Narra Niall:
Sin dudarlo, caminé por en medio de la calle, soltando lágrimas, sintiéndome del todo vacío, con miedo. No miedo a tener un hijo, otro, sino que, miedo a no poder deshacerme de Mía… Miedo a no poder ser aceptado por _____ o qué dirá ella cuando se entere.
Necesitaba saber cómo estaba ella, sin dudarlo, me subí a mi auto y conduje a su casa donde sin importar la hora, comencé a tocar timbre.
Fue luego de unos segundos que la luz del pasillo se encendió y fue Naomi quien me abrió la puerta.-¿Niall?- preguntó- ¿Qué haces aquí?- preguntó y me adentré a la casa.
-¿Dónde está _____?- pregunté y señaló el techo.
-En el ático, esa es su habitación- sin dudarlo, subí de dos en dos los escalones hasta el tercer piso donde allí, había una escalera de madera con la puerta cerrada y sin dudarlo, la subí abriendo la puerta.
Allí dentro, estaba ______ durmiendo boca arriba, con sus brazos a dos lados de su cabeza. Me detuve un minuto a observarla dormir y no lo evité, las lágrimas salían de mis ojos, lo mucho que la extrañaba era muy fuerte para mí.
-No- dije cansado y suspiré al ver su brazo; otra vez herido, marcas rojas por todos lados, unas nuevas, otras viejas. Me quise matar a mi mismo al ver ese brazo tan herido, no era como antes, ahora, eran más profundas, más largas y me sorprende que aún no haya perdido tanta sangre como para desmayarse, de seguro ya lo ha hecho en un par de ocasiones.
Me la quede mirando por un par de segundos, verla dormir me transmitía paz. Me senté en el borde de la cama y corrí un mechón de su cabello haciendo que se sobresalté y se siente en la cama.-¿Qué haces aquí?- preguntó retomando el aire.
-Necesitaba verte- dije y ella se corrió dejándome un lugar en la cama lo que me hizo sentir bien.
-¿Qué sucede?- preguntó mientras yo me acurrucaba en su pecho quitando mis zapatos con mis propios pies.
-Te lastimas- dije intentando de no llorar- ¿Por qué?- pregunté mirándola desde mi posición.
-Pues…- comenzó a decir- Ya sabes…- dijo- No lo sé, simplemente… Lo hago- dijo pensándolo.
-Prometiste no hacerlo más…- dije abrazándola.
-Lo sé- afirmó y suspiró- ¿Qué haces aquí?- preguntó fría y me acurruqué un poco más en ella, como si fuera posible intentar atravesarla.
-Ya sabes que hago aquí- dije sentándome- Decidí que… No me iré hasta que me digas que aún me amas, que me quieres a tu lado y que así será, haremos como si nada hubiese sucedido y estarás a mi lado como antes…- dije firme intentando que todo eso sea real. Creí que iba a ponerse terca pero no, solamente suspiró.
-Te quiero a mi lado, te amo Niall…También te quiero a mi lado…- dijo firme y yo pasé su pierna por debajo de mí.
-¿Eso qué quiere decir?- pregunté y rió.
-Sí que eres idiota- afirmó- También estoy cansada de jugar a que no te conozco, no iniciaré eso otra vez… Así que… ¿Una segunda oportunidad?- preguntó y reí.
-Esta es como la cuarta- dije y la besé haciendo que ambos sonriamos. Necesitaba eso, la necesitaba a ella, necesitaba su tranquilidad y todo de ella. En ese momento, nada importaba, nada más que tenerla a mi lado y asegurarme de ello.
Como ambos estábamos cansados, fueron segundos los que demoramos en dormirnos en la misma posición que antes; ella boca abajo esparcida por la cama y yo cómodamente, estirando mis piernas y mis manos entrelazándolas con las suyas.
Al abrir mis ojos, ella seguía allí, estaba despierta y pude escuchar que afuera llovía fuertemente.