6. Blasco

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Llegué a la escuela. Gerardo estaba sentado en su silla, esperando a que comiencen las clases. Me senté a su lado. No se le notaba bien, su regreso a Barcelona le debía afectar, supongo.

-Gerardo... ¿todo bien?

-Estoy preocupado...

-¿Por tu regreso?

-No, por los de La Flor Blanca. Lo que pasa es que...-

La maestra entro al salon y lo interrumpió.

-Buenos días clase

-Te cuento luego, Alan.-

Me quedé con la curiosidad. No podía concentrarme en la clase. No podía sacarme se la cabeza la pregunta: "¿Qué mierda quieren los de La Flor Blanca?" 

De pronto alguien golpeó la puerta. Mi maestra la abrió y conversó con alguien. No lo veia.

-Alan, te buscan.-

Me levanté de mi asiento y me dirigí a la puerta. Cuando salí del salón vi al sujeto barbudo de La Flor Blanca.

-Hola, Alan -me dijo con una voz suave. -Puedes llamarme Blasco.

-H... hola...-

Estaba impactado. Blasco me sacó de la clase.

-¿A dónde me llevas?-

-Solo a caminar y conversar. Ah y no te preocupes, ya hablé con el director, dice que no importa.-

"Esto no me gusta para nada" pensé. Un sujeto que tenía una obseción conmigo me había sacado de clases y me estaba llevando a "caminar y conversar".

-Alan -dijo interrumpiendo mi pensamiento. -El mundo necesita héroes, ¿sabes? Hay muchos problemas en este mundo y algunas personas prefieren simplemente ignorarlos.

-Ajá...

-Yo, por otro lado, busco darle una oportunidad a la gente para ayudar a más gente. Yo quiero formar héroes.-

Se quedó mirándome como si esperara una respuesta. Al no saber qué decir, dije lo primero que se me vino a la cabeza (gracias impulsividad).

-Pues me alegro por tí.-

Creo que la respuesta no le gusto nada.

-Como decía... hay personas que no solo no quieren ser héroes, sino que se nos oponen y esos son incluso peores. Son como villanos. Buscan perjudicar nuestra benéfica causa...-

Incluso si me interesara La Flor Blanca no habría podido prestarle más atención. Mi cuerpo se distrajo, mi mente dejó de escuchar. Pensé en mil cosas. Mientras caminabamos pasamos por un Q-Mart y en la vitrina habían televisores mostrando unos chicos haciendo acrobacias en  bicicleta en los X-Games.

Seguimos caminando me dediqué a ver el cielo, había una golondrina extraña volando por ahí. Blasco seguía hablando de ser un héroe y eso. No sé cuanto tiempo pasó, pero sí que me distraje.

Llegamos a la puerta del colegio.

-¿Y qué opinas? Alan. ¿Quieres unirte a La Flor Blanca?

-Pues la verdad me hiciste perder clases y creo que debería agradacerte por eso.- Una pequeña sonrisa se formó en su cara.- Así que muchas gracias- sonreí- pero no me uniré a La Flor Blanca.-

Ojala hubieran visto su cara. ¡Estaba desconcertado! Jajaja. Se quedó con esa cara de imbécil un buen rato (jajaja) y luego se serenó.

-Bueno. Es una pena. Ya nos volveremos a ver. -Se giró. -Adios, -hizo una pausa -Alan.-

Recogí mi mochila y me dirigí a casa. Había caminado solo una cuadra cuando escuché a un auto derrapar y cuando me volteé vi un camión blindado... que se dirigía a mí.

La Flor BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora