la tarde! - Jason hablo algo somnoliento al mismo tiempo que se sobaba un costado de su torso con una ligera mueca que trataba de disimular. Alfred debía ver que todo estaba bien.

-Oh me temo que será imposible, no dejare que 4 chicos se queden solos, la semana pasada que los deje hacerse su propia cena quemaron la cocina. Así que mi respuesta es no y punto. -Alfred estaba muy convencido, no iría, no puede dejarlos solos, incluso si el amo Bruce estuviera en casa dudaría en dejarlos solos durante tanto tiempo.

-Alf, solo será esta tarde, estaremos bien, pediremos de cenar, veremos películas Disney, no haremos nada malo- Dick comento, con cara de cachorro, esperaba que eso funcionara, de niño servía.

-No puedo, el amo Bruce me confió tenerlos a salvo- Alfred no cambiaba su opinión, todos los integrantes de la familia Wayne eran tercos, así que los chicos tampoco desistieron de su intento por convencerlo.

-Como el más pequeño, y sabio, te recomendaría que aceptaras la salida Pennyworth, siempre estas aquí entre la oscuridad y violencia, deberías salir y conocer algunas reposteras- dijo Damian, con toque infantil, era extremadamente raro cuando sacaba ese lado suyo. Además incluso ellos saldrían beneficiados de ese curso, Alfred aprendería mas recetas, recetas que ellos disfrutarían probar.

-Con una condición- Dijo Alfred cediendo un poco, pero aun no del todo convencido.

-La que sea- Hablaron todos.

-Quiero que estén comunicados continuamente y que contesten todas mis llamadas, que no salgan y que activen la seguridad- Con eso Alfred tomo los boletos que Tim le ofrecía y momentos antes los había sacado de su bolsillo y salió rumbo a su habitación para hacer una pequeña maleta.

Cuando Alfred salió de la vista de los chicos, estos chocaron los cinco y festejaron lo mas silencioso posible, esto comenzaba a ponerse intenso.

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No estaba del todo seguro del porque acepto la invitación, pero el pequeño Damian tenía razón, siempre estaba en la mansión, siempre les atendía y les cuidaba, además sus muchachos le regalaron el curso, les daría algo de confianza.

Alfred termino de empacar y se dirigió abajo donde los chicos le esperaban en el recibidor.

-Están advertidos- Y con ese último comentario Alfred salió con ropa de civil hacia la salida y una limosina privada lo recogió para llevarlo a su destino.