윤민; [Lilium]→ y.m

[Ａｃｔｉｖｉｄａｄ |１０]

Los ojos de Jimin recorrían toda aquella hoja con palabras impresas y seguía el hilo de la historia.

Cuando pasó a la siguiente página se impactó cuando vio un pétalo de Lirio posando allí, ladeó su cabeza y escuchó la profunda voz de su amado provenir del pasillo a medida que se hacía más fuerte hasta que se dejó ver.

—Buenos días, amor —saludó Yoongi recién levantado, con su vestimenta del trabajo a medio arreglar y se acercaba a su pequeño esposo.

—Buenos días, Yonnie —el rubio se agachó un poco para besar los labios del pelinegro que estaba sentado en el sillón.

30 de Noviembre del 20...

—Ya tengo que ir a trabajar, mi bebé —informó Yoongi, el contrario negó con su cabeza a medida que sus dedos se enredaban en la tela que cubría los brazos del rubio.

—No vayas —suplicó el menor con aquellos grandes ojos gritando su presencia.

—Pero amor, sabes que hoy es un día importante...

10 de la noche...

10:49 de la noche...

Los dientes de Jimin rasgaban el cuero que cubría su labio inferior, la sangre se dejaba relucir y el sabor a metal aparecía.

El pelinegro lloraba desconsolado mientras abrazaba sus piernas.

No quería.

¿O no puede?

Lágrimas saladas se escapaban por sus orbes cafés, quería refugiarse...

10:56 de la noche.

Los ojos de Jimin miraba con aflicción el reloj, las manecillas avanzaban y él cada vez se encogía más en su lugar. Quería a su Yoongi, a su amado, a su esposo, ¿cuándo llega?

10:57 de la noche.

No quería seguir ahí.

Se levantó del sillón, sus piernas temblaban de una forma exagerada, algo que no podía controlar y se quedó estático en su posición.

10:58 de la noche.

Se quedó pensando por unos segundos, recapicitando...

Pero aún con lágrimas en los ojos, caminó hacia la puerta...

Su caminar se aceleró...

Cuando iba a tomar el pomo y salir, las yemas de sus dedos apenas rozaron el objeto cuando unas manos lo tomaron del pie haciéndolo caer de llano al suelo...

Y empezó a ser arrastrado lejos por él.

—¡No! ¡No! ¡Déjame ir por favor! —pedía clemencia mientras que sus manos se trataban de agarrar a algo invisible.

En su arrebato de escapar, pudo ver la hora: 10:59.

Y se alteró de sobremanera.

—¡Sueltame! ¡Déjame ir! ¡Te lo suplico por favor! —su llanto era desgarrador mientras veía como la puerta se alejaba cada vez más.

—No, no lo haré.

Sus ojos se fijaron en el reloj colgado en la pared, debía irse. Pero ese ser seguía jalando su cuerpo.

10 segundos...

9...

8...

Jimin seguía luchando por escaparse de las manos de ese ser malo.

7...

6...

Y los ojos de Jimin comenzaron a apagarse.

5...

4...

La esperanza se desvanecía de a poco.

3...

2...

Jimin sabía que ya no podía seguir resistiéndose.

1...

11:00

Y el peso sobre él se esfumó, Jimin comenzó a llorar en silencio en el suelo.

Entonces el teléfono comenzó a sonar de manera estruendosa, y la cabeza del pelinegro comenzó a doler detrás de sus ojos, nuca y varias zonas.

Sintiendo el repiqueteo del ruido en todos lados.

—¡Basta! ¡¡Basta!! ¡¡Basta!! —se tapaba los oídos mientras seguía gritando y las lágrimas caían con fuerza, humedeciendo sus mejillas, sus ojos ardían como el infierno, todo su ser dolía.

Y se detuvo...

Pero a lo contrario, un sobre se deslizó por debajo de la puerta.

Jimin lo notó, pero no se levantó, simplemente observaba el techo con ojos vacíos y lágrimas cayendo de sus ojos.

Luego de unos minutos en ese estado, se levantó y tomó el sobre.

Una nota...

Su pulso se aceleró, sentía mucho miedo de su contenido...

Y lo abrió...

“¿Te lastima?

Jjk”.

Nicxnita©