Mate Del Alpha - YoonMin

CAPÍTULO 76

||JIMIN||

Después de que la señora Manoban tomara todas las medidas que necesitaba, seguimos conversando acerca de las telas que llevaría el traje y sobre la boda. Ella es muy agradable y dulce, era una amiga cercana a Baekhyun, el padre de Yoongi y por lo tanto, también era cercana a la familia; pero cuando las cosas cambiaron ella decidió dejar la manada para seguir con su trabajo y vida junto a los humanos.

Me contó cómo eran las cosas antes en la manada y como era Yoongi de pequeño, incluso me prometió que la próxima vez que nos viéramos traería consigo una fotografía de Yoongi con su padre.

— Bueno querido, puedo olfatear a Yoongi dando vueltas por el pasillo así que ya es hora de dejarte ir —dice mientras terminamos de guardar sus materiales.

— Está bien, fue un verdadero gusto conocerla señora Manoban —la abrazo y de inmediato soy correspondido.

— El gusto es mío cariño, moría de ganas por conocer a la Luna de Yoonie —dice con una gran sonrisa.

— Bueno, espero verla muy pronto por aquí y también en la boda —digo haciéndola reír.

— Claro que asistiré a la boda, no me lo perdería por nada en el mundo —dice al tomar su bolso.

La despido acompañándola hasta la puerta y en el instante que ella sale, Yoongi entró corriendo como si su vida dependiera de ello.

— ¡Por fin! —exclama al abrazarme mientras olfatea mi cuello.

— Hyung eres un exagerado, no me fui durante 10 años —digo haciendo que se pare en seco y me mire a los ojos.

— Estuve lejos de ti y mis cachorros durante tres horas, a mí me parece mucho —besa fugazmente mis labios y me toma por la cintura— todos se encuentran en el comedor, pero no les importará que no lleguemos para la comida —dice con una sonrisa que hace más difícil el decirle no.

— Cariño tenemos invitados —trato de pensar en otra cosa que no sea Yoongi siendo caliente, pero no puedo, culpo a las hormonas.

Sin decir nada al respecto besó mi cuello dejando sus labios impregnados en aquel punto de mi debilidad, su marca. Sabía lo que quería hacer y lo estaba logrando.

Este embarazo me volverá un adicto al sexo.

— Los malditos invitados pueden esperar —gruñe y besa mis labios con fiereza.

Un gemido que escapó de mis labios lo alentó a seguir, pues me cargo y enrosque mis piernas en su cintura para no caer y no sé cómo lo hizo, pero puso pestillo a la puerta conmigo en brazos.

Nos llevó hacia la cama y comenzó con una estela de besos desde mis labios hasta el escote de mi camisa.

Mis pezones han aumentado de tamaño gracias a sus cachorros y es algo con lo que se encuentra muy bien, me lo ha dicho varias veces intentando que no lo deje mucho tiempo sin esto.

— Yoongi...

Solo le tomo un par de segundos deshacerse de nuestra ropa, pues de un tirón rompió mi camisa y pantalon y a la velocidad de la luz sus prendas ya no cubrían su delicioso cuerpo.

Nuestros cuerpos juntos entregándose al otro es el maldito paraíso, su piel en mi piel, no hay otro lugar más que a su lado en el que quisiera estar.

— Iré lento, no quiero lastimarlos —susurra al escuchar mis quejidos.

— Lento y una mierda, Yoongi —gruño y el ríe.

— Tu lo pediste bebé —susurra en mi oído.

Me tomo por las caderas y aumentó el ritmo en sus movimientos, el sabe cuál es mi punto perfecto para volverme loco.