ASESINO. Luke Hemmings //EN EDICIÓN//

5. PROMESA.

Luke

Solté un quejumbroso suspiro,chasquee la lengua y sin saber qué decirle a Miranda me quede en silencio con una mueca de desagrado. No sabía si haberle dicho a Miranda que al parecer su mejor amiga era mi hermana podía ser buena idea.
Ella se había quedado en silencio por un buen momento y enserio quería gritarle que aunque sea me gritara pero no me dejara esperándole mientras me muero lentamente. Sentí la mano de Calum apoyarme para luego escuchar sus pasos alejarse, rodee los ojos ante el apoyo moral de mi amigo. El muy maldito me había dejado solo con esta carga castaña de ojos verdes.
-¿espera que?-fue lo único que dijo en toda las horas de absoluto silencio, solté un gruñido de frustración y me rasque la ceja con una pequeña sonrisa empezando a salir junto a una risa pequeña.
-creo que es mejor ir a buscarla ¿no te parece?, te explicaré luego-murmuré algo frustrado, ella frunció el ceño y me señaló con su dedo.
-tú conoces a mi hermano ¿no es así?-asentí disimulando una sonrisa aunque por dentro estaba gritando de la frustración.esa chica era tan desesperante,igual de preciosa.
-a sí es cariño, Ashton Irwin lo conozco como la Palma de mi mano- ella rió suavemente, su risa fue como escuchar música, esa chica me fascinaba bastante.
-espera, ¿es decir que igual conoces a Gemma?- deje de sonreír para luego fruncir el ceño mientras me acercaba a ella con rapidez, ella retrocedió de inmediato.

Miranda

-¿como la conoces?,¿quién te contó de ella?-gruñó amenazante el rubio,abrí y cerré los labios sin saber exactamente qué decir. Estaba nerviosa, sus ojos azules se habían vuelto un azul más fuerte; podía sentir el Aura de melancolía en sus ojos,fruncí el ceño algo confundida.
Recuerdo perfectamente el día en que conocí a Gemma. Ashton era una persona demasiado sociable para sus 15 años de edad, recuerdo que mis tíos confiaban mucho en ella y de ves en cuando venía a comer a la casa. Ella a veces se hacía pasar por niñera y se quedaba a contarme historias de princesas. A Gemma la quería igual que una hermana, pero como iban pasando los años ella se empezó a alejar de nosotros y muy pronto dejamos de tener contacto con ella.
-cu-cuando era niña Gemma solía cuidarme como niñera, era muy amiga de mi hermano y pues un día dejo de acercarse a nosotros y pues no supe nada de ella.-murmuré nerviosa mientras recogía un mechón castaño y lo peinaba con mis dedos hacia atrás de mi oreja. Relami los labios mientras sentía el temblor de mi cuerpo gracias al frío quejumbroso que golpeaba mi cuerpo.-¿sabes dónde está ella ahora?-pregunté algo esperanzada por volverla a verla, quería verla sonreír de nuevo y escuchar su cariñosa voz al relatarme los cuentos. Quería verla siendo más mujer, seguro más bella.
Luke soltó una risa amarga que me saco de mis pensamientos, lo mire algo confundida por su actitud tan arrogante. ¿Cómo era que de un abrir y cerrar de ojos alguien cambiara de actitud tan rápidamente?,¿acaso está enfermo?. Me ahorre las preguntas intentando saber el motivo de aquella sonrisa amarga y su rostro inexpresivo.
-ella ahora está muerta, ¿qué acaso tu hermano no te cuenta de todo?-preguntó irónico mientras soltaba un fuerte suspiro, me quede en transe por unos momentos. No estaba asimilando las cosas; habían pasado tantas cosas que escuchar esto de golpe me había dejado anonada. Tape mi boca con mis manos reprimiendo un grito de sorpresa y algo que parecía un quejido mientras las lágrimas empezaban a derramarse en mis mejillas. Era tan injusto que ella muriera, Gemma era una chica tan simpática, tan hermosa, alegre, inteligente. ¿Porque llego a morir en una temprana edad?. Limpié mis lagrimas de inmediato mientras absorbía la nariz esperando que un asqueroso moco no saliera de improvisto.
Entonces dudas llegaron a mi cabeza, ¿el podría haberla matado?,¿porque su rostro mostraba tanta melancolía?,¿qué fuella ella para el?. Sentí un molesto apretón en mi pecho, apachurre mi camisa mientras logre soltar un quejido.
-deberíamos de ir a buscar a Daniela, esto no es para hablarse aquí-indique mientras rascaba mi brazo, Luke asintió mientras caminaba hacia el carro azul donde Calum se encontraba montado. Yo lo seguí sin decir más, al fin y al cabo tal vez decir algo afectaría más de lo que ya está. La tensión podía cortarse cortarse con una cuchara, incluso podía observar cómo Calum se removía en su asiento y una que otras veces me miraba sobre el retrovisor.
Al final Calum había murmurado que lo dejáramos en una calle conocida, parece ser la vivienda de un amigo suyo y harían algún preparativo. Luke asintió entendiendo todo a cuencas y con un suerte y un me dices qué pasó el auto siguió su rumbo hasta donde sea que esté Danelia.