Cumpleaños paseando por Viena

6 0 0
                                    

A la mañana siguiente, día muy importante para Agustina, los amigos se levantaron. La festejada ese día se dio una ducha. Antes de desayunar, Santiago que antes de llegar a Viena había estado hablando con su madre para ver que estaba necesitando, por lo que cayó al cuarto de las chicas, abrió la mochila que tenía y de ella saco una campera, un buzo y una bolsa de agua caliente para el invierno, con una fundita de Tambor, el conejito amigo de Bambi y unos adornos de snitch dorada y escoba de Harry Potter para el árbol de navidad.

Ese día antes de salir a pasear por la ciudad, Santiago, quiso ver lo que iban a hacer por la mañana, y justo le toco a Hernán el movimiento, por lo que estuvieron bailando chacareras y luego recordando que ese día era el cumpleaños de Agustina por lo que le cantaron el feliz cumpleaños en alemán y te deseamos. Cuando terminaron, los hermanos dieron una vuelta por la granja y la huerta, acabado el recorrido fueron a esperar el colectivo para ir a la ciudad.

Como ese día habían sido invitados a la casa de Flavio, les indicaron regresar a las 5 de la tarde. Ese día su madre la saludo pidiendo sacar fotos en las que estuvieran los hermanos que fueron a recorrer el palacio Belvedere, pasaron por la casa de la ópera y el parlamento, Santiago que tenía en su teléfono un mapa, iba viendo que tan cerca estaban los puntos que querían ver, en ese palacio, Agustina se sacó una foto al lado de una caballeriza, en un momento vieron un carro tirado por caballos, que iba a ese palacio y llegando cerca de la casa de ópera de Viena, vieron en el suelo una especie de paseo de la fama vienes con los nombres de algunos grades compositores e interpretes de música clásica como Straus y Bach . 

Tras un rato de estar caminando pararon a comer algo y comieron una milanesa austriaca. Cuando terminaron el almuerzo, en donde Santiago pidió que le cargaran el celular, fueron caminando hasta Stephandom, allí caminaron mirando todo y para lo que si pagaron fue para subir a lo alto de la torre de la catedral, en ese instante vieron toda la ciudad de Viena desde lo alto, algo imponente.

Luego de sacar un par de fotos, bajaron. Un rato más tarde con el propósito de tener un momento de relax, fueron a tomar algo a un bar, tras eso se despidieron de la ciudad hasta el día siguiente en el que iban a regresar con los compañeros de Agustina, quien se sorprendiera al ver unos mono patines eléctricos que estaban en un punto de la ciudad esperando que alguien por una aplicacion informara que lo iba a usar y lo iba a dejar en un punto en el que otra persona lo tomara.

 Al llegar tomaron un tren más rápido, en este viaje hubo muchas cosas que le llamaron la atención, como los asientos plegables para las personas con discapacidad, los asientos para personas de gran tamaño (no de altura) cuando llegaron a la parada, se encontraron con los amigos que estaban haciendo compras para la cena de esa noche.

Por el cansancio al haber estado caminando todo el día, Agustina no pensó en hacer compras para su familia ni para sus amigos, al llegar a la casa de Flavio, mientras Hernán, Ana, Santiago y Fernanda comenzaban a cocinar, Agustina se recostó un rato aprovechando para ver todos los mensajes de feliz cumpleaños que le llegaron tanto por WhatsApp como por Facebook, entre todos los mensajes que recibió, de sorpresa vio uno de Patricia la chilena y por la red social y la aplicación, recibió felicitaciones de cumpleaños de Colombia y una amiga suya le canto el pastel, la que Agustina replico para otra compañera que también cumplía ese día.

Un rato más tarde, mientras los argentinos cocinaban, llego Leonardo Schmidt, un hombre del que les habían advertido en el congreso que no era fácil, pero en ese momento al que vieron fue a otro distinto y también fue un amigo de Flavio de Brasil. En todo momento Agustina había pensado en llevar el ukelele que ella tenía y por sorpresa, se encontró con que entre unos cuantos instrumentos que tenía, había un ukelele.

El amigo brasileño de Flavio, toco la guitarra cantando al otro lado del rio, la canción cortina de la novela señora del destino, y en un momento Agustina también toco su instrumento acompañando la canción música ligera. Varias veces el dueño de casa le comento de una torta que le habían comprado haciéndole pensar que no habían comprado nada y que el pastel de su cumpleaños lo iba a tener al día siguiente en el hotel Sacher.

Sin embargo, en un momento los amigos y el hermano, la sorprendieron con una torta por lo que le cantaron el feliz cumpleaños. Cuando la fiesta termino los amigos regresaron a la institución en un Uber que Santiago pidiera a través de esa aplicación que, en Argentina, en algunos lados no es legal y también hay gente que los agrede a ellos o les daña los autos.

Al llegar a la habitación se encontró con unos regalos que le hiciera la gente de la institución. En ese tiempo Fernanda trabajo un poco más en los regalos que les iban a dejar a la gente del lugar y como al día siguiente, Fernanda se iba a Suiza para estar en varios lugares, entre los que estaban los que Ana Inés visitara en su primer viaje a Suiza, por lo que tuvo que volver a conseguir francos suizos.

Como ella había confiado en la chilena que mientras estaba resolviendo su regreso, la había ayudado a sacar su ida hasta Karls Rue. Pensó que le había sacado un pasaje a Karls Rue en Suiza, y cuando supo que su destino final era Múnich y no Suiza, tuvo que hacer el cambio de pasaje, para lo que Hernán le dio una mano y él le gano.

Como en ese tiempo Fernanda se había logrado conectar con Christian y con Jazmín, una señora que siempre bajaba a desayunar en compañía de un oso de peluche, al que todos conocieron primero como Bobby y luego le cambio el nombre a Baloo.

Lo que Agustina no logro les dejo presentes especiales para ellos. Al no tener wifi en los cuartos, para tener internet se tenían que quedar en el salón.

En el cuarto de las chicas tenían un cable de red para la computadora. En la institución había cuadros pintados por Stephan, uno de los adultos al que también le gustaba el futbol y en un momento jugo con Fernanda en el metegol que tenían en la sala.       

Relato de un viaje soñadoWhere stories live. Discover now