•Capítulo 8.

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(Narra Sofia)

Sebastian me llevó para mostrarme un lugar. Era casi como un edificio, se veía muy bonito por fuera y por dentro, estaba muy bien iluminado.
—Este lugar sería mejor para un hospital de animales que aquél lugar rural, ¿Verdad?— Dijo él.
—Por supuesto, sería genial. Pero, ¿Sabes cuánto costaría el alquiler en este barrio? No puedo pagarlo
—Yo si.
—¿Qué?
—¿No es esta una buena recompensa por salvarme la vida?
—Aprecio que lo menciones, pero...
—Si te gusta, acepta la oferta.
—La rechazo.
—¿La rechazas?— Su cara se puso tensa, y me dio un poco de risa.
—Mi hospital representa toda mi sangre, sudor y lágrimas durante una década. Me resta un largo camino para terminar de pagar el préstamo. Pero me gusta más mi hospital.— Sonreí pícara.
—¿Te agrada más ese pequeño hospital?— Él decía entre dientes.
—Así es. Me gusta mi pequeño hospital.
—Mira Sofia.— Soltó una carcajada que insinuaba sarcasmo.— Yo no suelo hacer esto por nadie.— Comenzó a acercarse a mi, quedamos frente a frente y nuestras respiraciones se mezclaban, levanté mis manos en señal de defensa.
—Toma lo que se te ofrece, o te arrepentirás.— Me miraba a los ojos fijamente.
—¿Me arrepentiré? Estás loco.— Reí.

(Narra Sebastian)
—Así que no te arrepentirás...— Tomé mi teléfono y le marqué a Tomas.— Necesito que te encargues de algo.

(Narra Sofia)
Luego de aquella charla con Sebastian, me volví a la veterinaria. Cuando llegué estaba el dueño del edificio, lo cuál me pareció bastante raro.
—Señorita, tengo que comentarle que... Van a demoler este edificio.
—¿Qué?— Me quedé perpleja. No podía creerlo.
—Si... Acepté una oferta y lo vendí.
—Pero aún me quedan meses de arriendo... ¿Tiene el teléfono del nuevo dueño?— No dijo nada y se fue, mirándome con lástima. Inmediatamente comenzó a sonar mi celular.
—¿Hola?
—Soy el nuevo dueño.
—¡Ah! Justo quería comunicarme con usted, mire...— Me interrumpió.
—¿Ya empiezas a arrepentirte?— Se rió levemente.
—No entiendo.
—Tienes mi tarjeta de presentación.
—¿¡Eres tú!?
—El mismo, Sebastian Silva.  

Tenías que ser tú... [Sofia Castro & Sebastian Silva/Sofistian]Where stories live. Discover now