—Capitán Weslie, díganos: ¿qué sintió al ver que el astronauta Iván Díaz se hallaba con vida aun cuando todos sus compañeros habían muerto de manera atroz?
—Primero que todo me sorprendí, era increíble la forma en la que el hombre había resistido a tan inminente ataque.
— ¿Y qué sintió al notar que sólo contaba con pocas horas de vida antes de que lo rescataran?
—Mucha presión, teníamos que movilizar el rescate lo más pronto posible he hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para poder salvarlo.
—Sin embargo, no fue así ¿cierto? —Preguntó la reportera. Weslie se hallaba en una rueda de prensa, en donde procedieron a entrevistarlo después de dar la noticia que la misión Frida01 había fallado y, que con ella, tres de sus cuatro tripulantes se encontraban muertos.
Una hora después de anunciar tan horrible acontecimiento, el Capitán recibió la desfavorable noticia de la muerte de Iván Díaz. Cuando lo encontraron, su cuerpo yacía inerte y muerto desde hacía más de diez minutos. Habían llegado tarde y no pudieron hacer más que recoger su cadáver.
—Lamentablemente, el hijo del Comandante José Díaz, Iván Díaz, astronauta primerizo, pero con grandes dotes en su carrera, falleció minutos antes de su rescate. La NASA agradece los castos servicios que prestó a nuestra organización y pedimos disculpas públicamente por no haber podido hacer nada al respecto.
Todos en la localidad comenzaron a bajar como muestra de respeto al oficial caído y sus compañeros. Weslie mantuvo su respiración de manera regular, detestaba las ruedas de prensa, pero apenas había comenzado, no podía retirarse todavía.
— ¿Cómo es que no encontraron su cuerpo antes de que falleciera? Tengo entendido que habían podido rastrear su traje y por eso supieron que estaba con vida ¿qué fue lo que sucedió realmente? —Preguntó un reportero rompiendo de improvisto el silencio. Su voz sonaba acusadora y el Capitán no pudo evitar fruncir el ceño.
—Minutos antes que la nave de rescate partiera, el sistema de rastreo comenzó a fallar y cuando nos pudimos dar cuenta, ya no sabíamos la ubicación del joven Iván.
— ¿Y cómo fue eso posible? ¿La NASA no debería tener el mejor equipamiento de seguridad para que cuando sucedieran ese tipo de cosas pudiesen ser reemplazadas? A lo que a mí respete, siento que fue un saboteo en contra del joven astronauta. Todos aquí sabemos que el muchacho no era querido por todos, precisamente —la voz del reportero comenzaba a irritarle al capitán. No obstante, más razón no podía tener.
—Desconocemos por completo la razón por la que el sistema falló —habló Francesco sonando sincero, pero eso no fue suficiente para los reporteros.
— ¿Y están investigando al respecto? Digo, no puede ser que sea obra del espíritu santo que eso haya fallado así sin más —alegó otra reportera acusando directamente al Capitán.
—Así es señorita... —el hombre fijó su vista en el distintivo de la periodista—. ¿Vanessa Brown? —La mujer asintió—. Bien, señorita Brown, le prometo a usted y a toda América que estamos haciendo todo lo posible para averiguar cuál fue el causante de este incidente.
—Pero señor ¿no sospecha que alguien lo pudo haber hecho por maldad? —Insistió la muchacha de no más de veinticinco. El Capitán Francesco Weslie negó con la cabeza.
—Fue todo por hoy, muchas gracias —fue lo último que dijo antes de retirarse de la sala.
Los periodistas lo agazaparon con muchas más preguntas pero éstas no fueron respondidas por el protocolo de seguridad. Weslie moría por averiguar quién era el causante de tan terrible acto. Muy bien sabía que Iván no era querido por nadie en la organización que no fuera su padre, que, aun así, le avergonzaba y decepcionaba la vida que había llevado su hijo en ese lugar. ¿Quién le tendría tanto odio a ese muchacho como para impedir que fuese rescatado? Ay, querido Iván ¿por qué no pensaste mejor las cosas antes de crearte tan terrible reputación? Quién diría que eso te costaría la vida. Pensó el Capitán decepcionado.

ESTÁS LEYENDO
Último Aliento.
Science FictionContra todo pronóstico, el astronauta Iván Díaz, decide pasar su últimas horas contemplando la tierra desde lo más alto de las estrellas. Después de quedar varado y solo, no le queda más alternativa que sumirse en aquella sensación de paz y temor a...