Overlord: THE FLOOD

9. La infección de Voi

El oscuro corredor subterráneo media cinco metros de ancho y tres de alto.

Bebtayul se escabulló por ahí y recorrió unos 293 pasos exactos, los contó. Llegado a una esquina, se ciñó a ella y lentamente asomó su rustico casco cornudo, con su hacha en mano en todo momento.

"Todo despejado"

Se despegó de la esquina y caminó hasta la reja que cortaba el paso aquí. Una gruesa unión de barras matizadas y diseñadas como jaulas para la captura industrial de ogros y trols. Así de fuerte era el material del que estaba hecha.
Bebtayul pasó su mano por los espacios de la reja y tomó una de las uniones de soldadura entre sus dedos. Entonces regresó su brazo y con esa acción desprendió una buena cantidad de barrotes y debilitó estructuralmente la reja, repitió el proceso otras cuatro veces hasta tener el espacio suficiente para cruzar y pasó en el agujero que creó.

Del otro lado había una enorme puerta doble de metal reforzado con placas del mismo material de antes, donde se adivinaba un amplio pasillo hacia una escalera, la escalera que él estaba buscando.
A juzgar por el espectro de luz de almenaras o antorchas que se colaba por las fisuras en los bordes de la puerta, también encontraría guardias custodiando esa escalera.

Se giró y frente a él llegaron tres figuras inhumanas.

"Hay más por acá, de momento nos ha ido bien ocultando nuestra presencia a pesar de la falta de especialidad en sigilo. Pero ya no, los humanos detrás de la puerta usaran magia del tercer nivel y armas encantadas. Muy escandalosos."

Un demonio de sombras, un einherjar y un duplicado de espíritu común. Todos invocados gracias a pergaminos de magia sellada con boosteo de invocación proporcionados a él por Gravemind.
Eran igual de altos que Bebtayul, más delgados y con diferentes conjuntos de cuernos.
Ellos apoyaron en la incursión a los túneles eliminando a todos los guardias que se habían encontrado sin hacer algún alboroto.

"Demonio de sombras, escabúllete  hasta donde esté el último guardia y bloquea el camino para que no escapen. Nosotros entraremos después de ti."

Con las roncas ordenes del apedrado ser, el demonio de sombras se aplastó en el suelo y se introdujo por la brecha donde entraba el reflejo de la luz. Luego de tres segundos, el desorden y la conmoción se hizo escuchar. Bebtayul cargó con su rodilla apuntada y derribó las puertas metálicas para empezar a abrirse paso junto a sus subordinados.

Los guardias vestían corazas completas de bronce y acero con capas verdes y yelmos de rendijas gruesas. Escudos torre, lanzas y picas. Algunos llevaban armaduras más robustas con cascos de vista T y armados con mazas de estrella encadenada y espadones, sin escudos.
También entre ellos se encontraban hombres y mujeres en blindajes ligeros con capuchas adornadas y sombreros puntiagudos, armados con bastones, varas y cuchillos encantados.

Al advertirlos, los guardias soltaron un estruendo que resonó en eco por las paredes cercanas del túnel. Y cargaron al ataque.

Bebtayul zancó dos pasos al frente, recogió sus brazos y los catapultó hacia adelante cortando a la mitad a dos guardias y sus escudos con ellos.

El duplicado de espíritu corrió y se deslizó por el charco de sangre recientemente formado. No poseía armas, pero se inclinó estrepitosamente y encontró una apertura en la defensa de otro guardia por donde coló un puñetazo que sacó todo dentro de él, incluida también su vida.

Tres compañeros muertos en dos segundos.. Los guardias se sintieron intimidados por un momento, no obstante, el entrenamiento y el enojo por sus camaradas caídos no les dejó perder el valor y cargaron una vez más.
Siete de ellos se formaron en fila horizontalmente y plantaron sus escudos torre en el suelo creando un muro, los que estaban detrás alzaron sus lanzas y picas apuntándoles. El muro de escudos comenzó a marchar y los lanceros los atravesarían en cuanto estuvieran a alcance.