Rápidamente se convirtió en su forma de lobo, con las orejas erguidas para captar cualquier movimiento.
El crepitar del fuego hacía difícil concentrarse. Siguió el olor desagradable unos pasos y escucho el grito de Serena, elevando la adrenalina a su punto más alto.
A toda velocidad, dio vuelta a la cabaña. Se deslizo hasta detenerse a la vista de un gran lobo negro gruñendo y Serena atrapada a un lado en el pequeño cobertizo. Le enfermo ver las facciones de terror en su delicado rostro y se maldijo por no haber detectado el peligro.
Darien gruño y cargo hacia delante, mostrando los dientes. El lobo se volvió y conoció su desafío, rompiendo en una carrera rápida. En el aire sus cuerpos se encontraron estrellándose el uno contra el otro. El otro lobo tenía una ventaja de peso ligero y mando a Darien al suelo.
Sin aliento, se puso de pie cuando unos colmillos se clavaron en su hombro. El inmenso dolor lo atravesó. Pero haría falta más de eso para mantenerlo caído. Ciegamente lanzo sus mandíbulas hasta que cogió la punta de la oreja de lobo entre los dientes, Con un ligero tirón, la rompió a la mitad.
El lobo aulló de dolor liberando el hombro de Darien, solo lo suficiente para recomponerse. Lo ataco y lo lanzo a tierra, mordiendo lo que pudiera. Las imágenes de lo que pudo haber sido si no llegaba a tiempo le mantuvieron la adrenalina alta. Si era necesario lucharía hasta la muerte, pero no su propia muerte. Todo lo que importaba es que Serena estaba bien. Nadie amenaza a su pareja. La rabia lo alimento más y mordió con fuerza los cuartos traseros de lobo.
El aulló en derrota y dejo de luchar. Darien considero terminarlo, pero cambio de opinión. Se aportó y vio que el lobo corría a distancia con la cola entre las patas.
Rápidamente evaluó el daño causado a su cuerpo y se lamio las llagas. Había pasado mucho tiempo desde el ultimo altercado con un animal. Cuando vio a Serena acercarse, él se escurrió detrás de un árbol.
— ¿Darien estas bien?-
Se convirtió y luego se asomó a la mitad.
— Si estoy bien, ¿tu estas bien?
El ceño fruncido cubría su cara llorosa.
— Estoy bien, aparte de sentirme como una idiota.
No sabía qué hacer. Me estaba vistiendo y entonces apareció el lobo. Note el cobertizo y corrí hacia él. Por alguna razón pensé que podría escapar de un lobo.
¿Qué loco suena eso? Parece que mi sentido común me abandono esta noche.
El quería decir algo para tranquilizarla. - La mayoría de la gente no sabe qué hacer. Tu solo estas fuera de tu zona de confort. Lo único que importa es que estas bien.
— Pero te puse en riesgo. Y luego…
Ella hizo una pausa y el no pudo evitar ver que sus ojos se oscurecían.
— ¿Y luego qué?
— ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué te escondes de mi cuando cambias?
No estaba seguro de saber que responder, se cambió el peso de pie a pie.
— No lo sé. Una vieja costumbre supongo.
Ella entrecerró los ojos.
— No hay necesidad ocultarte. Es parte de lo que eres.
Sus palabras tuvieron un gran efecto en él. No creía que la pudiera amar más.
— Lo siento. Me preocupa que te moleste ser testigo. Supongo que es una inseguridad mía. Ahora dime, ¿Esta lastimada?
Una leve sonrisa ilumino su rostro. — No, estoy bien. Tú sígueme salvando y tal vez te conserve por eso.
Dios, él lo esperaba.
— Me gustaría salvarte la vida mil veces más si es necesario.
Ella asintió con la cabeza.
— Te creo.
Él se inclinó para besarla, pero se detuvo cuando vio su cara pálida.
— ¿Qué pasa?
Ella puso una mano en su boca. — Oh dios mío estas herido. Estas sangrando.
Darien echó un vistazo a su hombro y vio la herida profunda.
— No es nada. Solo un hombro herido. No te preocupes por eso.
Tan pronto como lo dijo, él se arrepintió. Sus ojosse atormentaron. — Voy a estar muy preocupada por eso. Necesitamos limpiarte o se va a infectar.
Él no se pudo resistir. — ¿Qué ahora eres medico?-
Serena río.
— Oh basta, esto es serio.
Su pulso se aceleró ante su atención. — Sé que tú puedes curarme. Pon tu mano sobre la herida.
Con labios temblorosos, ella vacilo. — Temo hacerte daño.
El levanto los hombros y los encogió. -— Te lo prometo, estaré bien. Tu tacto me va a sanar. Mira.
Serena puso su temblorosa mano en el hombro y la apretó. El calor de su piel lo tranquilizo. El sintió que sanaba de adentro hacia afuera. Todo el dolor y malestar desapareció.
Su fortaleza completa regreso y le dio un guiño.
— Ahora ve por ti misma.
Ella levanto la mano y abrió la boca. — ¿Cómo hice eso? Luce como nuevo, ni siquiera hay rasguño ni cicatriz.
— Tu tacto puede curarme ahora que hemos estado juntos.
Ella miró su mano y el asombro surgió en su rostro. — Increíble.
Darien extendió su mano y cogió un mechón de su pelo y se lo paso por la oreja. — Ahora tú me has salvado.
Él la vio darse la vuelta alejándose, con los brazos cruzados en su pecho.
— Que noche ha sido esta. Me siento sobre pasada. Creo que necesito pasar un tiempo con mis cosas para arreglar mis ideas. Me gustaría que vinieras conmigo. ¿Te importaría?
— ¿Dónde es eso?
Ella se dio la vuelta, pero mantuvo su mirada baja.
— A mi casa. ¿Te importaría?
Él la iba a perder. Él lo sabía. — Tú no eres prisionera, Serena. Si deseas tiempo a solas, yo lo entiendo. No quería dejarte ir hasta que me creyeras.
El rostro de ella se suavizo cuando lo miro.
— Creo en ti.
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Luna Llena en Halloween +18 (FINALIZADA)
Manusia SerigalaEl sexy disfraz de Serena de la pequeña caperucita roja se suponía iba a reavivar el interés de su novio. En cambio, ella termina con la cara roja de ira. Para añadir más a la humillación, ella se encuentra perseguida en el bosque por un lobo. De a...