El sonido de la alarma se apropiaba de todas cabinas de la nave espacial. La característica luz roja de advertencia era la única que alumbraba los pasillos, y el temor de no saber qué ocurría era el único protagonista de ese horrible momento.
Toda la tripulación junto a su capitana, comenzaron a emplear el protocolo de seguridad, apagando en el instante la alarma que los atormentaba.
—Reporte. —Solicitó Fabiana O'nniel, la capitana de la misión Frida01.
—Hemos recibido una señal de advertencia de un próximo impacto de meteorito que se aproxima a más de siete mil kilómetros por segundo y va directo hacia nosotros y el satélite, Capitana. —Advirtió Christina Damian's, la subcapitana a cargo.
— ¿No podemos salir de curso?
—Lamento decirle que no, Capitana. El impactó es inminente y nos quedan menos de diez minutos para la colisión con el meteorito... —respondió el piloto Charles García con la voz apagada.
Era el fin de todos. O'nniel sabía que no habría chance de que todos salieran en las capsulas de escape y que no tendrían la oportunidad de hacerlo antes del impacto.
—Avísale a Houston. ¡Rápido! —Ordenó O'nniel para luego salir de la cabina de control.
Díaz había estado observándola sin decir palabra «¿Este era el fin?» Pensó y negó con la cabeza repetidas veces. No podía aceptar ese horrible final. ¡Tenía toda una vida por delante! No podía acabar así, tan pronto, en su primera misión ¡era simplemente imposible de creer!
Todos los demás estaban pensativos, quizás reflexionando en todo lo que habían hecho en su vida y pensando en sus familias que felizmente los estaban esperando en la Tierra.
Cuatro personas, cuatro seres humanos, estaban a punto de morir y no había nada ni nadie que lo evitara.
—Díaz —escuchó la voz de su Capitana por el intercomunicador en su oreja—, pídale a Christina y a Charles que procedan a colocarse sus trajes lo más rápido posible y junto a usted diríjanse a la cabina 05. Los espero en menos de dos minutos.
Iván hizo lo propio y junto a sus compañeros, se dirigieron hasta Fabiana. Ésta se encontraba metida en su traje espacial observando a la Tierra a través del Cristal.
—¿Qué vamos a hacer? —Preguntó temerosa Christina. Una idea de lo que podría estar planeando su Capitana se le había surcado por la cabeza, pero sin duda no le había gustado escuchar que esa fuera la respuesta.
—Saldremos y nos impulsaremos lo más lejos posible de la nave con ayuda de todos, tengan —ofreció una soga en la que todos procedieron a aferrar a su traje—, tenemos menos de cinco minutos así que yo los guiaré lo más lejos posible, Christina ve a mi lado, luego Iván y después Charles. Si Houston recibió el mensaje nos vendrán a rescatar, no pierdan la fe muchachos.
Una tímida sonrisa se dibujó en su rostro, todos asintieron y en el momento en el que Fabiana abrió la escotilla, se pudo visualizar la inmensidad del meteoro que los sentenciaría.
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Último Aliento.
Science FictionContra todo pronóstico, el astronauta Iván Díaz, decide pasar su últimas horas contemplando la tierra desde lo más alto de las estrellas. Después de quedar varado y solo, no le queda más alternativa que sumirse en aquella sensación de paz y temor a...