JUEGOS

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Que se espera de un ambiente en el que se puede obtener todo, donde nada se es negado, donde ni siquiera se aprende a apreciar las cosas, perder algo y ser sustituido, desear algo y ser concedido. Crecer con un semblante consentido no presentaba problemas, parecía que su mundo solo se teñiría de colores rosas, pero fue muy pronto para poder pensar con esa inocencia. Probablemente no todo lo que pasaba era su culpa, después de todo se le intento consentir hasta el último capricho, dándole la idea que su mundo se componía de colores rosas, la vida perfecta, la niña de papi, la consentida en todo, para sus padres el solo pensar en su forma de educar era la correcta, no les importaba nada solo el ver complacida a su pequeña creación, pero aquel pequeño retoño parecía querer cada vez más, lamentablemente no todo se les sería posible de conseguir.

El conocer a alguien con su misma posición he incluso mayor, y que no supiera aprovechar todas sus posibilidades era algo inaceptable, porque esforzarse tanto si lo podía tener todo. Un trato económico familiar le permitió conocerlo más a fondo, ese pequeño ser tan igual y tan contrario le resultaba fastidioso, tenía que quitarse esa amargura al no poder sentirse bien por que las cosas no iban como ella deseaba.

Un pequeño doncel de rubios cabellos, y ojos cual zafiros envidiados por el cielo y el mar, se encontraba tímido detrás de su padre, los cuales eran los invitados a la negociación principal, después de un par de minutos de su presentación el pequeño no quería salir de su seguro escondite.

Minato:*sonrisa* Naruto, adelante preséntate, no tengas miedo

Con sus manitas sujetando fuertemente el pantalón de su padre salió, dio un pequeño paso hacia delante, aun con los ojos cristalizados por el miedo, con una expresión llena de seguridad se presentó ante los mayores, su hermano mayor Deidara solo se mantuvo con una pequeña sonrisa, por el actuar de su hermanito.

Naruto: mu...mu...MUCHO GUSTO, MI...MI NOMBRE ES NARUTO UZUMAKI NAMIKAZE

La pequeña presentación del rubio, había sido realmente encantadora para todos los presentes, al igual que para las mucamas y el mayordomo, y como recompensa le mostraron sus sonrisas más amables algo que la pequeña de la casa jamás había conseguido obtener, sino solamente miradas y expresiones serias sin emociones. Sus padres tendrían una cena de negocios para llegar a un acuerdo con los Namikaze, por lo tanto los dejaron a los infantes para conocerse, Deidara por su parte solo tomo su móvil y se acomodó en uno de los muebles de bienvenida en la sala principal, la pequeña en su afán de conocer aquella pequeña molestia que incumbía en su mente, se acercó al pequeño rubio que intentaba ir alado de su hermano.

¿?????: Vamos a jugar

Naruto: no quiero jugar

¿?????: *Molesta* pero yo sí, vamos a jugar

Mucama: señorita Sakura, tal vez el joven Namikaze no se encuentre...

Sakura: ¡¡CALLATE!!, yo quiero jugar, si no quieres ser despedida lárgate

Naruto: *molesto* NO LE GRITES ASÍ A LA SEÑORITA

Mucama: descuide señorito, no pasa nada

Sakura: YO GRITO LO QUE AMI SE ME DE LA GANA

Naruto: ESO ES UNA FALTA DE RESPETO, ERES UNA NIÑA MALA!!!

Deidara: Naruto que está pasando?

Sakura: CALLATE, Y TU RUBIO OXIGENAO NO TE METAS

Mucama: señorita por favor compórtese

Deidara: A QUIEN LLAMAS OXIGENADO, MOCOSA APESTOSA CARA DE BABOSA ARRASTRADA

EDUCANDO A UN TEMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora