La puerta se azotó tras él y arrojó la mochila con fuerza hacia un rincón desconocido. Nadie le creía, jamás, no sabía qué hacer ahora y tampoco lo iba a divulgar por internet para pasar a ser un farsante más del que todos se burlarían en unos días. Suspiró, cansado, mientras caminaba a su pequeña cocina para calentar el resto del sándwich que no se comió en el almuerzo aunque no tuviera apetito, no lo tenía desde que todo eso había comenzado.
Masticó sin ganas su cena y bebió apenas un par de tragos de café frío, rogaba por un par de horas decentes de descanso en su cama, pero con su suerte no lo creía posible. Se dio una ducha rápida y cuando tuvo la ropa puesta su cuerpo comenzó a exigir que fuera a la cama, sonrió pensando que finalmente pasaría, luego de meses, rogaba por ocho horas de sueño ininterrumpido, ni siquiera las pastillas le habían servido, las pesadillas eran peores.
Se dejó caer en su mullido colchón, murmuró mil veces lo mucho que le gustaba estar ahí y se envolvió en sus cobijas para poder dormir en completa oscuridad. Su cuerpo comenzó a adormecerse, estaba quieto en esa posición pero su mente seguía dando vueltas... eso no podía seguir pasándole, ¡necesitaba dormir!
Por milésima vez, suspiró muy bajo, lamentaba el momento en que todo había comenzado.Kirishima lo había convencido de salir esa noche con todos, seis meses atrás, para celebrar su cumpleaños; Izuku no era de salidas nocturnas a beber o a bailar, de hecho tenía dos pies izquierdos y la última vez que había bebido terminó contando secretos de Ochako por los que su amiga aun no le perdonaba, claro eran amigos aún pero ella utilizaba esa ocasión para el chantaje y conseguir cosas que ella no se compraría con su dinero. Así que, prometiéndole que lo cuidaría, el adorable Eiji convenció a su amigo. Por supuesto que fue dejado en la barra en cuanto Katsuki llegó y le anunció a todos que se iría a manosear por ahí con su novio, Ochako aún no llegaba, Iida y su novia bailaban muy extraño en el centro de la pista, el resto de sus amigos también bailaba o habían desaparecido por donde Katsuki y Kirishima.
Se quedó solo y se recordó mentalmente no volver a aceptar una invitación así, odiaba que lo dejaran solo porque comenzaban los pensamientos incómodos hacía su persona y terminaba volviendo a casa temprano cuando se daba cuenta que no era lo suficientemente atractivo para que nadie se sentara si quiera a su lado. Se cruzó de brazos y se recargó de la barra, observando su vaso de whisky sin empezar y los hielos derritiéndose poco a poco, tal vez sí debía irse a casa, aún había tiempo para pasar por una pizza y encerrarse a ver una serie todo el fin de semana.
Entonces apareció, casi como si lo hubiera convocado con la mente un segundo antes de que se pusiera de pie. Portaba una camisa negra holgada y unos pantalones negros también, Izuku no pudo evitar pensar que tenía porte de adinerado, alguien con demasiada "clase" para estar en un lugar así, escuchó al extraño pedir whisky también y en su torpeza casi se voltea a decirle que bebían lo mismo. Se sintió como un niño pequeño frente a su héroe y eso era... malo para él.
Tomó el vaso y bebió todo el contenido de golpe, pidiendo otro con torpeza y sintiendo los dedos de los pies adormilados, si, sabía que su resistencia era pésima pero de repente estaba muy nervioso y su cuerpo parecía actuar solo.
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101 formas de enamorar a Shōto
FanficShōto es más sencillo de lo que parece, le gusta dormir, cumple sus obligaciones y el soba frío es su platillo favorito. Pero cuando se trata de llegar a su corazón, Izuku tenía más de una manera para hacerlo caer a sus pies. Compilación de diferen...