El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)

Capítulo 5

Capítulo 5 -"Primero, segundo, tercero y... cuarto."

Una semana después.

Tini narra

Evitar a Jorge era difícil, teniendo en cuenta que siempre coincidíamos en los pasillos. Se había vuelto casi una misión-imposible. Y encima, el tema con Diego no iba a ninguna parte, yo no tenía ni idea de cómo coquetear y no sabía nada sobre el lenguaje corporal. Por no decir que él tampoco daba ningún tipo de señal.

- Maldito Diego. - Gemí atando mi pelo en un moño, y poniéndome una vincha verde.

Siempre era la misma rutina.

Me puse una sudadera gris, unos pantalones vaqueros y unas convers negras. Cogí el teléfono y la mochila y bajé por las escaleras.

- Adiós papá. - Le besé en la mejilla, ignorando intencionalmente a mi madre, cogí una manzana y salí de casa. Diego estaba parado frente mi casa, con una gran sonrisa en su rostro. Metí la manzana en la mochila, al tiempo que Diego se acercaba a mí.

- Buenos días. - Sonrió.

- Buenos días. - Le respondí, mirando a la acera.

- Estaba pensando que quizá esta tarde podríamos ir a ver esa nueva película de Crepúsculo, si te gustan los vampiros. - Dijo, pasándose una mano por el pelo.

- Um, claro. Todas las chicas adoran los vampiros. - Me reí nerviosamente.

Él se rió entre dientes. - Es un alivio. Así que entonces una cita, ¿no?

- ¿Qué? - Le miré. - ¿Una cita?

- Sí, es decir, si tu quieres que sea. - Dijo con nerviosismo.

- ¡Sí! Quiero decir... suena bastante bien. - Sonreí.

Los ojos de Diego se iluminaron. Él me abrazó, levantándome del suelo, y dándome vueltas.

- Te prometo que será genial. - Sonrió, dejándome de nuevo en el suelo.

Caminamos el resto del camino hacia la escuela con alegría, concediéndonos cantar alguna que otra canción de Justin Bieber, haciéndome reír sin parar. Él día parecía que iba a ser verdaderamente bueno, porque yo estaba tan emocionada que no podía pensar en otra casa que en la cita, Diego y yo.

Me hubiera gustado decírselo a Jorge.

Últimamente Cande y Facu se habían alejado un poco de mí.

*~*

Me miré en el espejo. Me veía, ¿guapa? ¿Debía preguntarle a alguien?

Llevaba unos vaqueros negros ajustados, unas convers negras y una camiseta sin mangas de seda.

De repente, el timbre sonó. No, no me daba tiempo a preguntar a alguien.

Corrí escaleras abajo, mirándome en el espejo una vez más, y abrí la puerta. Los ojos brillantes de Diego sonreían, estaban llenos de vida mientras me miraba de arriba a abajo, casi sorprendido.

- Te ves hermosa. - Sonrió. - Pooh Bear.

Me sonrojé a lo grande y cubrí mi cara con las manos. - Gracias, tu también. - Dije, después de calmarme un poco. Hice una pausa. Él sonrió. - Es decir... siempre estás guapo... es que...

Bruce me agarró la mano y me alejó de mi casa cerrando la puerta. - Está bien. No estés tan nerviosa. - Respiró, caminamos por el camino de la entrada.