¡9:43pm, 알 수없는! | YOONMIN [+18]

n a r r a t o #2 + s p e c i a l e [festa]

Jueves, 09-10-2014||7:46pm

ㅡ¡Anda, hombre! ㅡSe escuchó la irritante voz de Seokjin por el otro lado de la línea. ㅡ Nos merecemos eso y mucho más.

ㅡ¡Está bien! ㅡAccedió Jimin finalmente. ㅡPero si terminamos más ebrios de lo normal, será tu culpa Kim Seokjin.

ㅡSí sí lo que tu digas. ㅡRespondió con sarcasmo mientras reía. ㅡPonte sexy, Jiminie.

ㅡEso haré Jin. ㅡRió una última vez y finalmente colgaron.

¿Ir a una discoteca? ¿Un jueves?

No es nada del otro mundo, pero la verdad que Jimin no tenía ganas de nada últimamente. Ese señor que le escribía todas las noches lo tenía muy distraído, él decía que lo odiaba y que lo dejara en paz, pero la verdad es que en el fondo le gustaba. Así de simple.

Se lenvantó con pereza de su cama y fue directo al baño a darse una ducha, y afeitarse ¿por qué no? Uno nunca sabe.

Salió con el torso mojado y su rubio cabello goteanto, una toalla estaba envuelta en su cintura tapando su desnudez. Buscó entre toda su ropa y finalmente se decidió por sus pantalones de cuero ajustados, los cuales hacen resaltar su gran trasero. Su camisa blanca sin detalles y la chaqueta de los Rolling Stones terminó de darle el toque sexy.

Terminando de echarse una cantidad suficiente de perfume, bajó las escaleras encontrándose a su madre con un té de manzanilla en mano y unas galletas de avena en la mesa frente a ella.

ㅡMamá, voy a salir con Seokjin y Tae. Me quedaré en su casa. ㅡLa agarró del hombro suavemente para inclinarse y dejarle un beso en la mejilla.

ㅡ¿En casa de quién? ㅡLo miró con confusión.

ㅡDe Taehyung, mamá.

ㅡBien. Por favor ve con cuidado, Jimin. ㅡLe devolvió el beso pero ésta vez en la frente.

ㅡLo haré. ㅡLe sonrió y salió de la casa, viendo a lo lejos el auto de Seokjin que se acercaba lentamente.

Mientras tanto, fijó su mirada al lado derecho de la calle y había un auto negro mate con todas las ventanas forradas. Sin matrícula. Y al parecer también le quitaron el sello de la marca, sin manera de poder identificarlo. No tenía detalles, simplemente un auto negro. Totalmente negro.

Sospechoso, pero ¿a quién le importaba? Cada quien con lo suyo.

Seokjin se estacionó frente a su casa, tocando un par de veces el claxon. Se encamino hacia el y se subió al asiento trasero saludando a sus dos amigos en la parte de al frente.