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Amelie movía sus pies, siguiendo un ritmo.

Ya llevaba cerca de dos semanas encerrada en ese lugar.

Sin ver la luz del día.

Sin ver a su madre.

Sin ver a su padre.

Sola en la oscuridad.

Ya eran cerca de las tres de la madrugada.

Eren siempre se dormía llorando durante la primera semana, pero después llegó París a la casa.

El castaño no dormía con Levi, dormía en la habitación de Amelie, con la puerta cerrada por fuera.

Levi desconfiaba de Eren, no quería que bajara y fuese a ver a Amelie.

El castaño se despertó, ya que París lloraba.

-Tranquilo amor...-Lo tomo en brazos, pero el llanto aumento-Tranquilo... Eres fuerte... Un alfa...-le besó la mejilla.

Levi se despertó por el llanto de su hijo, pero no sé inmutó.

-...Tili tili bom... Cierra tus ojos pronto, Alguien ve a la ventana y toca a la puerta...-cantaba Amelie en la oscuridad- Tili tili bom.... grita el pájaro  nocturno.... Ya está dentro de la casa... Para visitar a los que no pueden dormir...-

Levi fruncio el ceño al escuchar la voz de Amelie.

-Callate...-susurro y puso una almohada en su cabeza-Solo cállate...-

-Él camina... Él viene... cerca-Sonrio Tili tili bom... ¿Escuchaste a alguien a tu lado?... Escondido en la esquina y viéndote directamente...

-Tili tili bom...Toda la silenciosa noche se esconde... El aparece detrás de ti...
Y va a atraparte.... El camina... El está viniendo... Se acerca-cantaba el castaño con una sonrisa, ya que París se durmió.

-¡Buenas noches, Papi!-Gritó Amelie riendo.

Levi no pudo dormir esa noche.

NUESTRO MARTIRIO (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora