Como siempre, si ven algún error: corríjanme en los comentarios. Que disfruten el capítulo.
✄┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈Viernes, 19 de octubre
Por un milagro extraño, el entrenador el día anterior los había dejado sin una práctica intensa como había hecho otros días tras la llegada de los torneos. Incluso este día los dejó descansar, solo los hizo calentar un poco y los mandó a casa. Pronto empezarían los torneos de voleibol, en solo cuestión de horas. El entrenador había sido claro, los quería una hora antes de que el equipo contrario llegara y eso sería antes de las seis de la tarde. Keith contaba con dos horas y media para comer, vestirse y llegar. Corría por la casa como alma que lleva el diablo, se quitaba la ropa que tenía puesta para las clases y buscaba la que necesitaba para el torneo que se le estaba cayendo de los brazos con tantos movimientos bruscos.
—¡Keith! ¿Todo bien allá arriba? —preguntó el señor Kogane, que se encontraba en la planta baja todo relajado preparando café. Un golpe seco cayó en el segundo piso.
—¡Sí, papá!
El azabache permanecía en el suelo, se había resbalado gracias a alguna prenda de ropa que había tirado hace tiempo y había olvidado recoger. Quizás debía hacerle caso a su padre y limpiar el desastre que tenía en la habitación.
—Maldito, McQueen —pateó con calzoncillos de su infancia y corrió al baño entre maldiciones.
El timbre de su celular sonaba en la habitación del joven Kogane. No tenía tiempo para atender. Se debía bañar y vestirse, aún no había comido.
—¡Keith! ¿Vas a responder la llamada? —preguntó su padre. Aún seguía en el primer piso.
—¡No! ¡Voy a bañarme! ¡Después veo que quería! —dejó la ropa sucia y limpia caer al suelo. Ya tendría tiempo para hacerse cargo de lo demás.
Por fin se metió en la ducha y en un par de minutos estaba listo. Ese día no se podía dar el lujo de quedarse pensando o mirando a la pared como si estuviera en pleno shook. Confundió un par de veces la ropa limpia y la ropa sucia, sentía el estrés y la adrenalina en el pecho como una quemazón que subía y bajaba.
—Ya, cálmate, el juego va salir bien, vas a llegar temprano, te perfumas —se echó del perfume de su padre—, te pones desodorante —quitó la tapa y se echó del desodorante en barra—, ya estás acicalado, te peinas un poco —sus dedos acomodaron algunas mechones que no se podían controlar ni con gel para el cabello—, y... Ya estás listo....
Recogió la ropa del suelo antes de que su padre le empezara a dar un sermón de lo desordenado que podía llegar a ser y que eso de limpiar era cosa básica... Keith no estaba para escuchar un sermón.
Bajó las escaleras corriendo, abajo permanecía su padre con una taza de café leyendo un artículo del periódico de la semana pasada. Iba atrás en las noticias pero por lo menos las analizaba con calma.
—¿Qué hay de comer? —preguntó Keith pasando la mirada por encima de la mesa y hasta donde llegaba a ver de la cocina.
—Mmm... ¿Nada? —respondió como si fuera algo obvio.
—Tengo un juego de voleibol y tengo que estar ahí en menos de una hora —se quejó cansado mientras caminaba a la cocina a prepararse un sándwich. No habían muchas opciones y tampoco había mucho tiempo—. ¿Se acabó el queso? —cerró la nevera fastidiado con solo un pedazo de jamón que había conseguido.
—Sí. La próxima semana toca ir al supermercado.
—Que no se te olvide, últimamente andas por las nubes desde que estás saliendo con tu compañera de trabajo —dijo pícaro.
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You get me so high... ☺︎ [Klance]
FanfictionTras tres años fuera de su ciudad natal por causas económicas, Keith vuelve a Retrouvailles. Keith se matricula en la escuela de la ciudad para prepararse en su último año antes de la universidad. Ahí se encuentra con que su mejor amigo y con el chi...