Demonio, Hombre y Bebe

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Algo oscuro recorría el bosque, algo grande, algo monstruoso, su rugido hacia huir a toda criatura cercana, las ramas eran destrozadas por su maligna figura, en sus fauces llenas de icor sobresalía algo.

Unos metros más allá había alguien, Arthur estaba tranquilo recogiendo unos frutos silvestres cuando escuchó la perturbación del tranquilo lugar, se colocó en alerta, listo para atacar cualquier amenaza, las ramas siendo destrozadas le hicieron resguardarse detrás de unos arbustos, en ese momento apareció. Hacia años que no veía uno. Un demonio.

Arthur cansado y no dispuesto a enfrentarlo estaba por irse lo más sigiloso que pudo, sin embargo, escuchó algo, un llanto. Se quedó en su lugar y vio como el demonio dejaba caer lo que parecían mantas, y a desde su lugar vio lo que parecía la mano de un bebé, sin pensarlo sacó una oxidada espada serafín y corrió hacia el demonio que al darse cuenta de su presencia trató de atacarlo con sus garras, Arthur lo esquivo y clavo la espada en su pecho, en segundo fue envuelto en ceniza. Su corazón latía con rapidez y el pecho le dolía a la emoción que no sentía hace mucho tiempo, guardó el arma y se acercó a las mantas creyendo por unos instantes que tal vez su cerebro le hizo una mala jugada. Al desenvolverlas, un par de ojos azules muy grandes lo miraron con inocencia.

Arthur se sorprendió y dio un paso atrás, miró a los alrededores del bosque y de inmediato pensó que el niño era hijo de alguien de Alicante, no había pueblos mundanos cerca y ningún excursionista llevaría un bebé tan pequeño. El bebé se sacudía y movía sus manitas hacia él.

"No, no puedo tener un niño". Pero una voz un poco más dura le dijo: "Tampoco puedes volver".

Arthur suspiró con cansancio y miró al niño que ya estaba sobre su pansa admirando el pasto, se acercó y lo sostuvo con las mantas al no tener idea de cómo sostener un bebé.

"Supongo que vienes conmigo" pensó.

El hombre camino con el niño colgado sobre su hombro, como un saco de papa, el bebé balbuceaba emocionado, ignorante de la situación que ocurría. Arthur volvió a su cabaña en la parte más profunda del bosque. Una casucha con escalones mohosos, paredes manchadas y vidrios cubiertos con tela sucia, más en el interior era un contraste de la imagen exterior, suelos pulidos, muebles artesanales y una pequeña cocina con varias comodidades. El hombre dejó al niño en el sofá y se sirvió un vaso de agua, peinándose con nerviosismo su pelo castaño que ya tenía algunas canas.

Arthur nunca creyó que tendría un bebé hace mucho tiempo, no desde el destierro. Con cautela se acercó al pequeño que al verlo volvió a balbucear emocionado. Hizo un intento de sonrisa y acercó su dedo a las mejillas rosadas que contrastaban con la piel lechosa.

"¿Hola pequeño como es que un bebe tan lindo terminó en las garras de ese demonio?"

El bebé lo agarró e intentó llevarse el dedo a la boca, el hombre rio y se sorprendió por el sonido.

"Hace mucho que no reía" miró al bebé que seguía en una batalla por meter el dedo a su boquita, Arthur suspiró resignado "Creo que te quedaras conmigo un buen rato, soy Arthur ¿y tú pequeño?", hizo una serie de señas que el pequeño miró con curiosidad, rebuscó entre las mantas hasta encontrar un pequeño bordado en donde se leía: Alexander.

"Creo que te llamas Alexander" deletreó el nombre y frunció el ceño "Creo que es algo largo, dejémoslo en Alec". Pincho la barriga de Alec, el cual rio y balbuceo con entusiasmo, sacándole otra sonrisa a Arthur.

Aunque la alegría le duró poco cuando una hora después Alec comenzó a llorar desconsoladamente, Arthur trato de ver si era cambio de pañales o comida, intentado averiguarlo sin mover mucho al niño aun inseguro de poder cargarlo. Le mostro una papilla de moras, su ropa seguía, así que desesperado lo puso entre sus brazos y de inmediato Alec se calmó, Arthur suspiró aliviado y miró al niño que se acurrucaba en su pecho. Algo muy cálido recorrió el interior del viejo Arthur al ver a esa pequeña criatura ser feliz con su simple presencia.

"No lo sabes ahora y no lo entenderás, pero te acabas de convertir en los más importante de mi vida".

Arthur, un cazador de sombras desterrado por ser un hombre violento, había caído ante la inocencia y la pureza de Alexander.


Ehhh vuelto de los oscuros avismos del bloqueo y la depresión. AAAAAAAAAAAAHHHHHH

Y con la sorpresa de que además podran escuchar estos fanfics tan queridos y su corrección correspondiente en mi pagina de Youtube, tambien los subiré a Inkitt, espero lo disfruten.

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⏰ Última actualización: Jul 06 ⏰

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Alma Pura (Jonalec) REESCRITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora