Capítulo 2

1.3K 54 5
                                    

- Hola, Mimi.

- Banana... - su mirada con los ojos hinchados y rojos de llorar me hizo venirme abajo.

- Ey, pequeña, ¿qué ocurre?

En ese momento, Mimi salió disparada hacia los baños del local. Me giré y vi a Miriam mirándome con el ceño fruncido y algo preocupada, supongo que habría visto a Mimi marcharse llorando. Por otro lado estaba Jadel en una esquina emborrachándose mientras intentaba acoplarse a alguna gente de Universal, como solía hacer.

Me quedé unos minutos pensando qué hacer, no entendía nada... ¿Qué le pasaba a Mimi? ¿Tenía algo que ver conmigo? Entonces, recapacité y fui hacia los baños.

Al entrar, me encontré a Mimi apoyada en la pila del baño, con el rimmel corrido y mojándose la cara con agua, intentando limpiarse y calmarse un poco. Entonces, me acerqué a ella e intenté tranquilizarla mientras le limpiaba las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas con mis dedos.

- Banana... lo siento mucho. - me dijo con una cara de pena enorme.

- Mimi, no entiendo nada. ¿Qué pasa?

- Warmi es lo que pasa.

- ¿Warmi?

- Joder, Ana, que nos ponen de pareja por todas partes.

- Lo sé, Jadel me lo ha comentado.

- Cómo no... - dijo tras un suspiro.

- ¿Qué quieres decir con eso? - estaba empezando a cabrearme al no estar enterándome de nada.

- Pues que entonces no creo que tengas una bonita imagen de Warmi.

- ¿Vas a contarme lo que ha pasado o no? Y, ¿por qué estás así?

- Joder... pues a ver, por donde empiezo yo esto...

- Mimi no le des más vueltas y cuéntamelo. - dije ya harta de que se andara con rodeos.

- Ana, ¿tú qué sientes por mí?

- ¿Cómo que qué siento? - esa pregunta me había dejado de piedra.

- Pues lo que acabas de escuchar, ¿qué sientes por mí, Ana?

- Yo te quiero mucho, Mimi.

- Y yo también te quiero mucho, Banana. Pero, creo que no de la misma forma.

- No estoy entendiendo nada.

- Joder Ana, ¿no te quedó lo suficientemente claro en la academia?

- En la academia pasaron bastantes cosas, Mimi...

FLASHBACK

- ¿Quieres dormir hoy conmigo, Banana?

- Ui, ¿y esta proposición?

- Pues que queda poco para la gala donde puede ser que me vaya, y quiero disfrutarte todo lo que pueda estos días.

- Pues claro que duermo contigo, tonta.

Me subí a su cama, ella se encontraba en la parte de arriba de una de las literas de la habitación, y ahí estaba ella esperándome tumbada mientras me hacía un hueco en la parte de dentro, que sabía que era mi parte favorita. Cómo me conocía la cabrona...

Tenía los ojos algo tristes, y no podía soportar verla así. La verdad es que, Mimi era guapísima. Pero no guapísima de ir por la calle y decir, joder, qué chica más guapa. Guapísima de que la empotraba, ¿sabes? Tenía unos ojos verdes que hipnotizaban, no estoy exagerando. Y unos labios que... madre mía, qué labios. No era un secreto para mí que era bisexual. Las dos lo éramos, aunque ella era más abierta para estas cosas y me lo había contado, yo era más cerrada y no le había contado nada acerca de mi sexualidad. Aunque actualmente estaba saliendo con un chico, había tenido algún rollo con chicas, aunque nada serio. Lo cierto es que siempre había tenido la curiosidad de por qué siempre había tenido relaciones con chicos y no con chicas.

- Ey pequeña, ¿qué se te pasa por esa cabecita?

- Que no quiero irme Ana...

- No te vas a ir, Mimi.

- Ojalá y estar tan convencida como lo estás tú, Banana...

- Pues sí, lo estoy, así que no digas tonterías.

- Te voy a echar mucho de menos, Banana.

- Y dale, ¡que no te vas a ir a ningún sitio! Tú te vas a quedar aquí conmigo comiendo aguacates.

- Jajajaja, bueno, mientras sea contigo...

- ¡Ella, que se pone romántica!

Me di cuenta de que en ese momento se puso algo incómoda, yo no entendía por qué, no había dicho nada malo.

- ¿Qué pasa?

- Nada.

- ¿Seguro?

- Que estás muy guapa hoy, Banana.

- ¿Solo hoy?

- Joder Ana, ya sabes que siempre estás guapa, porque eres preciosa.

- Ay Mimi, calla por dios. - estaba empezando a ponerme algo colorada.

- Solo estoy diciendo verdades... incluso debajo de un montón de barro estarías preciosa.

- Eres idiota jajajaja – dije tras darle un pequeño golpe en el brazo.

- Oye Banana, gracias por todo, en serio.

- ¿Gracias, por qué?

- Por estar ahí.

- No digas tonterías, siempre voy a estar ahí Mimi.

Me puso una mirada que no sabría como descifrar, la verdad. Me miró de una forma distinta, como nunca antes me había mirado. Sus ojos verdes se pusieron más intensos de lo normal. Joder, qué guapa era la cabrona.

Me dio un corto pero intenso abrazo y nos dispusimos a dormir, aunque esta vez, puse mi cabeza encima de su pecho. La verdad es que nunca me había sentido así con nadie, nunca había sentido tanto amor ni tanta tranquilidad, ni con mi novio. Mimi era distinta, con ella, aunque estuviera a muchos kilómetros de distancia, me hacía sentir como en casa, era mi hogar.

FIN DEL FLASHBACK

- Mimi, ¿tú qué sientes por mí?

- Yo siento muchas cosas por tí Ana, demasiadas. Ana, por favor, ¿puedes responderme?

- Es que yo no sé lo que siento.

- ¿Cómo que no sabes lo que sientes?

- No lo sé, Mimi, ha sido todo muy intenso, demasiado. Hace dos meses que no podemos mantener una conversación en condiciones, y mi novio está ahí fuera bebiéndose hasta el agua de los floreros.

- ¿Y qué más me da a mí lo ciego que se esté poniendo Jadel?

- Joder, Mimi, no me entiendes.

- No, la que no lo entiende eres tú, Ana. Lo que pasó en la academia, ¿qué significó para tí?

- Significó muchas cosas, cosas que no sé como expresarte.

- Pues Ana, yo creo que te dejé muy claro en la academia lo que sentía.

- ¿Cómo?

- Joder, Ana, ¿te suena de algo un me gustas?

- Mimi, estábamos en mitad de una clase.

- Yo estoy flipando – decía mientras resoplaba.

- No, la que está flipando soy yo, Mimi. ¿Qué coño intentas decirme con todo esto? Primero te pones a llorar, no me quieres decir qué te pasa y luego empiezas con las adivinanzas. No estoy entendiendo nada.

- Joder Ana, ¡que me gustas!

Mujer Bruja 🔮 #WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora