"Sus dedos en mi entrepierna"
Nos fuimos a dar un baño, iríamos a desayunar y luego a la playa a disfrutar el día, era domingo, así que debíamos volver ese mismo día, y lo peor, cada uno a nuestro departamento. Ya que al día siguiente cada uno debía hacer su vida, y empezar la semana laboral, en una frase; "Volver a la realidad cotidiana".
Estábamos desayunando, café y tostadas.
Luego empezamos con la plática, y yo fui desviando un poco la conversación para saber que pasaría después de este extasiado fin de semana. Él eludía las preguntas, ya me estaba comenzando a cabrear, pensé que Dave solo quería algo fugaz, así que le pregunté directamente.
- ¿Nos volveremos a ver? -
- ¿O solo fue una calentura y un buen polvo de fin de semana?
Me miró a los ojos y sonrió, dio un sorbo a su café, yo me estaba encabronando más, hasta que respondió, y lo hizo con una pregunta: - ¿Acaso no te dije que me encantas? ¿Qué podría fácilmente enamorarme de ti? -
Luego añadió, - Mañana tengo un par de trámites que hacer. ¿Te gustaría que nos viéramos por la noche?
Yo lo miré, e inmediatamente mi cara y mi actitud hacia él cambiaron, y con una sonrisa de oreja a oreja, le respondí;
- ¡Obvio! - Salgo a las seis del trabajo.
-¿Paso por ti, o nos juntamos en algún lugar? - Preguntó.
- Nos ponemos de acuerdo durante el día - Le dije. Mientras le guiñaba un ojo y sonreía.
Terminamos el desayuno, nos fuimos a la habitación del hotel para preparar lo que llevaríamos a la playa, toallas, bloqueadores y ese tipo de cosas.
En eso estábamos cuando me sonó el teléfono, era un mensaje, extrañamente no me había sonado en todo el fin de semana. Dave me quedó mirando sorprendido, como preguntando; ¿Acaso tienes novio y no me lo habías dicho?
Yo me sonrojé, miré el teléfono y era un mensaje de mi amiga Esperanza, preguntándome donde diablos andaba metida. Había olvidado por completo que ese día nos reuniríamos para salir de compras.
Dave me seguía observando con un aire preocupado, más aun cuando vio que sonreí, hasta que lo miré y poniendo cara que la había cagado, le dije: - Es Esperanza, mi amiga. Habíamos quedado de salir juntas hoy -
Soltó una carcajada y siguió en lo suyo, mientras yo respondía el mensaje en WhatsApp, y a grandes rasgos le contaba lo ocurrido, luego añadiendo un; - A la noche te cuento, sorry, lo olvidé por completo -
Ella me mandó unas caritas sonrientes y dos manitos haciendo un gesto obsceno.
Luego añadió; - !Sigue en lo tuyo, campeona. Luego hablamos! -
Me despedí y volví a lo que estaba, pero Dave ya tenía todo listo.
Íbamos a salir, cuando me dice; - !Había olvidado por completo que me quedé sin celular! ¿Al rato me acompañas a comprar uno? -
Yo asentí, y salimos de la habitación.
Nos fuimos directo a comprar el teléfono para Dave, luego a disfrutar del mar, ya pasado de las dos de la tarde nos fuimos a comer algo.
Mientras almorzábamos, Dave comenzó a acariciar mis piernas, luego llevó su mano a mí entrepierna, yo andaba con un "short" algo suelto, así que logró meter su manos fácilmente por debajo de él, para llegar a mi entrepierna. Aun no terminaba de llegar con sus dedos a mi sexo, y yo ya estaba completamente mojada.
Dejé inmediatamente la comida de lado, mi cara comenzó a ruborizarse, él introducía sus dedos, hacía rítmicos movimientos, tocaba mis labios, frotaba suavemente mi clítoris, yo apretaba las piernas, daba pequeños gemidos, mis pezones estaban hinchados de calentura. Miré para todos lados, el restaurante estaba lleno, aún así, nadie se había dado cuenta de la escena. Miraba a Dave a los ojos, suplicándole que se detuviera, no podíamos hacer nada ahí, y esta vez no quería que se repitiera la escena en el baño de la noche anterior.
Me acerqué y le susurré: - ¡Vámonos de aquí! -
Dave asintió, sacó su mano (toda mojada) se levantó y fue a pagar. Mientras yo tomaba el bolso y salía rápidamente para esperarlo afuera.
Caminamos rápidamente hacia el hotel, y mientras íbamos, a ratos nos besábamos. Él, en plena calle agarraba mis nalgas y me aferraba hacia su cuerpo y podía sentir enorme paquete.
Llegamos y subimos rápidamente, cerró la puerta de golpe, nos desnudamos, se abalanzó sobre mí, me besaba con desesperación, sus manos amasaban mis ardientes senos, me sentó en la orilla de la cama, abrió mis piernas, me recostó, él se arrodilló frente a mí, e introdujo su boca en mi ardiente sexo. Comenzó a lamerlo, succionaba exquisitamente mis labios, su lengua danzaba con mi clítoris, y sus manos a ratos las alternaba entre mis pechos y mi vagina.
Yo hundía su cabeza en mi entrepierna, a ratos intentaba tomar su enorme pito y lo tocaba, quería chuparlo. No resistí más la tentación, lo saqué de dónde estaba, me levanté, y ahora lo senté a él, me arrodillé frente a esa enorme verga, lo empecé a masturbar con ambas manos, lamía sus huevos, pasaba mi lengua por la parte inferior de esa gruesa y gran verga, hasta que lo introduje todo en mi boca, hacía arcadas, la saliva salía a montones. Dave jugaba con mis pezones, y yo, seguía chupando su enorme falo, estaba como embrujada en ese acto de total desenfreno y perversión.
Pero necesitaba no solo saciar la lujuria de mi boca y mis manos, mi vagina pedía a gritos que jugaran con ella.
Me puse de pie, me subí a la cama y me recosté, le pedí que me montara, pero haciendo caso omiso, se arrodilló detrás de mi cabeza, dejando su miembro en mi boca, comencé a chupárselo una vez más, él se recostó sobre mi, y comenzó a lamer mi vagina, hace años que no hacía un 69.
Pero para decir la verdad, no me gustaba tanto esa posición, así que solo habremos estado unos cinco minutos así, dándonos placer con la boca.
Le pedí que se saliera y me penetrara, lo hizo, pero nos pusimos de cucharita, puso su mano derecha por debajo de mi cuello, y comenzó a amasar mi seno izquierdo. Con su mano izquierda, levantó mi Pierna, luego con la misma tomó su verga, y la introdujo de golpe, lancé un fuerte gemido, giré la cabeza hacia atrás y mientras nos besábamos acaloradamente, sus dedos jugaban con mis pezones, y al mismo instante, con sus impúdicos movimientos de pelvis, entraba y salía de mi cuerpo.Continuará...
Autor: David Véliz Laroze.
Libro: "Perversiones" (Próximo lanzamiento)
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