Otra alternativa

339 35 1
                                    

Me quedé mirando a George unos segundos y antes de poder articular palabra, el tal "Ringo" lo siguió.

—Te pagaremos el mal rato que tuviste que pasar.

Los chicos realmente fueron muy amables, no entendía bien el porque a partir de sus arreglos con la gente del Pub me dejaron tantos privilegios como tragos gratis y asiento en los sofás mejor acomodados, hasta que algunas que otras chicas con las que me iba hablando en la noche me comentaban cosas como "Te envidio" "Amo a George" "Amo la nariz de Ringo"
  Ahí es donde entendí que había estado en frente de lo que quizás fueran músicos. También entendí que estaba ebria apenas las 21:00 pm.

Una chica con cabellera perfectamente peinada y dorada estaba llorando algo trastornada en uno de los sofás "importantes" según yo.—¿Hola?—Me animé a hablarle.

Ella levanto la cabeza y se limitó a secar sus mejillas algo sonrosadas.—Hola...—Musito por lo bajo.

—¿Puedo sentarme?.

Como quito su bolso de su lado dejándome el lugar proseguí a sentarme, esperando a que la chica se anime a decirme algo por voluntad propia. Y funcionó.

—Los hombres son tan... idiotas.— Sonaba igual de ebria que yo.— Creen que por tener un poco de dinero son... poderosos.

—Ni hablar, estoy de acuerdo.— La miré.—Pero...¿Qué te paso?

La rubia suspiró y enderezo su postura.—Estaba besándome con un chico super interesante, siempre nos besamos cuando...—Me hacía gestos con la mano sin saber como terminar la oración.—... Cuando tocan— Finalizó.

—¿Cuándo tocan?, ¿Tiene una banda?—

— Si, se volvieron bastante famosos pero yo ya venía loca por el desde mucho antes, cuando tenían otra banda.—Sus ojos brillaban al divagar en sus recuerdos, pero se puso sería.— Y hoy me enteré que estuvo con otra.

— Lo lamento...—Me limite a disculparme.—Pero tu novio estuvo algo... idiota.

—No, No.— Sonrío, realmente era una chica con rasgos muy finos, que sería de mi si los chicos engañan a chicas como ella.—Nunca fuimos novios, simplemente... Nos acalorábamos.

Hablamos por mucho tiempo, nos contamos demasiadas confidencias, entre ellas mi huida de Londres, Cynthia me dio su número y dirección en un papel, es una chica bastante buena, me dijo que no dudara en ir  a ella la próxima vez que me toque huir. No pude evitar reír ante la fama escapista que me otorgue a mi misma.

Hablamos de nuestras experiencias y algunos que otros amores imposibles de Cynthia.

Ella era 2 años mayor que yo, y aunque no éramos iguales en muchos sentidos, me caía muy bien, sentía que me había ganado una amiga.
"Comienzo a pensar que debo estar con chicos más seguido." Pensé en modo de reflexión, el alcohol se me subía a la cabeza y pensaba en todo lo que comúnmente no hago con chicos como Derek.

—Diablos.—Dije sin pensar.

Cynthia me observo dudosa.—¿Qué sucede?.

—Es muy tarde, debo volver a casa o Derek se preocupara.—Tome mi cabeza entre mis manos, no había avisado siquiera.

—¿Pagamos a medias transporte?— Ofreció la rubia tomando su bolso y no tuve más remedio que aceptar.

Eran las 1:30 am. Trate de ser lo más sigilosa posible, pero me tambaleaba levemente contra la puerta.

Costosamente la logré abrir y me encontré automáticamente yendo directo a la cocina a tomar agua.
  Sentí a Derek detrás carraspear. "Mierda."

—¿Dónde estabas?—

—Había ido a buscar... trabajo.— Parecía bastante molesto, me miro de pies a cabeza y por último se acercó a olerme. Sin dudas me incomodó.—Entonces me encontré con una amiga y la acompañe a ver una banda.— Mentí.

—¿Y estuviste buscando trabajo borracha?—Se burló y se acercó a mi rostro para tomarlo.—Hol... debes saber portarte como una mujer.— Fruncí el ceño. "Genial, me escape de Peter para encontrarme con Peter 2"  

   Me aleje bruscamente y me volvió a tomar, está vez con fuerza.

Una especie de deja vu me invadió, me sentía indefensa.

—Holly... Si no comprendes lo que te pido, tendrás que ir pensando en marcharte.—Depósito un pequeño beso en la comisura de mis labios, que no me hizo sentir ni gracia.

Me dejó muda.

Vi su espalda alejarse por el pasillo, y una vez desvanecida su imagen de mi vista saque el papel que horas atrás Cynthia me había concedido.
  Espere un momento para encaminarme al teléfono y marcar, procurando que Derek no me escuche.

—¿Hola?—Se escuchó la voz de Cynthia del otro lado.

—Soy Holly, escucha...—Ordené sin rodeos y tome aire.—¿Sigue en pie tu propuesta?.




....
Continuará 💜

Escapando de LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora