Mate Del Alpha - YoonMin

CAPÍTULO 37

           

||JIMIN||

— Lo sentimos, no queríamos molestarte —murmura Tae.

— No ustedes discúlpenme, no debí actuar de esa manera —suspiro— ustedes pueden elegir el traje, me adaptare a lo que sea pero ahora debo volver.

— No, todos volveremos —dice Tae deteniéndome— estamos contigo y no te dejaremos solo, los trajes pueden esperar, tenemos mucho tiempo por delante.

— El tiene razón, discúlpame por lo que hice —susurra Jin y me abraza— debí entender que lo que pasa entre tu y Yoongi se queda entre ustedes.

— No te preocupes Jin-hyung, yo también reaccione mal —digo y lo abrazo.

— Ahora que todo se arreglo ¿por que no vamos por un delicioso helado? —pregunta Tae y asentimos.

— Preguntas como esas no se hacen —digo y entro al auto.

— Así es —rectifica Jin.

— Está bien, la próxima vez no preguntaré solo los llevaré —ríe.

— Ahora que lo recuerdo, tú tienes una historia que contarme —digo mirando a Tae.

— ¿Yo? —pregunta señalándose y haciendo una mueca extraña.

— Si, tu —respondo riendo— tenias que contarme si Hoseok te propuso matrimonio de la nada o preparo algo detallista para preguntártelo.

— A mi también —dice Jin— a la heladería por favor —dice al chófer.

— Lo se, tranquilos —ríe— las cosas fueron así, hyung me llevo a un paseo al bosque con la excusa de que necesitábamos privacidad y en la manada habría mucha gente paseando; acepte y nos adentramos en el bosque, dimos un recorrido mientras me hablaba un poco sobre él, después descansamos mientras hablábamos sobre el matrimonio, me pregunto si algún día me gustaría casarme con el y yo dije que sí y el tema quedo ahí, al oscurecer fuimos a un lago demasiado hermoso, estando ahí se arrodilló frente a mi y me propuso matrimonio —finaliza y nos muestra su anillo.

— Eso a mi me cuesta 10 años de trabajo sin descanso —digo al mirar el anillo.

— Igual —dice Jin y Tae ríe.

— Son unos exagerados, pero igual se que este pequeño anillo es demasiado costoso, por eso lo cuido con mi vida —ríe— Hobi debió gastar mucho en el y si lo pierdo voy a fallarle.

— Hemos llegado —chilla Jin cuando el auto se detiene y todos bajamos como presos en libertad.

Corremos hacia la heladería y las personas al rededor nos miran riendo.

»¿Tengo cara de payaso o qué?«

— Tres de dulce de leche —dice Jin a la mujer en el mostrador.

Después de pagar por nuestros helados salimos y paseamos por el parque mientras hablábamos sobre nuestras vidas, Tae era un ayudante de sastre en su manada y nos enseñó algunos de sus propios diseños en su móvil, Jin nos contó acerca de su vida antes de llegar a este lugar, era amiga de Carlo y ahora gracias a el se a que se debe su maldición; Carlo era narcisista que su madre lo condenó, hasta que el encuentre el amor verdadero la maldición se irá.

La vida de Jin es realmente interesante, resulta que la mujer que cuido de mi cuando llegue era su madre, no la recuerdo muy bien pero su cabello medio cenizo. Medio rojizo y ojos castaños eran tan hipnotizantes como los de Jin que siguen en mi memoria.