Overlord: THE FLOOD

3. Contacto Harvest.

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"Entonces... ¿Como lo ves? Osvike." pregunté mirando la aldea humana frente a nosotros.

"Sí, no detecto nada raro, mi señor. Parece un poblado ordinario, donde solamente residen humanos." contestó ella con los ojos cerrados, y los dedos de la mano derecha en la sien.

Tras convencer al guardián del primer piso sobre por qué debo salir personalmente a una misión de reconocimiento y acompañado únicamente de Osvike como guardia. Con algunas objeciones obedeció abrirnos un [Portal] para llegar mas rápido aquí.

Al atravesarlo llegamos inmediatamente a una alta colina a 100 metros de las afueras del pueblo. Desde donde se podía ver casi todo el lugar. La aldea humana contaba de 50 construcciones de madera y piedra, no sé cuales son casas o locales de trabajo, pero con ese número es obvio que es un pueblo pequeño.

Le pedí a Osvike que usara [Tercer Ojo], para que buscara el maná o el aura de alguien poderoso. Pero según lo que dijo, nadie cuenta con una energía decente.

"¿Cree que un posible enemigo hábil esté usando algún item mágico para ocultar su presencia?" sugirió acabando su búsqueda y volteando a verme.

"Es posible. Y si ese fuera el caso, no sabríamos cuantos de ellos son hábiles... Podrían ser un grupo de veteranos que protegen la aldea o podrían ser todos en esta.. Necesitamos una vista mas cercana." añadí contando las posibilidades de peligros.

"¿Cómo lo haremos, Mi señor?" preguntó luciendo preocupada y en guardia.

"Descuida Osvike, tengo un plan. Pero ¿estás bien? Te ves nerviosa, creí que los humanos no eran problema para ti." la cuestioné sonando comprensivo, no es que la llame asustadiza, pero esa no era la actitud que tenía cuando emprendimos esta misión.

"No lo son... Es sólo qué, viendo las precauciones que usted está tomando y ésta posibilidad de algún enemigo poderoso, me dejan intranquila. Y dudo si yo sola podré garantizar su seguridad." expresó con sinceridad, aunque tuviera razón, no es motivo para dudar de sí misma.

"Escucha, entiendo lo que sientes. Pero no soy bueno reconfortando personas, y no es hora de que te desmorónes. ¿de acuerdo? Primero tenemos una misión importante."

"¡Sí! Entendido señor. Me disculpo por mi comportamiento." dijo tratando de cambiar su semblante como si nunca hubiera pasado su preocupación.

"Oye.. Si algo pasa, usaré todo lo que tengo para que podamos volver ambos a Santuario, ¿esta bien? Confía en mí. No dejaré que esto se salga de control." alegué cuando usé una mano para hacer que me mirara a la cara.

"Claro que confío en usted, mi señor. No se preocupe, no volveré a flaquear en mi deber." respondió con tono decidido y determinado, parece que sus inquietudes desaparecieron. "Permítame preguntar, ¿cuál es su plan?"

"Verás..." empecé a contarle lo que tenía pensado.

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En las frescas y agradables sombras de la aldea, tres figuras corrían a toda velocidad entre los callejones y caminos menos transitados. Éstas tres figuras del tamaño de un gato, se movían coordinadamente en equipo, de manera muy escurridiza se escurrían y deslizaban entre agujeros y grietas sin ser vistos por nadie.
Cuando ya estuvieron suficientemente dentro del pueblo, los tres seres heteromorfos se separaron y tomaron caminos distintos.