Sgt. Pepper's

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Narra Holly

Estaba apunto de entrar al trabajo en apenas 10 minutos, no logré desayunar a tiempo, así que me tomé el esfuerzo de gastar algo de dinero en un desayuno en el camino.
Me sentía algo nerviosa porque debía pedir más dias en el trabajo de lo que pensé que me tomaría el viaje a India.

No podía creer que el plan de boda se haya distorsionado tanto, no sabia hasta que punto George influenció a Cynthia de cambiar los planes de boda, ni como, pero se estimaban al rededor de 2 semanas de retiro espiritual.

Tampoco estaba segura de si en esos días se incluía la boda, lo único que portaba en mi conocimiento es que aquello podría ser un completo desastre.

—Aquí tiene.—La mujer panadera me cedió el pequeño vaso de té descartable, junto un pequeño aperitivo.

—Gracias.—Lo tomé y apenas estuve apunto de irme, escuche la conversación de dos hombres que me retuvo.

"Estos chicos están locos, ¿ya viste el álbum que sacaron?"

"Realmente no creí que fueran ellos."

"¡Pero lo digo bien! Jamás alguien se animo a tanto." 

"Ni siquiera se llaman Beatles."

Mis piernas temblaron levemente, no tenía idea que era lo que estaba sucediendo, pero en el apresurado camino al trabajo juré oír varios murmureos con respecto a ellos.

Al llegar al trabajo, todo se fue ligeramente a la basura. 

Mi perfil allí dentro era algo bajo, sin tanta relevancia como para decir "me voy a India, dos semanas, quizás algo mas." y mantener mi trabajo.

Era obvio que me despedirían, pero no podía fallarle a Cynthia, la extrañaba junto a los demás chicos, incluyendo a Julian. 

Amaba a Julian, incluso era un pensamiento recurrente algunos días, junto con Ruth en algunas horas, me preguntaba que estarían haciendo.

Ya tenía tiempo para ver que haría, odiaba admitirlo por aquella mujer trabajadora que era, pero intentaría sostenerme temporalmente de que Derek pagué los pasajes de avión.

Pensé que tal vez Cynthia también pensó en ello, de otra manera la veía capaz de comprarme ella misma el pasaje y enviármelo.

Arrastraba mis pasos pesadamente sobre la vereda peatonal, no tenía ganas de volver a la casa de Derek y encerrarme, así que decidí hacer una pequeña caminata, quizás terminaba almorzando en la ciudad y derrochando el poco dinero que tenía que cuidar de mi reciente liquidación.
 Me tope con mujeres eufóricas que obstruían mi paso, incluyendo algunos hombres y oficiales que ojeaban las vidrieras de aquel típico lugar con televisores expuestos. Intenté hacer puntas de píe y levantar mi barbilla ante la pequeña multitud, pero inclusive con aquellos molestos tacos puestos no podía visualizar nada.

Suspiré resignada.

—Me pregunto cuando me comprará al menos un televisor toda esta gente.—La voz del anciano logró hacerme pegar un salto, no percaté en que momento se paró a mi lado, con sus manos haciendo peso sobre una escobilla.

—¿Qué es lo que les llama tanto la atención?—Me animé a preguntarle.

—Es el nuevo disco de The Beatles, luego de tanto tiempo ausentes dieron señales de vida, y están muy distintos.

—Uhm... Si, vi una grabación esta semana.—Sentí un calor en mis mejillas al recordar lo bello que se veía Paul con bigote, recordé aquellos momentos en esa mismísima ciudad capital, donde le decía que le quedaría bien un bigote.

Escapando de LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora