2• Gambito

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Reencuentro

Sin ningún problema Jin Ling y A-Qing pasaron por las puertas metálicas del Monte de La Geisha. El lugar no era tan malo a decir verdad, al inicio se imaginaba un lugar de mala muerte con personajes indeseables (como drogadictos de barrios marginales o algo así) con feos olores de sudor y perfume barato de prostituta.

Aunque por ahora solo se encontraban en el patio del lugar en donde todos los que deseaban fumar podían hacerlo al aire libre.

Frente a él se alzaba una lujosa casa de tres pisos, nada descuidada a decir verdad. Las personas a su alrededor tampoco tenían un mal aspecto, podría decirse que por sus vestimentas éstas eran personas adineradas.

La mayoría de chicas se encontraban acompañadas de algún varón, algunas de ellas estaban revolcando como conejos cerca de la sombra de los árboles. Siendo él un varón decente, algo como eso era repugnante, pero no lo asustaba, no era como si él podría ser atacado de esa manera por algún pervertido de este lugar. Sin embargo, A-Qing realmente tiritaba de miedo y por instinto fue a cogerse del brazo de Jin Ling, ignorando que éste se encontraba disfrazado de niña rubia con aire de ser mimada.

Ignorando a los conejos, ambos caminaron hasta la entrada en donde se toparon con muchas más personas y música por doquier, en el primer piso las personas bailaban y tomaban desenfrenadamente, en el segundo piso solo podían verse las sombras de las parejas, con esta imagen ellos ya no querían saber qué actividad se realizaba en el tercero. Sin embargo, no muy lejos de las escaleras vieron la silueta de Xue Yang desvaneciéndose entre las personas y sin pensarlo demasiado (y olvidando su temor principal) A-Qing corrió detrás de él con cámara en mano. Absorto, Jin Ling trató de alcanzarla pero entre las personas la perdió de vista. Así decidió dar otro vistazo al lugar.

《Bebidas, algo de drogas, y gente bailando, nada inusual para una fiesta, supongo que el servicio especial se da en el tercer piso, sería algo lógico ya que este lugar es famoso por eso. Me sorprende que no hayan cerrado este lugar teniendo tanto tiempo en el mercado》

Lo cierto era que El Monte de la Geisha no había sido cerrada porque una fracción de los Wen con mayor poderío controlaba aún este distrito, y esa persona a cargo era nada más que Wen Chao, el segundo hijo de Wen RouHan, un joven tirano que perseguía mujeres hermosas.

— ¿Por qué esa cara desanimada? —El joven que atendía en la barra se acercó a Jin Ling con un trago y una amplia sonrisa.

La extraña mirada y el tono de voz lo sacaron de sus pensamientos. Jin Ling se observó en la vitrina en donde se exponían las botellas y recordó, su vestido y su maquillaje estaban haciéndolo otra vez. Rió internamente por estar homosexualizando hombres sin querer.

《Ridículo》

El hombre aún seguía con la copa en mano.

—No bebo, gracias —rechazó con fingida elegancia, su largo cabello atado en dos coletas danzó suavemente mientras negaba con la cabeza al mismo tiempo.

—Tómalo linda, para una belleza como tú es gratis —sonrió aún más por la negativa de la señorita—, además, en este lugar la necesitarás —le dio un guiño y se fue.

Apretó un poco los dientes antes de observar la copa detenidamente entre sus manos, él nunca había bebido y esta era posiblemente su única oportunidad de hacerlo antes que cumpliera los dieciocho, si su tío se enterara...

《Al demonio, no puedo vivir pensando si mi tío esto, si mi tío aquello ¡No debo seguir así! Tengo dieciséis, no cinco años, no puede mandarme por siempre, además... ¡Mi vida necesita algo de emoción!》

Gran Maestro del Disfraz | Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora