El observar me traía soledad, la soledad me daba ansiedad y la destrucción bajo mis pies me otorgaba frustración.
La tormenta que se había desencadenado minutos antes estaba haciendo de las suyas en un par de ciudades en el continente del sur. Sus enormes nubes grises se encontraban encima de Brasil y Colombia. Lo podía distinguir gracias a las siluetas de sus límites hacia el mar.
Era increíble lo hermoso y aterrador que podía ser observar esto.
Ensimismado me preguntaba el qué estaría pasando allá abajo. El caos era dueño de todas esas tierras, era más que evidente que todas aquellas personas estaban centradas en el pánico y temor del desconocer que estaba ocurriendo, pero ellos al menos tenían a quienes los resguardarían una vez acabara toda esa pesadilla.
Una pregunta fugaz pasó por mi cabeza: ¿tendrían la esperanza de que todo eso acabara pronto? Yo no había durado ni dos horas para cuando los rastros de aquella palabra se habían esfumado por completo de mi mente.
Me era casi imposible creer en la posibilidad de poder volver a sabiendas que nadie sabía lo que había ocurrido aquí arriba ¿se darían cuenta ya? ¿Acaso el mensaje habrá llegado? Han pasado más de dos horas desde la última vez que nos reportamos, debería ser más que obvio que algo había pasado... pero de haberse dado cuenta antes ¿vendrían a buscarme?
Podía presagiar esa probabilidad, podrían estar planeando mi búsqueda en estos momentos, pero eso sólo sería una simple suposición. Ni siquiera sé si valdría la pena venir a buscarme, todos en la NASA me odiaban, ya de seguro me habrán dado por muerto.
Es que, hasta estando allá, me creería así ¿quién demonios me extrañaría? ¡Absolutamente nadie! Era el único astronauta que era odiado hasta por los niños ¿en qué rayos estaba pensando al crearme tan terrible reputación? Claramente no estaba pensando con la cabeza y ahora ¿qué podía hacer? Arrepentirme, nada más que eso.
En estos momentos ya dado por muerto deben de estar preparando el discurso que dirán en mi entierro: "Fue uno de los mejores de su clase, una persona odiada por todos y extrañado por ninguno. Descansa en paz Iván Díaz, ojalá tu alma pueda estar en paz en las estrellas; el lugar que más anhelabas conocer."
Solté una carcajada.
Me lo podía visualizar claramente: mi padre allí, mirando mi urna vacía negando con la cabeza, no porque haya muerto, sino porque había desperdiciado la vida que muchos seguramente querían. Era tan claro que casi podía tocar su rostro y susurrarle un "perdón".
Nuevas lágrimas recorrieron mi rostro. Era tan lamentable el gran giro que había dado lo que quedaba de mi existencia ahora ¿qué sería de mí si nada de esto hubiera pasado?
Seguramente no me habría dado cuenta de lo horrible persona que soy y lo arrepentido que me siento de haber sido un cobarde egocentrista al que sólo le importaba el cochino dinero y la fama.
Qué patético me sentía ahora que no podía hacer nada.
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Último Aliento.
Fiksi IlmiahContra todo pronóstico, el astronauta Iván Díaz, decide pasar su últimas horas contemplando la tierra desde lo más alto de las estrellas. Después de quedar varado y solo, no le queda más alternativa que sumirse en aquella sensación de paz y temor a...