+La familia del Gangster+ [YoonTae] BOOK 2

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— Tienes suerte, el jefe te ha dado dos días al mes para salir y que no te olvides del sol.— la gruesa voz ajena sobresaltó a la Theta que yacía dormida sobre su cama, a sus costados los cachorros en su forma lobuna quienes saltaron a causa de la intromisión. — Vamos no esperaré todo el día.— MoonByul se levantó de la cama pero antes de salir le dijo al guardia.

— Ellos vendrán conmigo.— vio como el Alfa alzaba los hombros con indiferencia.

— está bien, de todas formas no tienen a donde escapar. — abrió más la puerta dejándole el paso libre a la delgada Theta y los cachorros que le seguían detrás en sus cuatro patas. Recorrió aquel largo pasillo obscuro, habían muchas más puertas metálicas, pero ella era la única que habitaba en aquella «prisión» subió unas escaleras hasta llegar a una puerta de madera, se encontraba escondida entre unos frondosos árboles por lo que pasaba desapercibida; al salir fue golpeada por la luz del Sol, efectivamente se había acostumbrado a luces artificiales y con poca iluminación, que mantuvo sus ojos cerrados por varios minutos, mas una pequeña mano tomó la suya y la guió hasta la sombra de un árbol. YoungSoo soltó su mano antes de que se sentara en el pasto, abrió sus ojos encontrándose con la curiosa mirada de los cachorros ya en su forma humana.

— Gracias pequeño.— sonrió. SunHee sacó de su pequeña playera un trozo de pan, dejándolo sobre el regazo de MoonByul.

— Coma.— se sentó enfrente de la mayor junto con Young. — se ve débil.— susurro la menor.— una vez Appa se enfermó, muy muy enfermo, Papa dijo que estaba débil y necesitaba comer, YouYo y yo cuidamos de Appa. — contaba la menor con una pequeña mueca en sus labios. — extraño a mis papás...

La cachorra fue abrazada por su hermano gemelo, un abrazo de niños, un abrazo de hermanos en el cual solo buscan reconfortarse, eran muy pequeños como para pensar en cosas extensas y complicadas, pero en el fondo sus lobos tenían miedo, y ellos también.

Tenían miedo de estar olvidando el rostro de sus padres.

El estacionamiento estaba en completa obscuridad, desolado, el único automóvil que había allí era el suyo, dentro de una Jeep blanca se encontraban la pareja Min, LaLisa y TaeYeon.

—¿Ninguna idea?.— se escuchó la voz de la Alfa dirigirse a la castaña, esta por tercera vez negó con la cabeza, no tenia ni idea de en donde podrían estar los cachorros, tener a los Min en la parte delantera escuchando todo lo que ella decía no le ayudaba mucho.

— Lamento todo esto, YoonGi, Tae; lo lamento.— susurró la castaña mientras escondía su cara entre sus manos, sintió una fina mano acariciar su espalda, sabia que era Lisa, pero no quería alzar la mirada, no quería toparse con los dos pares de ojos de los Min.

— Yeonie-Noona, usted no tiene porque lamentarlo, no es la culpable de todo esto, así que deje de decirlo.— Tae habló tan suavemente que le hizo sentir culpable aún más, el joven Omega no tenia porque estar pasando por estas cosas, si su mente no le fallaba, el debería estar estudiando la universidad y cada que regresase de la escuela y YoonGi de su trabajo, encontrará a sus cachorros jugando en el patio con su ahora no embarazado tío. Pero no, en cambio de eso, se encontraban en un lugar tétrico, sin saber donde podrían estar los pequeños.

YoonGi miró a la Beta por el retrovisor, soltó un gruñido y encendió el automóvil sorprendiendo a su pareja.

— ¿Yoonie?.— el mayor sólo le indicó que abrochara su cinturón.

— Vamos a darle una visita a tu hermano, ponganse el cinturón.— TaeYeon tardo en analizar lo dicho por el pálido, quiso gestionar pero fue interrumpida por él mismo.— No TaeYeon, no es una sugerencia, iremos, a ver a tu hermanito.— la Beta no tu opción alguna en ponerse el cinturón, y Lalisa igual lo hizo sólo que a regañadientes; no le agradaba la idea de visitar a Zico en esas circunstancias donde claramente, él llevaba la ventaja por mucho.

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— Están aquí.— NamJoon abrazó a los recién llegados, HoSeok fue el que más duró en aquel abrazo.

— Hermano, oh heche de menos tu espantosa cara.— bromeo el pelinaranja mientras juntaba frentes con el de piel morena, JungKook revolvió el cabello peliplata del nuevo padre y JiMin... JiMin se quedó atrás de HoSeok, hasta que NamJoon se fijo en su presencia, sonrió con ternura hacia el menor de los presentes.

— JiMin, sólo ha pasado unos meses y siento que haz crecido como si hubiesen sido años.— se acercó al menor y lo abrazó con fuerza extra, él veía en JiMin un hermano menor, le tenia mucho cariño así como se lo tenia a TaeHyung. — Jin estará contento por verte.— no pudo evitar tensarse con la sola mención del Omega mayor, HoSeok notó aquello y separo con sutileza al Alfa de su Omega.

— Lo estará, pero ahora JiMin tiene que descansar estamos cansados por... Pues ya sabes ¿no?.— NamJoon asintió completamente comprensivo en su rostro se apreciaba una mirada llena de tristeza, pero fue sustituida por una pequeña sonrisa.— Igual Jinnie está algo agotado aún, admiro a TaeHyung... El dar a luz a dos cachorros a la vez uff.

No pudieron evitar soltar una pero muy leve risa. Pues el ambiente se volvió neutro.

— Bueno, yo me retiro.— JungKook se levanto del sillón en donde estuvo sentado toda esa conversación.— Espero que mañana podamos ver a Jin, y al nuevo miembro de la familia Min, Kim — Nam y JungKook se sonrieron mientras estrechaban sus manos.

Con un cordial «Buena noche» el pelinegro desapareció por las escaleras; no tardo mucho en que JiMin y HoSeok le siguieran, diciendo las mismas palabras que el Alfa había dicho, Nam igual se retiro del lugar para ir con su Omega y cachorro; cuando la pareja Jung llegó a la enorme habitación que compartían, sin quitarse gran cosa más que zapatos y camisa, ambos se metieron a la cama, HoSeok abrazo por la espalda al rubio haciendo la típica posición de “cucharita”

— Minnie.— susurró contra su oído llamando al más bajo.

— No creo poder hablar o ver a Jin. No puedo Hobi.— se enrolló entre las sábanas siendo abrazado más fuerte por su pareja, no comentaron algo más, el mayor sólo se dedicó en acariciar el abdomen del rubio, en pocos segundos ambos calleron en un sueño tranquilo, no sólo por las feromonas que ambos emanaban, sino que también, por el suave aroma a talco y leche que existía en la mansión, el mismo aroma que cuando los gemelos Sun y Young estaban en casa.

‡JanetJany‡