Capítulo XIV

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Era un día muy importante en la vida de Betty y Armando. Ese tiempo había pasado demasiado rápido para los dos, el semestre se había acabado, y los ánimos estaban cada vez más tensos entre ellos y la familia de Armando. Él no había querido confrontar a sus padres, en especial a su padre, sobre la decisión de no continuar con el posgrado después de la universidad. Así que ese día se concentraría solo en el juego final de la temporada de fútbol americano. Era el último juego de su vida, porque era hora de continuar con otras metas. Con Betty todo era mejor, podía vivir con el amor que se tenían, y fácilmente podía ser la mano derecha de Daniel Valencia si fuera necesario, solo con tal de no tener que separarse de Betty. La manera de convencer a su padre de su decisión era que quería tomar experiencia después de la universidad, y cuando la tuviera podría irse mejor preparado para tener un posgrado fuera del país. Quizás con la esperanza que fuera al mismo tiempo que Betty pudiera terminar la universidad e irse al extranjero a estudiarlo juntos. Armando estaba asustado de lo que podría pasar si su padre decidiera retirarle su apoyo, incluso con el miedo de que no lo quisiera recibir como empleado en su despacho. Pero el era lo suficientemente competente para poder conseguir un buen empleo, o quizás tener  su propia firma. Finalmente, ahí estaba, en su último juego y solo faltaba un minuto para concluir.

Betty se encontraba en las gradas con todos su amigos apoyándolo. Ella también estaba asustada de lo que podía suceder, pero Armando la había convencido de que su decisión era la mejor, y que tendría el apoyo de sus padres, pero no podía evitar tener ese cosquilleo de miedo de pensar que tomará la decisión de irse. Betty lo apoyaría pasara lo que pasara, porque era por el bien del futuro de el hombre que amaba tanto, y no podría cortarle las alas de emprender ese vuelo.

Armando dio la señal de la jugada que realizarían para su último puntaje en el marcador, necesitaban un touchdown para poder ganar el juego. Así que los nervios están a flor de piel, el silbato sonó y la jugada comenzó, Armando corrió con todas sus fuerzas esquivando a los jugadores contrarios, recibió el pase del balón de nada más y nada menos que de Mario, este al lanzarle el balón fue prácticamente atropellado por dos jugadores rivales, finalmente Armando recibió el balón y todas las expectativas estaban puestas en el, logro ver a su amada antes de correr como nunca en la vida, Betty se levantó con las manos suplicando que lo pudiera lograr. Armando corrió y no dejó que lo parara nadie, cuando se escuchó el grito de todos los espectadores, se detuvo y vio que estaba en la zona de anotación, lo había logrado y el juego estaba ganado. Sus compañeros llegaron a levantarlo como un trofeo, y el alzaba las manos de emoción, le lanzó un beso a Betty y ella emocionada se lo regresó. La escena para Marcela fue grotesca, los vio con tanto odio que pensó poner fin a todo eso, así que se retiró del juego pronto. Todo aquel festival comenzó a disíparse, los espectadores se fueron retirando y los jugadores se marcharon a las duchas, Armando se fue directo a festejar con Betty.

Be: Felicidades mi amor - lo abrazo fuerte y el la levando dando vueltas.

Ar: Gracias mi vida, todo te lo dedico a ti, verte me dio ánimos para no detenerme y lograr esa anotación.

Be: Corriste como nunca OJ OJ OJ - reían juntos, hasta que un silencio los hizo quitar las sonrisas - Es hora de hacerlo amor.

Ar: Lo se mi amor, lo sé - la abrazo - veras que todo saldrá bien amor.

Be: ¿Y si no? - lo vio a los ojos - es decir, que haremos si no te apoya.

Ar: ¡Lo vez! Por eso te amo - Betty quedó desconcertada - no dijiste "¿que harás? Eres la mujer que me quiere acompañar en las buenas y en las malas. Pase lo que pase amor mío - le tomo las manos y las beso - tú y yo saldremos adelante.

Be: ¡Te amo! - Betty lo abrazo y le dio un beso que lo dejó sin aliento - si no te das una ducha tu padre no te dejara ni entrar a su casa ojojoj.

¿Cómo nos conocimos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora