Capítulo 5

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Regina caminaba por el enorme pasillo con una sonrisa que marcaba perfectamente su rostro. Al llegar a su oficina, Ruby, quien estaba en su escritorio, se le quedó mirando con el ceño fruncido. La morena ni se inmutó, entró y tras ella, Ruby. Regina se sentó al borde de su escritorio y se quedó mirando a su mejor amiga sin dejar aquella sonrisa.

- ¿A qué se debe esa sonrisa? – interrogó la morena de mechas rojas.

- Nada relevante, querida. – se levantó y se sentó en su lugar. Ruby rápidamente la imitó, sentándose en frente. 

- ¿Nada relevante? ¿Por nada relevante sonríes así? – Regina asintió – No puede ser… - Ruby desorbitó los ojos - ¿Te cogiste a alguien en el ascensor? ¿Es eso? – la morena automáticamente, frunció el ceño. 

- ¡Por Dios, Ruby! – se ofuscó - ¡No me he cogido a nadie, menos en el ascensor! –Ruby levantó una ceja divertida – bueno… no esta vez. 

- Bien… Eso es nuevo - Regina rodó los ojos. - pero eso no quita que ha pasado algo que no me estas contando – aseguró y la sonrisa de su mejor amiga, volvió a hacerse visible. 

- Bien… Sucede que la señorita Swan no me es tan indiferente después de todo. – sonrió convencida. 

- ¿Qué te hace creer eso? – cuando iba a responder, una melena roja entró por la enorme puerta sin siquiera tocar. Al ver a Regina tan sonriente y a Ruby con los brazos cruzados, no tardó en unir los puntos. 

- ¿Ya empezaste? – interrogó acercándose a su hermana. 

- ¿Qué? – Regina sentía que se estaba perdiendo de aquella conversación.

- ¿A quién te cogiste en el ascensor, Regina? – la morena se tapó el rostro con ambas manos. Definitivamente, ese par eran tal para cual. 

- ¡A nadie! – Zelena sonrió, divirtiéndose con la expresión de su hermana. 

- Tu hermana está convencida de que Emma le corresponde. – Se burló. 

- Eso no lo sabemos. 

- La señorita Swan me corresponde o como mínimo, hay una pizca de atracción por mí. – aseguró – de todas maneras, no estoy cantando victoria, pero esto me da esperanzas. – sonrió. 

- Supongo que es algo… - se burló Zelena – De todas maneras, ándate con cuidado. Emma no es un hueso fácil de roer. 

- Zelena tiene razón, Regina. Emma es una mujer bastante inteligente, no eres la primera, ni la última que intente meterse entre sus piernas y salga sin ningún éxito. 

- Tengo toda la paciencia del mundo, pero de que Emma será mía, eso es seguro.  

- Tal vez quieras jugar con la equivocada - Dijo Ruby - Regina, Emma es una mujer maravillosa y buena. No la ha tenido nada fácil. - Regina frunció el ceño.

- ¿A qué te refieres? - Se interesó la morena.

- A que Emma como tú, también tiene un pasado doloroso. - intervino Zelena - No sé hermanita, pero mi lobita tiene razón, Emma no es igual a todas las mujeres que te has llevado a la cama.

- No lo sé... Pero ya la tengo en la mira y es imposible que me la quiten de vista. Me gusta, me gusta mucho. - Se sentó en frente de una Zelena y una Ruby algo preocupadas.

- Está bien, no quiero meterme en esto, pero Emma es tan amiga mía como de Ruby y sé que si la lastimas no nos lo podremos perdonar.

- ¿Y quién dice que debemos meterle amor? - se apoyó en su escritorio. - Podemos llegar a un común acuerdo.

Heartbeats (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora