XII

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"Kobik... ¿Qué haces aquí?" preguntó, mientras intentaba regular la respiración. Sus manos tiemblan no solo por lo que ha visto en la pesadilla, sino por la impresión de encontrarse a la niña junto a él, como si de una presencia fantasmagórica se tratara.

"Hola, Tony." ella dijo con su dulce voz.

"¿Tú sabes quién...?" nervioso, Tony rio ante su tonta pregunta "Por supuesto que sabes quién soy. Hace dos semanas que estás aquí, después de todo."

Dos semanas desde que Peter se encontraba en estado vegetal, dos semanas con Steve encerrado en una celda de máxima seguridad dándole miradas de hielo, dos semanas en las que Bucky no había logrado que Kobik aceptara hablar con Tony.

En conclusión, las peores dos semanas en la vida de Tony Stark.

Tony se sentó en la cama, todavía confundido por la reciente pesadilla y más aún ante la presencia de Kobik en su habitación. Ella lo miraba fijamente, con grandes e inexpresivos ojos azules que le hacían sentir escalofríos.

"Tú... ¿tuviste algo que ver con mi pesadilla?" preguntó Tony, rompiendo el tenso silencio en el que se habían sumido.

"No fue una pesadilla."

"¿Qué?" Tony terminó de espabilarse al escucharla.

"James dijo que querías saber qué había sucedido el día que tú y tus amigos fueron a los cuarteles de Johann" ella se encogió de hombros "Era más fácil mostrártelo."

"¿Eso fue real?" todo había sido tan vivido, tan espeluznante. Cualquiera se habría sorprendido ante la nueva información, pero a esas alturas ya eran muy pocas las cosas que sorprendían a Tony "Pero... ¿Por qué ahora? ¿Por qué en mis sueños?"

"No tenía pensado hacerlo de esta manera, pero pensé que mostrarte mis recuerdos te ayudaría a calmarte" dijo "Gemías entre sueños y llamabas al Capitán Rogers, tu hijo también estaba intranquilo."

Vaya forma tan poco ortodoxa de calmarlo, Tony no sabía si reír o llorar.

"¿Cómo es que tú...?" Tony, instintivamente, llevó una mano a su vientre, no recordaba nada que no fuera la pelea en la base de Hydra.

"Me gusta verte dormir" el embarazado sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, pero ella se encogió de hombros como si aquello fuera algo normal "Es agradable escuchar el latido de tu corazón acompañado del de tu hijo. Vengo aquí todas las noches."

"Espera" se acercó a ella y la tomó por los hombros, se sentía como cuando regañaba a Peter "Eso no está bien, es espeluznante."

"¿Por qué no estaría bien hacer algo que me gusta?" Tony la miró y luego negó con la cabeza. La situación era demasiado hilarante.

El castaño la soltó y se acomodó en el respaldo de la cama, invitando a Kobik a que se subiera junto a él, ella se trepó en la cama rápidamente y se cruzó de piernas a un lado de Tony.

"¿Mi hijo está inquieto?" preguntó preocupado, por su parte, Kobik acercó una mano a su vientre, pero se detuvo antes de llegar a tocar la leve curva que comenzaba a notarse, le dio una mirada a Tony, quien asintió ante la muda pregunta, por lo que su mano finalmente reposó sobre la suave tela del pijama que el hombre vestía.

De pronto, una luz azul hizo que el vientre brillara. Tony dio un respingo asustado, pero una sensación de calidez se apoderó de él, fluyendo desde su vientre al resto de su cuerpo, logrando que sus nervios finalmente se calmaran.

"Ella ahora está bien" sonriente, Kobik retiró la mano.

"¿Ella? ¿Cómo es que tú puedes...?" ella lo interrumpió.

RESILIENCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora