2da parte del 33~
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Cuando despertó estaba en la cama más cómoda de la vida y envuelto en una cobija caliente que tenía el aroma más delicioso embriagando sus sentidos, bostezó mientras trataba de abrir los ojos despacio bajo la cálida luz de sol. Se quejó muy bajo y de inmediato sintió besos que recorrían desde sus mejillas hasta sus clavículas, una risa burbujeó torpe en su garganta y escapó de sus labios sin permiso. ¿Qué pasa? Preguntó su cabeza entre besos, tratando de rememorar donde estaba y cómo había llegado ahí. Las imágenes de un enorme lobo convirtiéndose en un humano –hermoso humano, muy desnudo también y se sonrojó hasta la médula por ello- que se acercó para atraparle antes de que se desmayara de la vergüenza –patético, sí-.
Abrió los ojos cuando fue libre un par de segundos y observó con ligera dificultad el rostro frente al suyo, era hermoso, con un demonio, ¿de dónde había salido ese espécimen tan... único?
Recibió un nuevo beso en la frente y tuvo que elevar un poco sus manos para sostener las mejillas del otro, en una súplica silenciosa para que le diera espacio –pero no mucho, no fuese a desaparecer-.— ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?
Si hubiera sido un gato, tal vez habría ronroneado al escuchar la voz que se deslizó en sus oídos tan suave que llegó hasta su corazón y luego le adormeció el cuerpo cuando fue recorriendo sus venas.
–N-no —se maldijo por tartamudear y luego se sentó despacio en la cama, sintiendo la cobija deslizarse por su torso para caer a su regazo... estaba vestido así que era buena señal, ¿por qué estaba tan decepcionado?
—Entonces debes tener hambre, es algo tarde —los dedos del extraño se deslizaron por su cabello proporcionándole escalofríos con las caricias suaves.
—En realidad quiero respuestas —dijo, luego de debatirse entre quedarse ahí entre los brazos del extraño o actuar como persona racional.
—Contestaré todo lo que pueda con sinceridad, pero mientras comes —se puso de pie, gracias al sol, la luna y las estrellas llevaba ropa esa vez.
El extraño se acercó luego de rodear la cama y le tendió una mano, Izuku se debatió un poco y luego la tomó, dejando que lo sacara de la cama para salir de la habitación. Estaba en una casa pequeña, una cabaña en realidad, pero tenía una cocina bastante linda y rústica, incluso el baño le había parecido bonito a pesar de ser lo más simple de lo simple.
Fue obligado a sentarse a la mesa luego de que volvió de lavarse la cara y los dientes –el guapo extraño le había conseguido un cepillo en un par de segundos-, observó al otro moverse por la cocina y le dio vueltas al asunto tratando de resolver que pregunta debía hacer primero, ¿cómo se empieza a interrogar a un hombre lobo?
Joder, le dieron escalofríos de solo pensarlo, esperaba haber alucinado esa parte... o no. Había algo en ese recuerdo que no le molestaba en absoluto pero no podía entender que.—Debes estar muy confundido, es comprensible, ayer quería hablarlo pero te desmayaste de cansancio.
— ¿Cansancio?
Él asintió mientras ponía una taza en la mesa.
—No has dormido bien por un tiempo, ¿verdad?
Asintió apenado y bajó la mirada al líquido humeante.
—No he dormido nada.
—Es mi culpa —suspiró y le dejó un plato con tostadas—, quería explicarte más esa noche, pero no creí que lo fueras a recordar.
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101 formas de enamorar a Shōto
FanficShōto es más sencillo de lo que parece, le gusta dormir, cumple sus obligaciones y el soba frío es su platillo favorito. Pero cuando se trata de llegar a su corazón, Izuku tenía más de una manera para hacerlo caer a sus pies. Compilación de diferen...