8. DESPERTAR.

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Luke

Para cuando desperté mi cuerpo se sentía pesado, mi cabeza dolía y me costaba abrir los ojos completamente. Entre borrosas imágenes visualice unas paredes amarillas, el olor a cloroformo inundaba mis fosas nasales, mi nariz picaba.
Gruñí de dolor intentando incorporarme, mis brazos temblaban como gelatinas y sentía la piel de mis muñecas irritadas. Mi vista se hizo más clara, fruncí el ceño mientras me removía ya sentado. Mis pies tocaron el frío piso, me apoye sobre estos lentamente mientras respiraba una calada grande de aire.
Mire por todos lados, cortinas verdes tapaban las ventanas de la recámara, empezó a sentirse un olor a incienso de repente, olor a manzana y canela.
-oh, despertaste- apareció una mujer mayor de edad.
Traía un balde de agua y un trapo en sus delgadas y pálidas manos, trague en seco intentando no tambalear. Mi corazón se desbocó de repente, la mujer frente a mí sonreía cálidamente. Mi rostro se contrajo de tristeza y dolor.
-¿porque?....- ella me chisto débilmente mientras sonreía reconfortante.
-no debes explicarme nada, no ahora, deberías descansar- no, no Podía descansar ¿acaso era una broma?, no podría, no querría ver a mi hermana de nuevo,no podría mirarla a los ojos, era demasiada la vergüenza.
Me senté en el colchón mientras mi abuela se acercaba lentamente hacia mi, metio el trapo sobre la cubeta con agua y exprimió; para luego pasarlo por mi pecho desnudo, el agua estaba tibia, permiti -cerrar los ojos.
-¿sabes? Danelia a estado buscándote desde que te fuiste. Piensa que es por su culpa que tu huiste.-murmuro la mujer sin dejar de frotar mi pecho.
-esta muy equivocada- respondí ido, ella se detuvo de inmediato y me miró con sus grandes ojos grisáceos.
-entonces, quédate y díselo, no la dejes con ese pensamiento por toda su vida Luke; no lo soportará si la dejas de esa manera.-
Me quedé callado en todo el transcurso de los minutos que pase con mi abuela.
antes de irse mi abuela me miro, sus manos estaban apoyadas en el cuadro de la puerta.
-espero y hagas lo correcto Luke- sonrío a lo ultimo y se fue dejándome en silencio de nuevo. Suspiré y cerré los ojos dejándome caer completamente en la cama.
-debo largarme de aquí- apreté los puños sobre mi frente, estaba huyendo; de nuevo.

Había llamado a calum para que viniera a buscarme en su auto, para sorpresa estaba acompañado de Harry y Michael.
Lo salude a mano abierta mientras con la otra mano me metía el cigarrillo a la boca.
-hey, hermano,¿qué tal estás?; desapareciste por una semana- hablo Michael quien estaba montado en el copiloto del auto, calum manejaba y Harry estaba atrás con los audífonos puestos, su mirada estaba caída. Apreté los labios con una leve mueca.
-estaba en casa de Danelia, no tuve el valor suficiente para enfrentarla, es por eso que me estoy largando- murmuré mientras abría la puerta de la parte de atrás del auto. Harry se removió hasta la otras esquina en silencio absoluto, no dije nada por el asunto y tome otra calada de cigarrillo mientras miraba sobre la ventana.
-¿supieron algo sobre Miranda?-dije después de unos minutos, Michael me miro y asintió con una sonrisa.
-la última vez que supe de ella estaba inconsciente en su cama, eso fue hace como tres días atrás. Supongo que ya abría despertado, Ashton dijo que estaba un poco frustrado porque no sabe que hacer a la hora de enfrentar a su hermana; así que procura no estar en las mañanas con ella. Supongo que si hoy despertó debe estar con tu hermana- hablo el teñido mientras sacaba su celular y empezaba teclear un mensaje, supongo que era para Louis ya que aparecía en la pantalla "enano". Bufé mientras me encogía en mi asiento y lanzaba lo que quedaba del cigarro por la ventana. No dije nada después de eso, el camino rumbo a la casa estuvo lleno de silencio y canciones de the killers de fondo.

Danelia

Si me preguntaran como me sentía con respecto a lo que me ha pasado últimamente, diría que asustada.
Cuando desperté mi abuela estaba llorando sobre mi regazo mientras pedía que no le hiciera esas clases de cosas de nuevo. Mi ropa estaba manchada de sangre y las heridas me ardían como el infierno.
Estuve alimentándome a base de sueros y alimentos sin grasa para no provocarme una reacción con las medicinas. Estuve bajo presión por la abuela que me alentaba a que metiera una denuncia contra los Horan. La cual negué rotundamente por miedo a lo desconocido.
Habían veces que despertaba de golpe con los ojos llorosos y el cuerpo sudoroso. Sollozaba con la respiración entrecortada y la boca seca, esos días mi abuela llegaba corriendo hacia mi cuarto y me abrazaba. Me daba palabras de ánimo mientras acariciaba mi espalda mientras yo apretaba mis manos en su camisa.
En las mañanas entraba al cuarto donde se hospedaba mi hermano y le acariciaba sus hebras rubias sin decir nada. Me quede en casa en todo el transcurso de las semanas, no quería ni tenía las fuerzas necesarias para llegar. Sin Miranda no abría caso que fuera,los demás no eran nada más que un montón de hipócritas que quieren estar a tu lado por algún beneficio en general.
En fin, habían acabado las clases ya por lo tanto Miranda me acompañaría a mi casa; supongo que también quería ver a Luke.
No sabía muy bien cómo había resultado su amistad con mi hermano pero no quise preguntar. Aparentemente ya tenía una idea de los hechos.
Me entraban los nervios el solo pensar en enfrentar a mi hermano, verlo a sus ojos azules como el cielo y preguntarle el porque nos abandonó a mi abuela y a mí. Se me hacía muy egoísta de su parte que lo haya hecho, y más cuando en ese tiempo la abuela estaba enferma y vivíamos de una forma deplorable. Era muy cobarde y egoísta.
Las calles estaban frías, al igual que mis manos y mis orejas, sentía picazón en mis fosas nasales y los ojos me picaban.
Sentía mi pecho oprimirse a cada paso que daba, mi garganta tenía un molesto nudo que me impedía tragar. Fruncí el ceño confundida ante aquel sentimiento nostálgico.
-a veces pienso que la vida tiene un propósito, que todos tiene algo que hacer; para luego emprender a su final. Un destino escrito para cada quien...-Miranda me miro, mis labios se encontraban apretados esperando que siguiera.-¿tú crees que también nosotros lo tengamos algún día?-nos detuvimos en lo que es mi casa,ambas mirándonos sin decir nada,¿lo tenemos? Yo no sabía exactamente qué decir en ese momento,preferí dejar el tema a un lado y me puse a rebuscar mis llaves dentro de mi mochila. Las llaves rechinaron sobre mis dedos,mire a Miranda con una sonrisa suave mientras abría la puerta.
El silencio nos recibió con los brazos extendidos,abrimos paso a la casa,pude observar cómo Miranda dejaba su mochila sobre el mueble, yo suspire y empecé a subir las escaleras. Sentía el corazón palpitarme con ferocidad a cada paso que daba, los pasillos estaban oscuros; ilumine la del pasillo y empecé a caminar hacia el cuarto de mi hermano, atrás siguiéndome los pasos Miranda siendo sigilosa.
Abrí la puerta con las manos temblorosas, para cuando la luz del pasillo iluminó la recámara mi corazón se detuvo y el shock se adueñó de mi sistema.
-oh no, Luke...-susurro detrás de mí Miranda sabiendo a leguas lo que yo sentía en ese momento,mis lagrimas empezaron a salir escurriendo sobre mis mejillas. Sentí la mano de mi amiga sobre mi hombro apoyándome,yo solo podía preguntarme el porque es tan orgulloso.
Me había abandonado, otra vez.

continuará....

ASESINO. Luke Hemmings  //EN EDICIÓN//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora