CAPITULO 59

537 47 9
                                    

Anahí está en mi habitación. Supongo que Julia debió abrirle.

Es temprano, anoche me dormí bebiendo y ahora, el dolor de cabeza es inevitable.

Ella está sentada en la cama, observándome pero yo apenas puedo mantener los ojos abiertos por la resaca.

— Te preparé un zumo de naranja, necesitarás hidratarte — Me dice. Tomo el vaso y bebo un sorbo

— Gracias — Dejo el vaso sobre la mesa de noche—¿Que haces aquí? —pregunto — Digo, no te esperaba — Ella baja la mirada y juega con sus manos unos segundos

—Quería verte.

—Creí que era lo último que querías hacer. Al fin al cabo volví a ser el mismo traidor, mentiroso y cobarde ¿No? —Le digo—O tal vez en realidad nunca dejé de serlo

Ella me mira, noto que no está molesta como esperaba, parece más bien arrepentida.

— Nunca lo has sido — Afirma, dejándome confundido

 —Anahí. No te estoy entendiendo nada —Suspiró audible y pasó ambas manos por su rostro —¿Qué onda contigo? Ayer por la mañana te fuiste sin decirme nada. Ahora se supone que llegas hasta aquí porque querías verme? —Ella vuelve a bajar la mirada durante algunos segundos

—Bueno. Además de querer verte también quería decirte algo

—Te escucho—Expreso  

—¿Sabes? …Venía ensayando de camino acá, todo lo que te diría pero… creo que eso no sirvió de nada —Expresa mirándome a los ojos —Lo que quiero decirte es… —Hace una pausa y suspira, desviando la mirada por un momento—Que te amo y que no estoy dispuesta a seguir viviendo sin ti —Expresa . Siento que aquel “Te amo” acaban de derrumbar los muros que quedaban en su alma.  

—No… no logro entender nada. Creí que no querías saber nada de mí y ahora vienes y me dices esto

—Si yo sé lo hice esta mañana, se que volví a desconfiar de ti —Me interrumpe. Sus lágrimas se escapan sin poder evitarlo —…Karen llegó hoy a mi apartamento. Me dijo muchas cosas, me confesó que había hecho todo por separarnos, que la culpable de todo lo que nos pasó hace años había sido ella y que tu no me habías dejado como yo creía

Me sorprendo con todo aquello

—No sé qué decirte…

 Ella guarda un breve silencio y puedo notar perfectamente como las lágrimas siguen bajando por sus mejillas. Me acerco a ella, rodeándola con mis brazos y ella apoya su rostro en mi hombro suavemente mientras empiezo a acariciar su cabello

—Perdóname —Susurra a mi oído, aferrándose a mí. Siento sus lágrimas mojar mi cuello y mi espalda,—Tenías razón, al igual que yo fuiste una víctima, debiste sufrir porque estabas lejos de tus hijos y yo te traté tan horrible. Desde el principio no debí desconfiar, debí quedarme hasta que regresaras de ese viaje pero no lo hice y me alejé de ti.  Soy una tonta!

—No Any, tu acabas de decirlo. Ambos fuimos víctimas. Ninguno de los dos tuvimos la culpa, a los dos nos vieron la cara

—Durante tres años Poncho. TRES —Me separo un poco y tomo su rostro para mirarla a los ojos

—Lo sé, fueron tres dolorosos años. Pero… creo que lo que importa es el ahora. Estamos juntos y tenemos muchos años por delante para disfrutar de todo lo que nos perdimos en el pasado ¿Está bien?  

Terapia De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora